Partida Rol por web

La enfermera se da cuenta de la necesidad de Sophia de agua y se apresura hasta ella. Coge el vaso de encima de la mesita y se lo da en la mano.

-¡Se me olvidaba! Toma, bebe tranquila.

Al fin tenía el vaso con agua. Lo miro como si fuese el mas delicioso manjar. No recordaba cuando había sido la última vez que bebía algo, maldito Alen aunque fuese una victima, maldita su fiesta y maldito todo lo sucedido.

Sentir como el agua remojaba mis labios y descendía por mi seca garganta, era indescriptible. Disfruté de aquel momento, incluso cerré los ojos para enfocarme y concentrarme en tan esperado momento.

Ni una sola gota de agua quedo en aquel vaso y una amplia sonrisa iluminaba mi rostro. Miro a mis dos compañeros, divertida, con una ceja enarcada -siempre tuve sospechas de que algo se cocía...- suelto una risilla y suspiro, apoyándo la cabeza en la almohada -gracias por todo, Dan, Luna- giro la cabeza y les sonrío.

Era increible todo lo que habíamos vivido y compartido. Jamás imaginé que algún día recibiría un impacto de bala. Sin duda, la vida estaba llena de sorpresas y un futuro incierto. Sorprendentemente habíamos sobrevivido a ello y por fin regresaríamos a la realidad. La pesadilla había terminado.

-Y bien chicos, ¿Cuales son sus planes? los mios por ejemplo es tomarme un mes de vacaciones, irme a una playa y relajarme; recibir muchos masajes e intentar olvidar esta experiencia, aunque creo que siempre nos acompañara. Creo que dejaré las fiestas a un lado, aquella vida que llevaba, vacía y material, creo que hay cosas mucho mas importante, por ejemplo, la familia y los buenos amigos- les guiño -regresar con los estudios, ponerme al día e intentar ser la mejor. Quiero dejar de ser un dolor de cabeza para mis padres, que estén orgullosos de mi...- enmudezco, frunzo el ceño, luego los labios -me matarán... cuando se enteren de esto me matarán... me escapé de casa para ir a la fiesta de Alen, deben estar de los nervios sin saber de mi y cuando se enteren donde estoy...- golpeo mi frente con la palma de la mano derecha -no me mato el psicótico ese, pero sin duda, lo harán mis padres... ay que vida esta...- suspiro frustrada y tras unos segundos de silencio, miro sonríente a mis acompañantes -¿Y ustedes?

- Bueno, pues desde luego que espero que el "jefe" me dé unos días de descanso a mí también -sonrío al decirlo y luego les aclaro:- trabajo con mi tío, de electricista. De hecho... -iba a decir que conocí a Alen trabajando en su casa, pero mejor no nombrarlo más...

No creo que cambie en mucho mi vida, seguiré currando en lo mío -no estoy seguro de si aquellas chicas saben de qué les estoy hablando. No da la sensación de que hayan tenido que trabajar mucho en su vida. Estas reflexiones me traen a la cabeza la fiesta, toda llena de niños pijos,... Nunca más -pienso- nunca más.

Entonces entra una enfermera y me avisa que mis tíos están abajo, esperándome. Le digo que ahora voy y me despido de las chicas, prometiéndoles que al día siguiente las vendré a ver y dedicando la última mirada, antes de cruzar la puerta, a los ojos de Luna.

-No se, yo es que antes no le tenía mucha fe al hombre, ahora la perdí toda. Bueno casi, no es que los meta en el mismo saco que el demente favorito de todos. Me da que cuando acabe en breve los estudios normales me tiraré a la veterinaria. Prefiero a los bichos, aunque muerdan y eso suelen entender con dos ostias. Y si...la verdad que apoyo la moción de Sophia, le tomé algo de asco a las fiestas. Me emborracharé en casa con licor de anís o algo.

Se quedó mirando el techo del lugar, aún algo entumida por el despertar.

-Me preocupa algo lo que vaya a pasar en el futuro con la droga esa. Cuando se investigue y eso, quizá a la larga termine siendo otra arma mugrienta destinada a ser mal empleada. Aunque bueno, no somos heroes y bien que seguimos vivos, Tampoco podremos hacer mucho.

Al ver que Dan se machaba, agregó, sosteniendo la mirada. Pero ahora con un destello complice:

-No se te olvide volver pronto, y con algo de comida real. Y coca-cola.