Partida Rol por web

Hollow

Gungir

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08/08/2011, 00:33
Director

Parecía que al seguir a aquel gato negro Wonadaz se incorporó para observarla, la lluvia dejó de caer y las nubes se apartaron para que la luna naciente como un guiño iluminara a la mujer de ojos brillantes mientras andaba con paso firme entre las casuchas de madera cerradas a cal y canto. 

Las calles estaban en el mismo mal estado que el camino que llevaba al pueblo, el fango campaba por los caminos de tierra a sus anchas cubriendo los excrementos y la porquería que se habían acumulado a lo lardo de los días en los bordes del camino. El gato mirando constantemente por encima de su hombro para comprobar que Gungnir la siguiera, maullaba para asegurarse que la mujer supiese por donde iba. Tras una de las puertas destartaladas un perro ladró con furia, el gato siguió adelante con pasos presurosos sin preocuparse del perro. Giraron un par de callejuelas, en una de ellas un hombre dormía con la cabeza medio enterrada en el fango, roncando sonoramente mientras el agua cubría parte de la cabeza. Un par de botellas de aguardiente vacías de contenido reposaban una contra su cadera, otra aún en su mano. El gato lo sorteó saltando por encima de su espalda y continuando por ella hasta el otro extremo del callejón, de nuevo maulló con premura para que lo olvidase y continuase con su camino.

Probablemente el hombre moriría ahogado si no lo sacaba de allí pero el gato seguía insistiendo en que lo siguiese a él.

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09/08/2011, 12:18
Gungnir

Deje de sentirlo al tiempo que la luz blanca y acerada de la luna, como el reflejo de una espada, me iluminaba los pasos y el ambiente opresivo y oscuro de aquel pueblo. La lluvia descansó brusca como brusca había caído, y yo levanté los ojos al cielo, y retiré con la mano la capucha que se deslizo suave sobre mi espalda. Los ojos, veteados de desafío, se me enredaron en las nubes que se retiraban.

Bien. Estaba bien…

Seguía al gato. Una calleja, otra... diferentes pero todas iguales, sin detener los pasos tras el animal que me observaba cada tanto para confirmar mi andar tras el suyo. Y no me detuve, hasta que le vi allí. Un borracho como tantos otros.

El gato pasó sobre él, ciego a su cuerpo, como si sólo fuera un fardo tirado en el barro, algo sin vida, algo ya muerto. Quizá lo estaba. Seguramente lo estuvo desde el momento en que prefirió ahogar su aliento en aguardiente. Miauuwww… miaaaaaaauuuwwww… Insistente, urgente, apremiante…

Me detuve cerca del hombre para mirar a mi alrededor desconfiada. Prefería no ser observada y en aquel pueblo sombrío no podía dejar de sentir mil ojos sobre mi. Quizá fuera solo el cansancio, lo oscuro de aquel lugar, lo extraño. Quizá solo fueran los ojos acuciantes de aquel gato. Miauwww.. miaaauuuuwwww… Alcé los ojos fríos y severos para encontrar los inexpresivos del animal. Nunca me gustaron los gatos. Fuera lo que fuera, esperaría.

Con la bota empujé el cuerpo del hombre desenterrando su nariz del barro. Se tambaleó un poco a la fuerza de mi impulso y rodó sobre si mismo para quedar estirado boca arriba en el lodazal…

-No es este buen sitio para dormir. Ni siquiera al amor de dos botellas.- Note el leve desprecio en mi voz, pronunciado aterciopelado, pero presente. No pude evitarlo. Si algo me asqueaba hasta la nausea era la cobardía, y qué había más cobarde que anegar tu conciencia hasta dejar de ser tú, hasta dejar de ver el mundo?

Tomé aire antes de comprobar que el agua no le cubriría, antes de seguir mi camino. A aquel hombre el Hellheim tendría que esperarle una noche más. Quién podía saberlo? Quizá mañana tuviese la oportunidad de ganar el Valhalla.
 

Notas de juego

Si al rodar sobre si mismo aún queda en peligro por el agua, le arrastraré hasta donde no lo haya. Es así Gungnir... a pesar de todo la niña es de buena pasta.

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15/08/2011, 23:02
Director

Gungnir empujó con la bota la figura inconsciente. Le sorprendió notar el peso de aquel tipo, demasiado pesado para alguien tan delgado. La cara estaba cubierta por lodo, solo se podía adivinar un pelo amarillento corto embarrado. El desgraciado respiró profundamente una bocanada de aire como si fuese un pez.

El maullido del gato aterrado se mezcló con el de una chica y luego risas de hombres que se fundían en una cacofonía ininteligible. El grito no podía provenir de muy lejos, apenas un par de callejones de distancia de donde ella estaba. El gato se perdió corriendo entre las casas hacia los gritos.

Se giró por puro instinto, nada la había avisado. El borracho no estaba, solas medio hundidas en el agua embarrada permanecían las dos botellas. Un cuervo negro se poso en el alfeizar de una ventana. Gungnir se juró que parecía mirarla curioso, casi divertido.

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17/08/2011, 14:36
Gungnir

Le aparté del barro con esfuerzo, un esfuerzo extraño e inesperado... y le miraba cauta cuando un grito de mujer, enredado con el maullido imperioso y casi acusador del gato me devolvió como un mazazo en el pecho a aquel callejón.  El gato salió corriendo, pero aún permanecí allí un segundo, el grito de ella, las risas de ellos...

Fue como un relámpago, un mal recuerdo atravesandome las sienes y dejando sombra a su paso... y rabia, tanta rabia.  Aferré la lanza mientras sentía las mandibulas tensarse, y el cuello, y los hombros... Más gritos de una acosado de risas de muchos. No quería problemas...

-Maldita sea...

Apresuré el paso sin poder evitar entornar la mirada sobre el hombro para volver a estudiar al borracho, sin saber que me impulsó a ello, pero necesitando hacerlo. El borracho... Tuve que detener los pasos al no encontrarle, al verme bajo el dorado de los ojos de cuervo.Mirada burlona, expectante... interesada. Apreté los dientes mientras la tormenta que ya no caía del cielo se formaba en el ámbar ahora turbio de mis ojos, mientras el aliento me teñía la sonrisa de salvaje y raza... e inclinando levemente la cabeza ante el animal, reconocimiento y aceptación, encaré las risas que se cernían sobre el grito.

Yo no quería problemas...

-Sea...

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18/08/2011, 00:16
Director

Con pasos prestos Gungnir avanzó por el fango. Sobre su cabeza un cuervo graznó y aleteó para alejarse hacia la oscuridad entre los tejados lejos de los ojos de la mujer. Las risas de los hombres se tornaron en gritos de sorpresa cuando un alarido de dolor de un hombre se sobreponía sobre el de la mujer.

Un par de pasos más hacia delante y pudo observar toda la puesta en escena. Entre las sombras había cuarteto de hombres dándole la espalda, sucios y vestidos con harapos manchados de barro parecían inseguros de seguir avanzando. Las risas se habían atorado en las gargantas. El gato estaba justo detrás de uno de aquellos hombres que no le habían prestado ninguna atención. Delante de aquellos cuatro paletos estaba un hombre delgadísimo con ropas demasiado anchas que se sujetaba una mano para cortar una profunda hemorragia en una de sus muñecas. Se medio parapetaba detrás de una mole de carne y músculo. Si hubiese estado de pie la figura habría superado los dos metros. Era terriblemente fuerte como si pudiese desnucar un buey con la fuerza de sus brazos. El jubón de cuero casi estallaba cada vez que movía los hombros. Estaba arrodillado, se sujetaba una pierna con una mano mientras con la otra desenfundaba un cuchillo de cazar de filo serrado y ordenaba a los que le rodeaban que rajasen a la muchacha.

Ella era delgada y fina. Parecía una niña que hubiese abandonado solo recientemente la pubertad. Como todos estaba empapada, llevaba unas ropas que para nada eran las adecuadas para aquel tiempo. Unvestido de raso negro que se pegaba a su cuerpecillo como una segunda piel y unas sandalias completamente empapadas, ni siquiera se cubría con una capa de aquel tiempo endiablado.

Poco a poco, tambaleándose el gigante se fue acercando lentamente a la muchacha levantando el machete de forma experta.

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18/08/2011, 16:45
Director

Por un segundo las miradas de ambas se cruzaron. Gungnir se sorprendió de la fuerza en la mirada de la chiquilla corralada, la fiera determinación de la muchacha bien podría ser la suya.

Notas de juego

Pasa a la escena "La lluvia" e incluye en los posts a Cassandra.