Partida Rol por web

Nada más saberse los emparejamientos, los cuatro semifinalistas fueron conducidos a dos gimnasios separados. No podían ver ni escuchar nada de lo que ocurría en el otro gimnasio. Una comentarista estaba al tanto de ambos combates, y narraba lo que ocurría en los dos al entregado público, pero en cada gimnasio sólo se escuchaba lo relativo al combate que se libraba en él, y lo que ocurría en el otro permanecía en secreto.

—¡Bienvenidos a las semifinales del I Torneo Pokémon de Verano para Jóvenes Entrenadores! —saludó Mai, la comentarista—. Jo... ¡señor Endo, para futuras ediciones vamos a tener que buscar un nombre un poco más corto! ¡Los cuatro participantes más fuertes ya están en sus posiciones y el público no puede esperar más! Chicos, mucha suerte y... ¡que comience el espectáculo!

Los espectadores aplaudieron y vitorearon. El momento había llegado, y los cuatro pudieron notar cómo sus Pokéballs vibraban en sus cinturones. Sus compañeros estaban deseando salir y demostrar de lo que eran capaces.

Con un ritmo súbito al que todavía no me había acostumbrado completamente, la siguiente ronda llegó y con ella los nervios aumentaron; a pesar de haber llegado hasta este punto sabía que lo realmente complicado estaba apenas por empezar...pero no pude evitar sentir cierta emoción aunada a las ansias. Mi rival de las semifinales resultó ser la chica del Growlithe, Angie, a quien bien recordaba por su empatía para con el resto tras haberse tomando la molestia de reportar a un pokémon peligroso.

De cara al modesto (pero para mi imponente) campo suspiré y luego aspiré hondo, frunciendo el entrecejo con seriedad, puesto que debía estar concentrada, avancé y me posicioné en el lugar designado para que como entrenadora pudiera indicar a mis pokémon qué hacer pero a la vez sin estorbarles, y entonces cogí la bola en mi bolsillo con decisión. La primera de mi equipo estaba elegida.

— Un gusto conocernos también en el campo de batalla, Angie. Quiero que sepas que seguiré teniendo una buena impresión de ti pase lo que pase, pero por favor...demos todo de nosotras — y no tan seria sino emocionada pedí, y es que tal era al menos mi modus operandi, además, dado que se trataba de una competencia para promover lo bueno del mundo pokémon realmente no había razón para crear mala sangre entre nosotras ¿cierto? y de buena fuente sabía que enfrentando a alguien con honestidad podían crearse lazos duraderos...

Abandoné entonces mi gesto anterior con tal de sonreír, luego no sin tomar vuelo antes lancé la ball hacia el campo — ¡Adelante Mika! — grité...

—¡Hola Chizuru! ¡Por supuesto que sí! —Angie sonreía desde el otro lado. Su rostro parecía tranquilo, aunque por dentro estaba hecha un saco de nervios. EL pequeño Growlithe estaba a su lado, unos pasos por detrás, olfateando alegremente el suelo. Angie lo miró dubitativa. No parecía estar por la labor para luchar... y luego estaba el otro problema... No. Mejor que se quedase tranquilo por el momento.— ¡Empecemos!

La niña sacó una pokeball del cinturón y la lanzó a la pista.

Los Pokémon salieron de sus Pokéballs y quedaron enfrentados en la pista. Mai no tardó en narrar a los espectadores el combate que estaba a punto de producirse.

—¡Y aquí tenemos a los primeros Pokémon! —dijo entusiasmada—. Angie va a empezar con un... ¡Machop! Parece muy bien entrenado y ansioso por ponerse a prueba. ¿Y Chizuru? Su Pokémon se llama Mika, por lo visto y es un... ¡Mankey! ¡Dos Pokémon de tipo lucha para el combate inicial! ¿Cuál de los dos se alzará con la victoria? ¿Decidirá alguna de las entrenadoras cambiarlo por otro tipo? ¡A ver qué saben hacer!

Angie se alegró de que fuese un pokemon de tipo lucha. Al menos el suyo no estaba en desventaja. Claro, que tampoco en ventaja... Intentando reaccionar con rapidez, la chica señaló al rival:

—¡Malicioso! —dijo señalando al extraño primate— Haz que baje la defensa

Mika bramó con emoción al encontrarse con una criatura similar, competitiva como ella sola, aunque yo no pude evitar sentir un poco de nervios dado que el Machop contrario parecía bastante bien entrenado — ¡Vaya coincidencia, jeje! — no obstante alegre dije, ya que también me afectaba de forma positiva la intensidad que comenzó a vivirse desde el minuto 1; aquel podría ser un duelo muy interesante...

— Vale Mika, ya sabes qué hacer... — finalmente dije segura en mi y en mi compañera, puesto que llevábamos tiempo preparándonos para este día y además, si no me equivocaba y realmente lográbamos un combate divertido, el resultado final sería invariablemente bueno ganáramos o no...

—¡Y el combate empieza! Los Pokémon adoptan una pose de lucha y... ¡allá va ese Mankey! ¡Es rápido! ¡Ouch, ha usado Patada Baja, eso tiene que doler! Machop se resiente un poco, pero es duro... ¡y contraataca con Malicioso! Parece que Mika está dudando un poco, ahora no se defenderá tan bien como al principio... ¿Cuál será el siguiente movimiento?

Angie miró preocupada su machop. Sabía que era un movimiento arriesgado el aceptar el primer golpe sin responder directamente. Pero su padre le había enseñado estrategia y creía que, a la larga, le beneficiaria. Claro, que Mika era muy veloz...

-¿Estas bien?- preguntó al ver al pequeño machop dar un paso atrás.-Ahora...¡Patada baja!

Y a pesar de las similitudes los primeros movimientos fueron tan dispares, señal de estrategias distintas...

— ¡Cuidado Mika! — dije a la Mankey, pues aunque de momento no había sufrido daños, mi compañera parecía dudosa luego de enfrentar al malicioso porte ajeno; incluso yo me puse un tanto nerviosa (para qué miento) sin embargo tampoco era como si nos fueramos a rendir llegadas a ese punto ¿verdad?

Canalizando entonces toda mi concentración y la energía que la acompañaba a un positivo aire, adelanté mi cuerpo solo unos centímetros con tal de "volver" al combate dejando atrás el momento de duda...

— ¡Avanza! ¡Recuerda que no debemos temer! — dije en acto seguido a mi compañera, a lo que esta contestó bramando y agitando sus brazos... 

De momento me mantendría fija en mi proceder.

—¡Las dos entrenadoras se han lanzado al ataque! ¡Los dos Pokémon utilizan sus Patadas Bajas, esto es como ver un combate de taekwondo entre Pokémon! Mika sigue siendo más veloz y pega primero, pero... ¡ooouuh, la patada de Machop tiene pinta de haberle dolido mucho más a Mika! El Malicioso de antes ha hecho su efecto, pero Mika continúa de pie...

—¡Puedes hacerlo, Machop! —poco a poco Angie parecía ir animandose con el combate. La niña no perdía de vista a su pokemon mientras su querido Growlithe mordisqueaba su zapatilla. Aquel malicioso había sido una buena idea, ya que Mika se había quedado ligeramente atontado por el ataque. — Es rápido, pero puedes aguantar. Un golpe más. Confío en tí