¿Me dijiste insecto? Ridicula excusa de villano, sabes algo, cuando necesite algo para hacerle un sacrificio a los duques del averno para ganar su favor, serás al primero que mire y ahora quítate de mi camino o te voy a dar tal puntapié que vas a terminar de cabeza en la alberca.
Todos dicen que los gatos no sabeís nadar. ¿Qué tal si lo averiguamos? - pregunto mientras me abro paso entre la gente con la clara intención de cumplir mi amenaza.
El Destructor pone una mueca de desagrado al escuchar la riña que se estaba dando lugar entre Black Nightmare y King Cat. El Destcutor no disfrutaba de tal escena.
- El Destructor... desea que haya paz entre los villanos. El Destructor cree que son los héroes los que deben sufrir nuestra furia, no nuestros compañeros en el mal...
-¡Oh dios mío! ¡Has visto eso Lin! -exclamó Ren con su aguda vocecilla mientras señalaba con su brazo (es decir, con el brazo de su lado) al gatito gris y blanco. -¡Y le hemos gustado!
-Venga ya, Ren, si solo es un miní -antes de dejarle terminar la frase, y aprovechando su sorpresa, Ren forzó el cuerpo de ambos para coger al minino en brazos. -¡Pero qué haces, enferma! ¡Suélta al bicho, nos va a llenar de pelos! ¡A-a-achú!
-Oh, mira, y ahí hay otro. ¿Serán amiguitos? Hola, pequeñín -saludó a Pelusón entusiasmada. La conciencia de Lin se sobrepuso al susto, y consiguió que el cuerpo le obedeciera para bajar al suelo a King Cat. -Estás como una regadera -afirmó, negando con la cabeza con enfado. -Me encanta este sitio -canturreó ella, moviendo los dedos de la mano de su brazo para llamar la atención de los animales.
Llego al salón que está lleno de "villanos" atravieso el salón sin hablar con nadie ya que no le interesa, había ido ahí a demostrar que era la mejor y nada más me importaba. Así que me senté cerca del carro de bebidas me servi una copa y me senté en silencio ignorando al resto.
La situación parecía estar saliéndose de control a pasos agigantados, algo que se podía ver en el rostro del Dr. Flug, bueno, si no lo llevara cubierto por una bolsa de papel, claro está.
Bueno... es hora de ir... a ver al Jefecito...
Tragando saliva y aún temblando, bien porque temía que la situación se hubiera vuelto tan salvaje tan rápido, bien por el gran número de villanos que estaban merodeando, o bien por lo que tenía que hacer ahora, ir junto "el Jefecito".
¡Po-Por favor, si-siganme!
Tratando de llamar la atención del grupo, el Doctor se adelantó por los pasillos mientras el resto del grupo lo seguía en más o menos silencio, alboroto y comportamiento educado. Para finalizar, estaba la adorable abominación, 5.0.5. llevando a su espalda a Demencia aún bien sedada.
¡A-Aquí es!
¡Fin de la Introducción!