Y así acabó aquella situación, dejando a jazmín ligeramente confundida.
-Pues al final nadie ha respondido mi pregunta.- Dijo Jazmín, mientras que por un lado llegaba Bulbasaur agarrando su pokeball, la que había sido lanzada, con la boca mientras la miraba fijamente. Ante esto, Jazmín no pudo resisitirse a agacharse y acariciar al pokemon en la cabeza con una pequeña sonrisa.
-Bueno, supongo que mañana lo descubriremos ¿a que sí, Bulbasaur?
-BulbaSAH!
Respondió él
Con más o menos motivación, los chicos se dispusieron a salir del Instituto y marcharse cada uno a su casa. Estaba claro que tenían por delante un fin de semana muy largo y lo mejor que podían hacer era descansar. Para bien o para mal ese fin de semana iba a ser fundamental para su futuro más próximo. Quedaba sólo una semana para el torneo clasificatorio.
Los entrenadores continúan aquí.