Partida Rol por web

Los espíritus siguen las órdenes del chamán como tantas otras veces y se extienden por el mundo material, buscando a Trece en las cercanías de la fábrica, atados a su fuerza de voluntad por el contrato de sangre del inuit. Su herencia, la fuerza vital que corría por su venas y el contacto que siempre había tenido con el otro mundo era lo que le permitía al hombre medicina manejarse con aquellos seres ultradimensionales que de otro modo hubieran permanecido salvajes y sordos a las peticiones de los mortales.

Era la fuerza de su tótem la que los sometía cuando se revelaban, la que los adulaba cuando se mostraban indolentes y con quien pactaban cuando querían algo a cambio de sus servicios. Los espíritus del norte eran caprichosos en ocasiones, pero Amarok poseía la sabiduría y el poder suficientes como tratar con ellos de igual a igual.

El fulgor repentino me pone sobre aviso. Podría tratarse de una amenaza o alguna ofensiva somo resultado de haber sido descubierta. Aunque al fijarme mejor y contar cuatro figuras agazapadas, pienso que lo más probable es que sean los miembros del grupo.

 De todas formas, si yo he visto el destello, podría ser que hubieran llamado la atención de alguien más.

Así que, antes de dirigir mis pasos hacia aquel lugar y reencontrarme con el grupo, observo con atención los diferentes sistemas de seguridad que tienen en el perímetro, por si alguno reacciona ante lo que acaba de suceder.

En cuanto me cercioro, acudo rauda a donde están aquellos cuatro. Al llegar a su altura, me muevo de forma sigilosa y permanezco invisible. Con esto quiero comprobar dos cosas: la primera, si son capaces de detectarme; la segunda, escuchar sus conversaciones.

Me mostraré a ellos después.

Zyne sigue en silencio, tratando de imaginar la situación que les ha expuesto Erick. Sin darse cuenta, suelta una media sonrisa maliciosa al escuchar la parte de "atrapar a los guardas". Sus hermanas se lo pasarían bien durante ese rato, al menos. Mira a Amarok, preguntándose cómo podrá comunicarse con la humana. Bueno, lo que cree que es una humana, ya que Erick insinúa lo contrario. Ya no sabe qué pensar sobre los humanos y su estrecha relación con las máquinas. ¿Realmente podrán crear simulaciones humanas con vida?

Mientras toma posiciones, la mente de 13 se llena de voces que susurran cosas ininteligibles. Voces que la desconciertan, que la hacen replantearse la verdad sobre todo lo que conoce. Su origen, todo lo que los científicos le habían dicho que era. Sintética, creada en un laboratorio por la tecnología mas avanzada del planeta. Su cerebro positrónico captaba emisiones de radio en días malos que le levantaban dolor de cabeza, pero aquello era diferente, muy diferente. Las voces no provenían del exterior, no eran transportadas por ondas, estaba ahí, en su cabeza. Pero eso era imposible. Debía ser imposible...

Ligeramente aturdida, incapaz de entender qué decían o que pretendían, pero lo suficientemente centrada para seguir el plan, esperó lo suficiente para ver que nada en la fábrica había cambiado. No había saltado ninguna alarma ni nadie había dado alerta alguna. Al parecer solo ella había visto a los recién llegados.

Y tras acercarse a los cuatro y comprobar que eran ellos, las voces fueron ganando en intensidad pero no en nitidez. Sin embargo, una imagen se empezaba a formar en el subconsciente de la mujer, la imagen de un enorme lobo níveo cuyo rostro le recordaba vagamente al de Amarok.

- Amarok... - Pienso entre el jaleo de mi cabeza, sujetándome las sienes. - ...Dijo algo sobre el poder que tenía sobre los espíritus... - Intento razonar, para no volverme loca. - Quizá no era sólo una forma provinciana de interpretar una mutación, quizá sea real, pero entonces... ¿espíritus? No... No puede ser... Ha de haber otra explicación. - Aquello desmonta mi propio paradigma sobre la existencia de las cosas y, hasta cierto punto, sobre la moralidad.

Por suerte, me habían diseñado y entrenado para aislarme de las emociones. Así que, recogiendo fuerzas y centrando mi cabeza en la misión, obvio el griterío de voces sin intentar discernir su procedencia física o metafísica, y observo al grupo que ha aparecido hace escasos instantes allí.

Luego centro la atención en la imagen del lobo. Lo observo con curiosidad y con un interrogante en mi mirada que me hace alzar una ceja.

13, estamos frente a la fábrica. ¿dónde estás? deberías reunirte con nosotros resonó la grave voz del chamán en la cabeza de la mujer.

El extraño chamán parecía concentrado, murmurando por lo bajo palabras que a oídos de los presentes no significaban nada. No parecía haber ni rastro de Trece, que seguía oculta a los sentidos de los aspirantes, salvo a los de Erick. Si lo que él decía era cierto, podría estar corriendo por muchos motivos. Incluso porque estuviera siendo perseguida. Era imposible saberlo.

Hasta que Amarok no pudiera contactar con ella no podrían esta seguros de nada. A no ser que salieran a buscarla, arriesgándose a ser descubiertos. A poner en peligro la prueba.

Aparezco justo detrás del grupo. Como surgiendo de la nada.

- ¡Estoy aquí! - Anuncio de repente.

Permanezco de pié observándolos.

- ¿Por qué habéis tardado tanto? - Pregunto con un punto de sorna en la voz. - He tenido que contenerme para no entrar yo misma y hacer el trabajo, pues se supone que debemos resolver esto en equipo. - Hago un ademán de suficiencia con la mano. Luego pongo los brazos en jarras.

Antes de comenzar a explicarles mis conclusiones sobre el lugar, les doy tiempo a que reaccionen.

Si 13 hubiera podido disfrutar de la expresión del rostro de Erick, habría podido comprobar que ni siquiera se había inmutado. Quizás porque era difícil de sorprender, o quizás porque su cerebro no era capaz de coordinar la sorpresa adecuadamente. O simplemente, porque para él siempre había estado localizable.

- Corres mucho, niña - dijo, sin dejar de mirar a la fábrica - Espero que no fuera porque tenías miedo de algo. Gracias por reunirte con el resto de la clase, porque estábamos pensando cómo entrar, y parece que Zyne está contento con la idea de que sus pequeñas se entretengan con los guardias. ¿Alguna idea mejor que quieras compartir con el resto de los alumnos?

Ahora mantenía aferrada la guitarra frente a él, como si hubiera estado tocando un concierto durante horas y sus brazos aún no hubieran sabido que el espectáculo había acabado.

Saludo con una ligera inclinación de cabeza a 13, parece que Amarock había conseguido avisarla finalmente.

El plan de incapacitar a los guardias  con las plantas no es malo pero preferiría evitarlo. Amarock dice que los espiritus pueden abrir un portal directamente al interior sin alertar a los guardias y creo que es nuestra mejor baza en este momento. Cuanto menos llamemos la atención mejor. Estos guardias eran "soldados", no estaba del todo en contra en ir contra soldados pero por poderoso que fueramos eramos un grupo pequeño y la infiltración pensaba que era nuestra mejor estrategia. Ser detectados solo sería una perdida de tiempo.

Zyne se muestra bastante molesto con 13, y casi la ignora.

- Estoy de acuerdo con el caballero, es mejor evitar que los humanos no vean a menos que no haya otra opción. Las órdenes del ser embutido en metal eran claras.- dice, cruzando sus brazos y mirando a Trueno.

Asiento a lo último que se ha dicho.

- En efecto, debemos conseguir el documento que nos han encomendado evitando llamar la atención. Por lo que nos han dicho, lo ideal sería que lo obtuviéramos sin que nada ni nadie lo notase.

Miro hacia el complejo.

- La seguridad que hay desplegada está diseñada contra humanos, y eso nos da ventaja a los que no lo somos. Debemos aprovecharla. - Comienzo a exponer lo averiguado mientras ellos venían - Las vallas, aunque están electrificadas, no son demasiado altas, la separación entre las torres y las cámaras dejan ciertos puntos muertos en los tramos intermedios y sólo hay una garita en la entrada. Ya no hay trabajadores en la fábrica, quizá sólo los de mantenimiento y los guardias.

Cruzo los brazos y llevo la mano derecha a la barbilla mientras continúo narrando los puntos que plantean más dificultad.

- Tan sólo me preocuparía por los perros, que son los que pueden dar la alarma, con la agudeza de sus sentidos y campan libremente por el complejo; y por los focos de las torres exteriores, que cuentan con un sensor de movimiento de amplio rango de funcionalidad que se encargan de iluminar a cualquiera que se mueva por el complejo, si os fijáis en los guardias a los que iluminan el camino.

- Toda la seguridad se controla desde aquella garita en la entrada, aunque no me extrañaría que hubiera una segunda sala de control en el interior.

- Antes de conocer la interesante habilidad de Amarok, estaba pensando en entrar por aquella zona que está en obras. - Señalo una parte de la fábrica que está cubierta por andamios. - Allí hay un punto de entrada al interior, donde están substituyendo la antigua estructura de vigas y ladrillos por la nueva cobertura de metal.

Vuelvo a mirar al grupo.

- Pero lo de plantarnos directamente en el interior usando lo mismo que os ha traído hasta aquí, parece mejor opción. Lo único que puede pasar es que tengamos la mala suerte de aparecer en un lugar donde haya alguien observando o, incluso, cámaras.

Tuerzo el gesto en una mueca de preocupación.

- Eso podría dar al traste con toda la operación... o por lo menos lo que se refiere a llevar a cabo el objetivo sin ser vistos.

 13 ha hecho un extraordinario trabajo a la hora de explorar el terreno y el chamán sonríe complacido al escuchar sus palabras.

Si. Podemos ir al interior poero sin saber lo que hay en el interior. ¿estáis dispuestos a correr el riesgo, guerreros?

Zyne medita durante unos instantes.

- Hm... La verdad es que prefiero enfrentarme a lo que haya dentro que pasar por mil y una defensas para entrar y luego enfrentarme a lo dicho.- dice, recorriendo con la mirada al grupo.

Tras escuchar la extensa charla de 13 en la que había dejado claro las fortalezas y debilidades de la fábrica, Erick se giró y se rascó la nuca, bostezando.

- Bueno, queda claro entonces que habrá que entrar por ese agujero, ¿no? Si el Hombre de Hojalata quería que fuésemos discretos, habrá que ser buenos para que nos de postre - dijo, mirando a 13 con una sonrisita, a sabiendas de que no el había respondido a su pregunta a sabiendas - Si nos metemos dentro sin mirar, puede que acabemos en mitad de un muro, así que lo más sencillo es usar los portales de Trueno y Amarock para aparecer donde aquel agujero y entrar por ahí. Y con respecto a los perros, no habrá que preocuparse. Si les da por intentar seguir nuestro rastro, seguro que Dios nos ayudará.

- .. o quizá algún olor fuerte que les deje sin sentidos durante un rato...- dice Zyne, con algo de malícia.

El olor puede ser una buena idea, sobretodo si puede ser algo que solo huelan los perros y no sus cuidadores.  Le digo a la planta. En cuanto a no ser detectados, tendremos que someternos al buen juicio de Amarok al elegir el lugar de entrada.

Los minutos pasaban mientras el grupo discutía la mejor forma de atajar el problema de la infiltración. Los guardas seguían haciendo sus rondas por el perímetro interior, al ritmo que ya había observado Trece. Los perros recorrían el espacio entre máquinas y contenedores, paseando a su antojo sin seguir patrón alguno. A veces se juntaban dos, a veces no había ninguno en alguna de las zonas. De vez en cando se tumbaban en el cemento a descansar o dormir, aunque siempre alerta.

Una vez indicado por Trece, el punto de acceso quedaba claro para el resto del grupo. Una zona de andamiajes en la que, como había explicado, estaban sustituyendo la antigua estructura de la fábrica por la nueva.

Observo al grupo unos instantes, como evaluando las opciones.

- Bien. No debemos perder más tiempo. Parece que tenemos un plan. - Digo, muy segura de mí misma al ver claro como proceder. - No es infalible, pero con los medios que tenemos parece lo menos arriesgado, en términos de la consecución de la misión. - Una breve pausa para comprobar, con un rápido vistazo, que todos escuchan - Si Amarok puede transportarnos a todos allí - Señalo el lugar por donde se vislumbra la fisura de seguridad en la zona en obras - no correremos el riesgo de aparecer en algún lugar comprometedor. Una vez allí, presumo que sólo habrá que forzar alguna chapa para poder entrar todos. Hay que ir con mucho cuidado, pues no sabemos lo lejos que alcanzan los sensores de movimiento, si nos detectan allí arriba tendremos unos cuantos focos delatando nuestra posición, y se echaría al traste toda la discreción. Así que, cuando aparezcamos a aquel lado, deberíamos procurar permanecer absolutamente quietos y sólo movernos para entrar.

Observo nuevamente al grupo, con seriedad profesional. Y me detengo en Amarok.

- Otra cosa que nos debería preocupar es si tu portal es discreto. Me refiero a que, cuando habéis aparecido en éste punto, me ha parecido ver un destello al abrirse. Si es así... quizá debamos arriesgarnos a aparecer directamente en el interior y jugárnosla con eso. De lo contrario, todos los guardas de seguridad verán un fogonazo de luz en aquel punto y no habremos logrado nada.

Satisfecha tras haber puesto todos los puntos sobre las íes, pero preocupada por la trascendencia de la respuesta de Amarok, doy paso a los demás para que den su opinión.

Erick había dejado más que claro lo que había que hacer, pero parecía que el resto del grupo necesitaba oírlo de labios de 13 para ponerse en marcha. Era el problema de los infieles, que con frecuencia se dejaban engatusar por las constantes distracciones de la vida y no permitían que el ritmo y la melodía que movían el Universo les inundara.

A sabiendas de que no sabría si dentro tendría alguna oportunidad de encenderse otro cigarrillo, Erick tiró el que tenía a medio consumir y encendió otro con un rápido movimiento de manos. Una profunda bocanada inundó sus pulmones de nicotina y alquitrán, acortando un poco más el tiempo que le quedaba hasta que Dios le reclamara.