Mira con mala cara a la chica, no puede evitar sentir arcadas de nuevo al verla vomitar.
- Yo tambien puedo ir a ayudar, no estoy tan mal como ella, cuantos más seamos, más rápido volveremos - responde al resto del grupo.
No es que quiera dejarla sola, pero si son más todo será más ágil y rápido, y antes conseguirían el antídoto.
Roy le tendió la mano al extraño, dando por finalizado el trato de un modo bastante exitoso. - Gracias por la ayuda, Roger. Soy yo Roy. Volveremos lo antes posible.
Al oir las palabas de la joven de la gorra, Roy se volvió hacia ella. - Ven con nosotros si estás bien. Perdona, pero pensaba que estabas igual que ella. - Apuntó, señalando a una de las dos clones que habían escapado con ellos. Pobre chica, sí que está afectada por la radiación... no hace más que vomitar. Veo muy crudo que salga adelante incluso con un par de dosis de Rad X. Roy se sacudió la pena con un meneo de la cabeza y se centró en lo importante ahora: acabar con los necrófagos para poder chutarse y volver a por su hija.
- Bien Roger, ¿en qué dirección está tu granja?
Roger estrechó la mano de Roy y se pegó un poco más a él.
-Oye no es asunto mío, pero, le harias un favor a esa chica si le pegaras un tiro, lo puedo hacer yo si quieres. He visto a muchos infectados de radiación y que empiece a escupir sangre es mala señal. Si os hace falta ayuda, avisaré a una conocida mía para que os eche una mano, pero ella...
Roger negó con la cabeza mirando a la pobre chica enferma.
-Pero no es asunto mio.
El granjero se encogió de hombros y señaló hacia el oeste.
-Por allí, bajais por una colina con un poster de la luz roto, junto a un cartel de NukaCola y llegareis a un puente roto. Bajo él está mi granja.
Escucha lo que dice el extraño...
Que esté moribunda por culpa de las ansias de huida de esos tres no significa que esté sorda o que sea tonta... además, sabe diferenciar muy bien los gestos de la gente y no le gusta nada que hablen de ella como si ya estuviera muerta...
-Aun... aun estoy viva... no me dejéis con éste...
- Volveremos pronto, si vienes vamos a retrasarnos mucho y cuantos más vayamos, antes volveremos. Estate tranquila, volveremos con el antidoto y te curaras.
La ayudó a sentarse en el suelo, si la llevaban con ellos, a parte de que se enternizaría el camino, obligarla a andar con lo débil que estaba podía provocarla la muerte.
Escuchó lo que aquel hombre dijo, y tenía toda la razón, aunque ella no se veía capaz de hacerlo.
-No quiero... no quiero quedarme aquí... aun puedo ser útil...
Se levanta reuniendo todas las fuerzas que tiene y se mantiene en pie por ella misma, aunque no es que tenga buen color de cara...
-Vosotros me habéis metido en esto y ahora me queréis abandonar...
Xiong, viendo como se demoraba el inicio de la tarea, y sabiendo que eso significaba darle ventaja a la radiacion, decidió intervenir.
- Si viene con nosotros perderemos tiempo y al final no solo morirá ella, nosotros tambien.
El oriental, manteniendo su tono de voz constante y carente de emociones, se dirigió directamente a la aludida.
- Tu unica opcion de no acabar muerta en la proxima hora es dejarnos hacer el trabajo y regresar para curar tu radiacion. No vamos a arrastrarte hasta la granja y en tu estado no eres util alli. No estas en condiciones de elegir.
Sin esperar respuesta el chino comenzó a caminar en la direccion que indicó Roger, tan solo giró la cabeza para hablar con Roy al pasar a su lado.
- Acabemos con esto de una vez.
Roy escuchó con atención lo que decía la moribunda. No tenía nada de razón, pero aún así había una solución satisfactoria para todos. Al pasar Xiong a su lado, le detuvo con un gesto de la mano, de manera amigable. Pero en vez de dirigirse a él, habló para Roger con bastante confianza:
- Escucha Roger, para que la chica se quede tranquila y no sea una carga para tí me puedo quedar a su cargo. Así nadie se retrasa en hacer su tarea: los necrófagos son machacados sin problemas y conseguimos las primeras dosis de Rad X sin dilación. ¿Qué dices?
Parecía que Roy acababa de encontrar otra buena solución para el asunto. Y lo mejor de todo es que, con suerte, me quito el riesgo de morir despedazado por esas bestias inmundas.
Roger miró a Roy unos instantes y luego se encogió de hombros.
-Mientras no os retraseis, pero os aviso, son bastantes cabrones los que hay allí, al menos cinco o seis y están armados.
Explicó al mercader.
-Pero es asunto vuestro, dentro de algunas horas volveré.
El hombre le dio una palmada en el hombro a Roy y siguió de largo.
Cinco o seis necrofagos armados. Es un suicidio. Pero hay que hacerlo.
Xiong se giró hacia Roy y negó con la cabeza.
- No tenemos posibilidades si no vamos nosotros dos. Ella no parece tan mal, podria ser de ayuda - dijo señalando a Mia - pero esta mujer apenas puede mantenerse en pie. Que se quede en el vehiculo abandonado y espere nuestro regreso. De por si va a resultar muy dificil enfrentearse a esos necrofagos.
Mientras se tomaba una decision el oriental recogió un puñado de los hierbajos que Roger habia señalado como solucion temporal. Si bien el chino no confiaba mucho en el juicio del extraño no existia alternativa a corto plazo para el tratamiento de la radiacion.
Roy no replicó a Roger cuando éste se dió la vuelta y se marchó, aunque no estaba contento del todo con el resultado de las negociaciones: en verdad, nada les aseguraba que el extraño les diese una cura tras asegurar su granja. Mierda... aunque no estamos muertos pronto lo estaremos, radiación más necrófagos es una suma con un resultado muy desagradable...
- Iré a la granja, no te preocupes. Simplemente pretendía que alguno de los cuatro se curase con seguridad para que nos condujese al resto al silo del Rad X en el caso de que nuestro "amigo" Roger no sea tan amable como pensamos. Lo siento chica, pero te quedas en el camión. - Roy habló con el gesto torcido, reflejando que las cosas podían haber ido mejor. Aún así, había determinación en su voz: la situación ya estaba jodida, así que tocaba enmendarla de la mejor manera posible.
- Ahora vamos para la granja.
Justo antes de partir, se agachó a por un par de puñados de hierbas como Xiong y, tras masticar unas como tabaco, le pasó el resto a la joven moribunda. - Máscalas hasta que volvamos o Roger o nosotros. - O hasta que mueras. En verdad, la chica no le inspiraba a Roy más pena que él mismo o el resto, pero nunca es agradable ver cómo alguien se muere poco a poco por la radiación. Las posibles mutaciones y transformaciones son realmente acojonantes. El Yermo es una puta caprichosa que hace con la vida de la gente lo que le viene en gana...
Coge las hierbas pero se niega a quedarse allí puesto que sabe que la dejan allí a su suerte y que la dejan allí para que muera sin que ellos lo vean... y eso que esa gente tiene la culpa de su estado... nunca había odiado tanto la libertad como ahora...
Se mantiene en pie con una fuerza sacada de dios sabe donde y comienza a caminar tras ellos...
Ella no se queda allí ni loca...
Hizo como el resto, recogió unas hierbas y con cara de asco comenzó a mascarlas. No era nada agradable hacer eso..
Asintió a lo que dijeron los demás y les siguió a buen paso, al paso que le permitía la radiación aunque con aquel remedio comenzaba a sentirse algo mejor.
Miraba hacia atrás de vez en cuando para saber por donde iba la chica. Era una cabezota, iría a ayudarla, pero si lo hacía todo el grupo se retrasaría más de la cuenta.
El camino hacia la granja donde os habían prometido el antídoto comenzó. Según os dijo, no estaba muy lejos, siempre y cuando fuera en línea recta.. pero no contabais con que tendríais que cruzar una colina.
No era muy alta, pero no os permitía ver que es lo que había al otro lado. En primer lugar iban los chicos, seguidos muy de cerca por Mia y bastante más retrasada caminaba Alice, a la que le costaba bastante andar, parecía que se fuera a desmayar en cualquier momento.
Mia mira a los chicos y da media vuelta, no puede dejar a la muchacha andar de esa forma, aunque ella tambien se retrasara, pero al menos llegarían todos bien.
Despues de una larga caminata, llegan a lo más alto. Desde allí ven la granja, que en realidad es un pequeño pueblo abandonado. Pero cuando os los hombres se giran para comprobar donde están las chicas, estas han desaparecido. No se explican como.. allí no hay cuevas, ni animales salvajes que se las coman, no vieron nada vivo a parte de ellos por esa zona. Bajaron unos metros para comprobar que se hubieran quedado más atrás pero no había rastro alguno.. Tuvieron que tomar la decisión de seguir adelante, habrían parado a descansar y cuando volvieran seguro que las encontrarían.
Mientras tanto...
Mia y Alice, aunque fueran más atrasadas, podían ver desde lejos al resto del grupo. Tuvieron que hacer una parada para que Alice descansara un poco.
- No te preocupes.. aunque no lleguemos a la vez que ellos, nos recogerán cuando vuelvan, allí no se quedarán, eso fue lo que dijeron.. - decía Mia mientras observaba como la chica volvía a vomitar.
Alice siguió vomitando, aunque menos que antes.. ya no tenía nada más que echar, estaba agachada, con los ojos cerrados. Cuando se incorporó y los abrió, una sombra grande le tapaba el sol. La sombra levantó los brazos.. y Alice cayó desmayada.
Esa sombra ató a las chicas y se metió bajo unos matorrales de la colina, para después aparecer en el pueblo abandonado.. mientras arrastraba el cuerpo de las chicas.
Fin de este capítulo, pasaremos a Miradas entre las sombras.