La luz volvió levemente al lugar, pudisteis comprobar con horror como le habían disparado en la cabeza a Shigekichi Oniwa, además de que Suruga Kanbaru estaba bastante destrozada. Para daros algo de esperanza, los dos únicos supervivientes de la carta salvaje volvieron a la Velvet Room, Ren Amamiya y Yu Narukami, pero poco duró esta esperanza, pues pronto la noche volvió a inundar la habitación dejando solo una pequeña luz que desvelaba el verdadero horror de lo que iba a ocurrir. Una criatura gigante y de muy mal aspecto hizo acto de presencia.
Esta sala es nuestra, ya nada ni nadie puede pararnos, ya no hay esperanza. - tras decir estas palabras le clavó la punta de uno de sus enormes y afilados dedos esqueléticos en la cabeza a Ren Amamiya, acabando así con su vida.
Tras este acto de violencia despiadada, el resto de sombras que había en la sala, Eldwin von Richthofen, Arlek, Kaguya Kitamura, Naoki Kawa y Ryland Horst, se avalanzaron sobre los tres seres de luz restantes, acabando con Monete Vobiscumon y con Tora Ito. Valientemente Yu Narukami intentó defender a su compañera de la carta salvaje, Ena Minami, pero finalmente Tohru Adachi le puso la pistola en la frente y Ryland Horst hizo lo propio con Ena Minami.
Dos sonoros disparos abarrotaron la habitación, seguidos de un silencio terrible. Los neutrales restantes, habían cumplido todos sus objetivos a lo largo del trascurso de aquella velada, pero para algunos aquel desenlace fatal fue demasiado. Igor seguía en su silla, sentado mientras que Erina seguía de pie a su lado, en silencio.
Eldwin toma un último sorbo de su copa de vino y sonríe ante el espectáculo que estaba ocurriendo ante sus ojos; acercando la copa a Leon Pris, esta la coge con sumo cuidado y se posiciona detrás del Noble, el cual ahora lucía con sus verdaderos colores, DI-VI-NO. Sacando de su abrigo nuevamente el fusil, golpea el suelo con la culata un par de veces antes de comenzar a cantar...
Ok, ok
Ya se lo que pasa aquí
Encuentras la grandeza frente a tí
Y no sabes bien que sentir, ¡es adorable!
Que jamás los iluminados cambiarán
Despierta ya, oye bien
Soy como ves, ¡Una Sombra!, de verdad
¡Se que como yo no encuentras dos!
Pero Leon Pris es mi Enamorado.
Yo solo se decir "de nada"
Por el Mago y el Contador.
No hay de que agradecer, de nada
Soy solo un ordinario Neutral
Hey, quien hizo a Makoto su poder malgastar
Cuando solo estaba la gorda por resucitar
¡Este!
Cuando la noche, ¿y se duplicó?, quién a Ziu convenció
¿Qué, alguién me nombró?
Oh, también cacé un día al Sol
De nada
Para causar Caos en la Votación
A la Justicia hago suicidar.
De nada
Y así a los Inocentes Manipular.
Yo solo se decir "de nada"
Por el intercambio y a Mia ejecutar
No ruegas jamás, nunca más, de nada
Genial es mi manera de servir
De nada, de nada
De nada dudes ya
Hey, honestamente te explicaré
De natural modo lo que pasó
La Fuerza, La Torre, el Carro.
Oh, ese Eldwin hablando de más
¿La Justicia? ¿qué?, yo la enterré
De la nada mi "verdad" instauré
Un consejo, una lección te doy
No me molestes si en mi descanso estoy
Calladito, obedeciendo, porque si se te ve
Bueno, la Luna ya sabe el qué
Por donde fui provoque mil sucesos
Ve la victoria de las Sombras y del resto.
Ha, ha, ha, ha, ha, ¡hey!
Yo solo puedo decir "de nada"
Por el amor especial que doy
No hay de que agradecer, de nada
De nada hablaré que ya me voy
Te toca a ti decir de nada
Pues quiero este título ya
Muy lejos llegaré, de nada
Pues Eldwin será un Marques
De nada, de nada
¡Y gracias!
Terminando su canción, dio una leve reverencia hacia su público y alzó el arma al cielo con una última pose.
Girándose sobre sus tobillos agarró por la cintura a Leon Pris, su fiel compañero de batalla, que por algún motivo había sufrido el ataque constante de las Sombras durante las primeras dos noches -gracias a que la gorda estuvo viva-; ambos habían vencido, y ni siquiera había hecho falta usar sus poderes en ningún momento, pues ambos salieron indemnes de todo.
El desenlace de la batalla entre sombras y la humanidad había llegado a su fin. Y de la manera más horrorosa posible; la cual no podría haber sido imaginada por aquel ingenuo y bien intencionado oficial de policía. De un momento a otro, las sombras consumieron al resto de los humanos, acabando con toda la resistencia en lo que fue una brutal masacre. La humanidad perdía ante aquellos seres de oscuridad, y Meiyo no podía procesarlo.
Kk-kj... ¡Nghh! Esto... esto es horrible... ¡es horrible!
Quedo atónito, mientras lágrimas caían a través de sus mejillas formando cataratas. El oficial, que se había mostrado como una persona neutral que mostraba simpatía por los humanos, tenía la esperanza de que este no iba a ser el final de la historia. A que había otro camino que iban a seguir para derrotar al mal y salvar a la tierra. Pero no fue así. Los humanos perdieron ante las viles estrategias de las sombras. No pude hacer más que observar en vano como la humanidad perecía en aquella batalla de astucia y temores. él era neutral. Pero... la humanidad perdida... era su humanidad.
Muy bien jugado, sombras... les reconozco el mérito. Son seres horripilantes... y espero que se ahoguen en su bilis de odio. Pero han ganado... como yo...
Súbitamente Meiyo Rodo saca un arma que hasta el momento tuvo escondida. Pero antes de apuntarla a cualquier otra persona, la posiciona en el lateral de la cabeza. Después de todo, él era un hombre de palabra: prometió no utilizar fuerza bruta con los demás. Pero no dijo nada sobre él. Y él no soportaba el resultado de aquel macabro juego.
¡PERO NO SERÉ UN GANADOR EN UN MUNDO DE SOMBRAS! ¡ESPERO QUE NOS VEAMOS EN EL INFIERNO!
Y derramando sus últimas lágrimas, el devastado oficial apreta el gatillo que deposita una bala en su sien.
¡BANG!
Ziu mirando a Meiyo como se volaba la tapa de los sesos, se apartó para que no le manchasen...
A mi este mundo imperfecto me da igual, yo estoy más allá de todo esto, soy la estrella de este lugar.
Mira al conde y alza su refresco servido en copa...
Me estiro y sonrío con malicia... Eldwin eres muy muy muy pesado, pero he de reconocer que si no fuera por ti no lo habríamos conseguido. Eso si...mi cabeza agradecerá no escuchar más tus planes admito mientras vuelvo a frotarme las sienes.
-Gracias por el banquete esperemos a ver que ocurre ahora, siempre es bueno devorar mas muertos y pronto habrá mas- dijo el gigante regresando a la oscuridad de donde salió.
Arlek no sonreía todavía, una vívora blanca y enorme salia de su ropa para enrollarse en la cadera de la sombra, sus ojos se volvieron rojos y la piel de las manos se volvió escamosa, tiró todos sus cuatro libros dejando solo tres. El príncipe de Maquiavelo, un libro sin letras adentro y completamente blanco, y por ultimo, un libro muy pequeño y simple, la portada era un chico siendo deborado por una víbora.
La sombra señalo al hada Monete Vobiscumon y la cabeza de la serpiente simulo una bala dirigiéndose a su victima. no le dio tiempo para reaccionar, el hada estaba ensartada entre sus colmillos, quien la torturaba lentamente antes de tragársela. Mientras tanto el chico abría el tercer libro, preparado para contar la ultima historia.
La verdad, no hace falta contar mi historia, solo diré que gracias al conde logré ganar, y el conde era un neutral, pero vi que nos servia, y desgraciadamente no pudimos matarlo ninguna noche, fue lo único en lo que fallamos, Felicidades Eldwin, te pasaste de listo y no pudimos asesinarte, aún cuando eras sombra pero bueno, parece que ganaste un lugar en el nuevo mundo, enhorabuena.
- Por fin la batalla ha terminado... - Kaguya lanzó un largo suspiro al aire y observó la escena a su alrededor como si se encontrase en aquel lugar por primera vez. Sonrió, y al contrario que la sonrisa de Naoki en la de Kaguya no había malicia, era una sonrisa de genuina felicitad. - Por fin... ya no tengo que seguir recibiéndoos en mi cabeza. - miró a sus compañeros de las sombras. - ¿Sabéis el escándalo que habéis causado en mi espacio mental? Me llevará días volver a pensar con normalidad... - ladeó la cabeza, observando los cuerpos de aquellos seres de luz que habían caídos, las sombras triunfales, y los neutrales que aceptaban la nueva situación. - Pero... ha merecido la pena. Conde, Amapola, Sun Tzu, Tenebrón... lo hemos conseguido. Y en su mayoría gracias al Conde... ¿quién lo iba a imaginar? - rió, divertida y, por fin, libre.
Se había terminado una sonrisa se dibujó en mi rostro -Es una lastima por un momento pensé que la humanidad lograría sobrevivir sobre las sombras - cuando Eldwin me tomo de la cintura mi sonrisa se desdibujó detestaba cuando hacia eso -Me sorprende que no te hayan asesinado incluso yo pensé en votar por ti- solté una risa ante el pensamiento tomando una coma y agitandola frente a Eldwin y Ziu -Supongo que es una victoria para nosotros.
Puse mi brazo sobre el hombro de mi compañero -Esta victoria se la debemos a nuestro amado Conde quien manipulo a todos moviendo los hilos para tener una victoria aplastante,aunque costó sus sacrificios- di un sorbo a la copa triunfante.
Cuando terminó con Ena Minami miró alrededor sabiendo que era una nueva victoria para las Sombras. Tenebrón, como así se hacía llamar Ryland, contestó a Temperance:
-Lo hemos conseguido.. pero hay muchas cosas que han escapado a nuestro control, gran parte de la victoria ha sido más cuestión de suerte que otra cosa...aunque bueno, la suerte sonríe a los audaces, siempre. -tomó una copa y se unió a la oscura celebración dedicando unas palabras a Leon Pris tras beber de su copa:
-Él si que puede hablarnos de la suerte... no sabe cuanto- dijo señalando a Leon. Volvió a beber del oscuro vino.
Como había temido mi intento de matar a Ryland acabó en fracaso y con ellas mis esperanzas de sobrevivir las dos noches. Miré alrededor y vi muerta a Suruga y al mafioso. Mordiéndome el labio de rabia lancé una mirada de odio hacia las sombras que se abalanzaban hacia nosotros.
- ¡MALDITAS SOMBRAS! ¡YO OS MALDIGO PARA TODA LA ETERNIDAD! ¡OS PERSEGUIRÉ EN LA MUERTE Y MÁS ALLÁ SI HACE FALTA! ¡MALDITOS Y MIL VECES MALDITOS! - grité totalmente fuera de mi y el rostro desencajado de rabia.
De pronto, Ryland se lanzó hacia mi y trató de proteger pero ya era demasiado tarde. Tohru Adachi se interpuso y ambos nos encontramos con una pistola apuntando a nuestra cabeza.
Lo último que sentí fue la desesperación por el fracaso, el no haber podido hacer nada a pesar de tener el poder para conseguirlo y la fría mirada de Ryland justo antes de dispararme y sumirme en el oscuro manto de la muerte.
Antes de que las sombras acabaran con él, Igor termina de escribir unas veinticuatro cartas, las cuales se las entrega a Erina y esta se desvanece entre la oscuridad. - Y al igual que la llama de la votación, esta velada ha de extinguirse, pero no temáis, las almas que aún podéis oírme. Hay esperanza, quizá no aquí, pero en otro mundo, en otro tiempo, hay alguien capaz de reunir a un equipo que nos ayude a retomar esta habitación. Y ahora, con gusto, acepto mi destino. - con esas últimas palabras, la poca luz que quedaba en la habitación desapareció, quedando en ella únicamente el brillo de cinco pares de ojos amarillos.