¡Claro que lo haremos!...Estos compañeros son el mejor regalo..que se nos podía hacer..creo - Dijo soltando algo del sobresalto reciente con sus palabras para luego mirar a Flama que perseguía a NidoranH lanzandole pequeños Ascuas vengándose por la casi paliza de antes.
Aunque la carcajada (o lo más similar a lo que llegaba Emiel) de su Compañero la hizo sorprenderse todavía más, dedicándole una mirada de reojo a Jazmín. - ¿Puede pasar alguna cosa más rara hoy?
Mizu abrazó muy fuerte a su Eevee que restregó su peluda carita contra la de la entrenadora y Masara respondió a la petición de Azul con una muy marcada reverencia. El presidente de la Liga Pokémon sonrió satisfecho.
—¿Qué si puede pasar algo más raro hoy?—preguntó de forma retórica Hibiki—Ya te digo yo que sí. ¿Está todo preparado?
El director técnico miró a Azul y este afirmó con la cabeza.
—Ya os dije que teníamos campamento de entrenamiento. Lo fácil ha sido lo que habéis hecho hasta ahora. Porque desde este momento sí que vais a tener que poneros las pilas.
Era la primera vez que Hibiki se dirigía a ellos en esos términos. Tendría algo que ver con la revelación de su auténtica identidad.
—Vamos, todo el mundo a dentro. Vuestro siguiente desafío os espera.
¿Desafío? ¿Qué clase de desafío? El director técnico junto a Azul entraron en la Recepción de la Liga Pokémon. El viaje que habían empezado hacía sólo unos días parecía entrar en una nueva fase. El camino hacia la Copa Junior de Kanto continuaba con una prueba que se antojaba más dura que todo lo que hasta ahora habían experimentado. Una nueva aventura empezaba.
Pero esa historia, la dejaremos para otro momento.