Partida Rol por web

- SubCity - Repitió modulando el sintetizador que hacía las veces de transmisor de voz para bajar ligeramente el tono y darle un toque de solemnidad. - Impresionante ¿verdad? Pero que sus dimensiones no os lleven a equívoco. No es una ciudad real construida bajo tierra. - Sentenció.

Tal como Zyne había observado, a parte del puñado de gente que había a la vista no se veía nada más con vida allí abajo. No se veían pájaros sobrevolando los edificios o posados en los tejados, ni había perros o gatos vagabundeando entre los contenedores. Eso, sumado a la ausencia de niños, acrecentaba las dudas sobre la naturaleza de aquel lugar.

El oído entrenado de Erick captó también algo fuera de lugar. Apenas si había ruido. En una ciudad, por pequeña que fuera, siempre había una serie de sonidos que conformaban el telón de fondo de la vida cotidiana. Allí, por el contrario, solo se captaba el zumbido de unos enormes motores eléctricos, algo de música desfasada y poco más. Era casi sobrecogedor.

- Lo que ven no es mas que un  gran campo de entrenamiento. Yo tampoco lo creí la primera vez que puse mis ojos sobre la ciudad. Tan realista, tan completa. Impensable - Dio unos pasos en dirección a la ciudad, saliendo de lo que ahora se ve que es un enorme círculo marcado por contornos amarillos de seguridad justo a la entrada de la calle. -Pero los edificios están huecos, las tiendas son poco mas que lo se se ve en el escaparate. Solo funciona la electricidad. No hay agua corriente, ni teléfono o conexión a Internet. Los metros de tierra que nos separan de la superficie y una serie de medidas electrónicas protegen este lugar de cualquier intento de espionaje. Es prácticamente imposible llegar hasta aquí si no es con el consentimiento expreso de la Corporación

Extendió el brazo y señaló a una persona cualquiera que paseaba por una acera, a unos diez metros, alejándose calle abajo.

- Simulacros. Todo en SubCity es artificial, incluidos los ciudadanos. Observadlos bien. - Dejó uno segundos para que el grupo hiciera lo que les había pedido. - Movimientos repetitivos y mecánicos, ausencia de expresión más allá de lo programado. Fijaos en que nadie se ha asombrado al vernos. Nadie parece reparar en nosotros.

- Normalmente solo utilizamos estas instalaciones para entrenar a los nuevos miembros del cuerpo de Seguridad Especial, pero en su caso haremos una excepción. Por circunstancias que escapan a nuestro control, hemos recibido una avalancha de solicitudes de ingreso en apenas unas semanas. Parece ser que hay mucha gente interesada en formar parte de la Corporación. ¿Los motivos? Nos son indiferentes. Pero tenemos un número limitado de plazas pactadas con el gobierno. Solo podemos ofrecer cobertura a ocho aspirantes, por lo que el resto deberá volver a casa y esperar una posible ampliación de personal o la apertura de un nuevo departamento especial. Lo lamentamos

Se vuelve entonces hacia el chamán, desplazando de nuevo su enorme a la vez que estilizada armadura con total fluidez.

- ¿Que esperamos de ustedes, Amarok? Que sean capaces de superar una serie de escenarios que reproducirán con fidelidad la realidad de un día de trabajo para el personal del Departamento de Seguridad Especial. Se enfrentarán a unos desafíos diseñados cuidadosamente por especialistas, en este entorno controlado, supervisados en todo momento por los sistemas de seguridad y vigilancia, así como por observadores del gobierno. Por supuesto, un equipo médico se mantendrá alerta en todo momento para evitar riesgos innecesarios. - Regresó sobre sus pasos, colocándose a la misma altura que el resto del grupo y observando la ciudad a través de los filtros de su visor. Ahora que la verdad sobre SubCity había sido revelada, no se podía evitar comprarla con un gran decorado de cine - En algún punto de la ciudad hay una fábrica. North Central Positronics es el nombre. Dentro, en los niveles inferiores, hay una cámara acorazada. Y en esa cámara está guardada una caja que contiene un documento que debéis recuperar y traer aquí en el menor tiempo posible.

- No hay mas directrices, ni consejos o ayudas. Así serán los trabajos y así es como actuamos en la Corporación. Se nos supone completamente capaces y autónomos como para poder funcionar por nuestra cuenta y riesgo en cualquier situación, siempre minimizando los daños materiales y manteniendo la buena imagen de la empresa.¿Alguna duda?

Erick dejó escapar una profunda bocanada de humo, lo que ensombreció su rostro durante apenas unos instantes. Mientras Carbono estaba explicando lo que se convertiría en su prueba, se había mantenido callado, molesto quizás por la ausencia de la típica algarabía que correspondía a una gran ciudad. Para compensar la ausencia de sonido, ahora tarareaba otra cantinela, distinta a la que habían podido escuchar sus improvisados compañeros durante el viaje.

- Así que, llegamos a esa fábrica, reventamos la caja fuerte, traemos lo que haya dentro y ya, ¿no? Supongo que habrá algún tipo de obstáculo, porque si no, esto no sería tan secreto - dijo, con una mirada maliciosa.

Zyne se muestra aún más confuso que anteriormente al oír la artimaña que han hecho pasar por ciudad, pues le cuesta creer que los humanos sean capaces de reproducir algo con tanto realismo e ignorando la soberanía de la Madre Tierra. Como les indica el ser envuelto en metal, Zyne se fija en la falta de autonomía en las personas. Se estremece al pensar que había tomado aquellas simulaciones por humanos reales. Cuando explica la tarea que hay que cumplir, Zyne escucha con atención a Carbono y observa la ciudad en busca de algo que le llame la atención, como esos horribles tubos escupe-humo. Cuando el hombre del traje metálico deja de hablar, mira a sus nuevos compañeros a la espera de una reacción.

Asiento a lo que dice Carbono, un campo de entrenamiento, entiendo la necesidad de entrenar, la disciplina y el trabajo en equipo es necesario en cualquier clase de grupo.  Desde luego este campo de entrenamiento excede con  mucho a cualquiera que haya visto antes. La misión parece sencilla aunque estoy seguro de que encerrará alguna sorpresa.

Si alguien sabe levitar podrá encontrar la fabrica rápidamente. Digo a mis compañeros como alguien que esta acostumbrado a estar al mando. Una vez encontremos el edificio podremos plantear la estrategia a seguir.

Trabajar en equipo, minimizar daños colaterales, varios escenarios... Parece ser que debemos formar equipo y actuar bajo unos estrictos cánones de discreción. Lo segundo lo tengo por la mano, lo primero será algo interesante de intentar.

Asiento a las palabras del tal Carbono, pero me giro hacia Trueno con una sonrisa sarcástica cuando lo veo tan seguro de sí mismo dando órdenes.

- ¡Bravo! - Le espeto - ¿Y hasta esa conclusión has llegado tú sólo? - Volteo grácilmente sobre mis talones, encarando a todo el equipo. De momento el único intento de organización lo ha puesto el tipo de la armadura, aunque lo que ha dicho no sea lo más brillante del mundo. Entonces comienzan a llegar frases a mi memoria. Frases del libro de Sun-Tzu. Mis tutores, aconsejados por los científicos encargados de mi evolución psicológica, me enseñaron a leer utilizando éste libro, y no otro. Por tanto, sus sentencias, cargadas de verdad y practicismo, están grabadas a fuego en mi mente.

Camino con paso firme hasta situarme de frente del grupo, entonces paseo por delante de ellos. Muy cerca de cada uno, permitiéndoles aspirar mi aroma y lanzarme miradas cercanas. Con mis pasos, mi cuerpo se contonea haciendo bien patentes mis curvas y mostrando la generosidad de mi busto a través de mi holgado escote. A pesar de mi aspecto seductor, mis palabras son contundentes. Cargadas de seguridad y conocimiento de causa.

- Antes de mover un sólo dedo debemos conocer nuestras fuerzas. - Sentencio - Según he entendido, debemos actuar como un equipo, ¿me equivoco, Carbono? Así que antes de elucubrar si alguno de nosotros puede... levitar... mejor será que cada cual explique brevemente cuales son sus habilidades principales. Una vez conozcamos nuestras fuerzas, podremos ir a investigar las características del objetivo con la ventaja de saber de lo que es capaz cada cual.

Tras el paseo insinuante y la arenga, de un paso me alejo un poco y miro a los cuatro.

- Por mi parte, además de resultar terriblemente convincente, - Diciendo esto me aseguro de dar un tono sensual a mis palabras. Tono que vuelve a endurecerse en la siguiente frase - poseo una fuerza y destreza considerables, además de poder volver mi cuerpo invisible. - Recuerdo de repente datos objetivos de mi ficha de pruebas, actualizada por los científicos tras cada ensayo o trabajo real - Puedo levantar más de cincuenta toneladas, alcanzar las azoteas de cualquiera de los edificios que hay en este... decorado... de un solo salto y aun no me he enfrentado a una sola arma capaz de herirme. Durante mi vida me he especializado en misiones de incursión y espionaje. Siempre he trabajado sola, pero si debemos hacer esto como un equipo lo único que podemos hacer es trabajar como si fuésemos un solo individuo. Con coordinación, rapidez y precisión. De lo contrario, entregaremos nuestro éxito a manos de la caprichosa suerte.

Tras echar un rápido vistazo a los cuatro, pregunto al grupo.

- Así pues, ¿cuáles son vuestras habilidades?

El hecho de que tanto la tipa con traje de pornstar y el caballero del zodiaco intentaran comportarse como si fueran los líderes de aquel improvisado grupo sorprendió a Erick. ¿Acaso aquel era un concurso de popularidad, y pretendían ser los reyes del baile? ¿Se creerían que en la oscuridad había fotógrafos esperando a sacar su mejor perfil, o periodistas dispuestos a contar la historia de su vida? Aquella era una prueba para trabajar como mercenarios, y como mercenarios se comportarían. Ya que estaba obligado a trabajar, al menos de forma temporal, con aquel grupo de herejes que desconocían la voz del verdadero dios, les dejaría hacer.

Al fin y al cabo, siempre tenía tiempo para educarlos en la auténtica fe.

- Vale, tetitas - dijo, pegando una profunda calada al cigarrillo - Así que eres una tipa dura y que además te vuelves invisible. Me parece que ya sabemos quién va a reventar la caja, jejeje. ¿Quieres saber lo que soy? Soy un profeta, pequeña. Soy la voz del verdadero dios, y estoy aquí para actuar como su instrumento. ¿Qué se hacer? Transmitir su doctrina, está claro.

Y cogiendo la guitarra eléctrica entre sus manos, deslizó suavemente el dedo pulgar por las cuerdas, provocando un leve sonido amortiguado que recorrió al grupo. La pregunta era evidente: si era una guitarra eléctrica, ¿cómo funcionaba sin amplificador?

Zyne escucha a la humana con atención y respeto, aunque sus aires de grandeza y superioridad le provocan una antipatía floreciente contra los de su parecido. Después de escuchar al humano del cual no se ha dado nombre, Zyne decide ignorar sus palabras, pues cree que todo lo que ha dicho son sinsentidos y no ha respondido a la pregunta de 13 con claridad, mostrando un espíritu individualista que, una vez más, Zyne ya esperaba de ellos.

Volviendo a las palabras de la mujer, Zyne piensa que es la manera correcta de avanzar en esta prueba que se les ha presentado, así pues decide resumir un poco qué puede hacer.

- Yo puedo controlar a mis iguales. Puedo hacerlas brotar, crecer y vivir con rapidez. También puedo comunicarme con ellas, aunque eso ya lo podía hacer antes.- explica, esbozando un rostro de desconfianza.

Tras una breve pausa, continúa hablando sin dejar esa expresión de aprensión hacia todos.

- También puedo desenvolverme bien en un entorno salvaje, cosa que aquí no me servirá de mucho.-dice suspirando, recordando el hogar que ahora queda tan lejos.

Lo que dice la chica tiene sentido, tenemos que conocernos para organizarnos. Como era de esperar Erick solo dice cosas ambiguas y sin sentido, la chica parece alguien a tener en cuenta, la planta no esta en su ambiente bajo tierra e ilusiones no vivas tendrá que esforzarse para poder hacer algo en este ambiente.

Yo soy de Terra, alli los hombres no son tan... decadentes como aquí en la tierra, allí tan solo sería uno más aquí estoy bastante cerca de lo que aquí se consideraría un humano "perfecto". Ademas tengo nociones básicas de artes arcanas, teletransporte y crear ilusiones de pequeño tamaño, nada de un tamaño parecido a esta ciudad desde luego. Me quedo pensando un momento, y finalmente añado. Ademas puedo crear a mi alrdedor un escudo protector, es importante que no me toqueis cuando lo despliegue ya que podrías salir dañados Prefería no decir el origen de ese escudo, pues no me fio de la avaricia de los humanos de esta dimensión.

Asiento a los que se van presentando. Sonrío cuando Trueno explica sus capacidades.

- ¿Podrías teleportarte dentro de la cámara acorazada cuando demos con ella?

Niego a lo que dice la mujer.

No creo que eso sea probable, para hacerlo necesitaría ver de alguna manera el interior de la camara. Soy un guerrero no un gran hechicero. Digo a modo de explicación, la gente de estas tierras desconoce incluso los rudimentos más sencillos de la magia y no parece entender las dificultades de un hechizo como el que sugiere. Cuando estemos en el edificio deberemos buscar otra manera de entrar.

Carbono parecía permanecer ajeno a la conversación de los aspirantes, inmóvil sobre sus talones, los brazos cruzados sobre el poderoso pecho, observando SubCity como una estatua.

Mientras, más allá del círculo de seguridad, las calles se iban vaciando lentamente al tiempo que las luces de los escaparates se iban atenuando. Al parecer era la hora del final de la jornada laboral en aquella simulación de ciudad y sus habitantes comenzarían a regresar a sus casas a hacer lo que fuera que estuvieran programados para repetir en ciclos sin fin.

- Pueden debatir qué hacer y como hacerlo tanto tiempo como quieran, pero en el momento en que salgan del círculo de seguridad comenzará la prueba. - Comentó sin volver la cabeza hacia el grupo.

Asiento las palabras de Carbono, sin girarme a mirarlo.

- Está claro. - Le respondo. Miro entonces a Amarok. - Sólo faltas por hablar tú. - Me cuestiono internamente si entiende realmente nuestra lengua, pues parece poco ducho en el idioma y podría darse el caso que no supiera más que nociones básicas. Eso sería un problema, al menos que algún otro pudiera actuar de intérprete, pero no parece el caso.

Como veo que no parece hacerme caso, elucubro en voz alta.

- Primero: encontrar el lugar. Segundo: ver qué sistemas de seguridad lo custodian. Tercero: infiltrarnos sin causar daños. - Enumero para que quede claro. - Parece ser que el tiempo es un factor, así que deberíamos ser muy eficientes en la búsqueda del lugar y tener una forma de comunicarnos. ¿Alguien tiene alguna habilidad en éste sentido?

Soy un chamán de los Inuit. Mi medicina es poderosa y la uso para proteger a mi tribu. Vosotros sois mi tribu en este sub-mundo en el que nos encontramos y os declaro bajo mi protección y os brindaré mi medicina con gusto. habló el indio con grave voz tras un buen rato de meditación silenciosa. En efecto, estaba entendiendo lo que sus compañeros decían aunque a veces le costaba comprender a alguno, especialmente al pasional y alocado Erick.

Los espíritus errantes y las almas en pena que vagan por este mundo y que no han encontrado aún las verdes praderas de la eternidad son mis aliados, y son ellos los que si les place podrán causar gran caos en el cerebro de los guerreros enemigos. Y por añadidura un espíritu de los hielos me acompaña en mi caminar y me otorga sus poderes. Nunca pedí a un espíritu que pusiera mi voz o mis pensamientos en la cabeza de otros  describió la telepatía con gran exactitud ante la pregunta de la mujer de afilada lengua y que además demuestra estar acostumbrada a ser obedecida. Quizás pueda o quizás no.

Observaba a los falsos humanos que poblaban este inframundo antinatura. Se preguntó con preocupación si los poderes de sus aliados podrían afectar a aquellos que están desprovistos de alma.

Los ciudadanos de este inframundo pueden no ser naturales pero poseen lengua. Pueden indicar donde se encuentra la fábrica si se les pregunta educadamente. Añadió el indio con cierta ingenuidad. Nadie había hablado de no causar sospechas entre los ciudadanos sino solo de minimizar daños materiales.

- Son máquinas, tronco - replicó Erick, lanzando el cigarrillo lejos, perdiéndose en la oscuridad - No te responderán a nada. Bueno, pues ya tenemos todo, ¿no? Tetitas puede ir pegando saltitos por encima de los edificios hasta encontrar el lugar que buscamos, y luego sólo tenemos que abrir la cámara acorazada, ¿no? Como habrá obstáculos, no dudo de que una melodía apropiada nos abrirá camino...

No se pierde nada por intentarlo. Le respondo a Erick, no creía que una ilusión como esta pudiera responder adecuadamente pero tampoco creería que un lugar como este era posible. La damisela dijo que podía ser convincente, aunque la acompañaré para que no se propasen por culpa de sus ropajes. Indico. Pero sobretodo no hagamos nada precipitado cuando encontremos el lugar. Digo mirando a Erick, ya que empiezo a pensar que vamos a tener que detenerlo de hacer alguna idiotez en mitad de la prueba.

Volvió la cabeza hacia el chamán y asintió levemente en señal de reconocimiento.

- Son simulacros de vida totalmente funcionales, como habrán observado. - Comentó al hilo de lo que había supuesto Erick - Están programados con una serie de rutinas de respuesta basadas en el ciudadano medio de Nueva York. Si se les pregunta, responderán. Si se les ataca, se defenderán. Igualmente reaccionarán a la presencia de su grupo.