Partida Rol por web

Ojo a visor intentado localizar cualquier tipo sospechoso, Ortega asintio a las palabras de Alicia.-Si, no estaria de mas buscar formas alternativas de parar al convoy. Dudo que esos mamones se lo piensen mucho antes de arrollar a todo el que tengan delante cuando noten algo raro.

Ortega bufo imaginandose la posible situacion. Ella tampoco tendria muchas miramientos dado el caso, lo cual le llevo a una duda.- El cliente no fue especifico con respecto a bajas civiles, cierto? por que cuando se monte el lio, mas de un amarillo se va a llevar un balazo sin tener nada que ver.

Aunque Ortega siempre había pensado que las mujeres eran, en general, más discretas, estaba claro que el no gobernaba aún ese arte en su nuevo cuerpo femenino. En su búsqueda de posibles agentes del Estado Imperio no sólo no consiguió distinguir quien podría ser un infiltrado si no que además un tendero se dio perfecta cuenta de que lo observaba y le devolvió un sugerente guiño capaz de producirle escalofríos a cualquiera. Ese cuerpo también tenía desventajas.

Mientras tanto, Ramírez estaba echando un ojo en la parte baja y de primeras se dio cuenta de que los locales inferiores tenían todos características similares. Desde fuera parecía que daría igual cual de ellos usar si no te importaba lo que vendieran dentro.

Kali miró alrededor pero no localizó ningún acceso fácil.

- En fin, tendremos que entrar, patear una puerta, entrar en el piso de algun pobre yuchino y disparar desde el balcón- comentó, obsesionada por ganar la ventaja de la altura.- Para inmobilizar el vehiculo, podemos cargarnos las ruedas si el hackeo funciona, me preocupa más salir de esta ratonera. Si hackeamos el vehiculo y nos lo apoderamos, podemos arrollar el festival hasta el coche de huida, pero no será muy limpio ¿alguna otra idea brillante?

Ortega aparto la vista asqueado ante la vision de aquel tendero tio lanzandole aquel guiño, no hacia falta mucha imaginacion para saber que pasaba por la mente de aquel tipo. Tratando de ignorarlo, la alguacil escupio en el suelo para quitarse el mal sabor.- Tendremos que entrar en algunos pisos, pero tampoco podemos montar un follon antes de que lleguen, o perderemos el efecto sorpresa. 

- No, claro- respondió Kali, metiéndose un chicle rosa en la boca.- No hay prisa, lo hacemos en el momento, que es la mejor manera, pero sigo sin ver nada clara la salida.

Mientras sus compañeras revisaban las alturas, Alicia se dedicó a hacerse un mapa mental detallado de las cuadras donde tenderían la emboscada, buscando los mejores puntos desde dónde atacar o las posibles vías de escape tanto para los transportistas como para ellas una vez acabada la misión.

Satisfecha tras el reconocimiento del campo, volvió junto a las demás, para terminar de redondear el plan.

Tras echar un vistazo, Ramírez se dio cuenta de que entre la multitud de pequeños callejones había genuinos pasajes que los habitantes del lugar aprovechaban para atajar y también podrían usarlos ellas. Las calles estaban unidas entre sí a través de los edificios*

Tras recorrer un poco más minuciosamente la zona, Alicia encontró algunos pasajes que podían servirle a la hora de tener que escapar a toda prisa, así como también donde centrar su atención en caso de que los del convoy intentaran escapar.

Les mostró a sus compañeras de equipo aquellos pasillos que interconectaban las calles a través de los edificios y le solició a Miranda que armara un plano digital para todas, para contar con él en el momento del ataque. Satisfecha con el reconocimiento, se dijo que ella no tenía más que hacer en el lugar.

-Yo ya he visto lo que quería. Si no hay nada más que buscar, lo mejor será que vayamos a descansar y ultimar el equipo para el asalto de mañana.

- Ah, perfecto- dijo Kali,- esto parece un poco más sólido, grácias. Ahora sólo tenemos que rezar para estos putos dispositivos de hackeo funcionen y podresmo ametrallar a esos amarillos con las jacas como si fueran patos de feria, por mi también podemos irnos.

Si joder, vamonos antes de que le meta una bala en la cara al capullo de alli que me esta poniendo ojitos, y no quier llamar la atencion mas.- Añadio Ortega señalando a su nuevo admirador.- Si alguna quiere relajarse un rato esta noche, que cuente conmigo, nunca se sabe cuando va a ser tu ultimo trabajo. 

Miranda hizo un gesto de fastidio con disimulo. Hombres! Le habían dicho que una de sus compañeras tenía un cerebro de hombre embutido en un cuerpo de mujer. Ya sabía a quién se referían.

- Sí, vamonos. Aquí ya no hay nada que ver y tenemos un plan. Yo intentaré bloquear sus frenos y estaré a nivel de calle (*) junto a Alicia. Vosotras dos buscaréis un punto algo elevado para descargar la artillería minimizando las bajas de civiles, que sólo traerían problemas. Si tenemos suerte, la multitud se apartará del convoy como la mugre del fairy jabón con la doble ventaja para nosotros de que los tiros serán más limpios ---menos daño colateral--- y de que al amontonarse bloquearán posibles intentos de salir con prisas por parte de los paquetes. Atropellar a un amarillo es fácil, atropellar a doscientos amarillos apretados unos contra otros requiere un tanque.

Las observaciones de Miranda le llevaron a comprobar que, aunque a pie de calle había cientos de sitios dónde esconderse, estos no eran muy seguros. Puestos ambulantes, camiones y demás cubrían gran parte del espacio pero desconocía si estarían allí al día siguiente dado el desfile.

Aún con todo, era poco probable que los comercios cerraran, ningún yuchino que se preciase iba a perder la oportunidad de vender sus productos. Las mejores opciones parecían el esconderse en estas tiendas (en la trastienda o el baño) o en los pasajes que había descubierto Ramírez.

Además de esto, descubrió una escalera de mano semiescondida en los pasajes del edificio del suroeste. Parecían que no eran los únicos que querían moverse rápido normalmente por la zona.*

Mmm... esto es interesante... a ver si con esta escalera se puede llegar al tejado...

Miranda observa a derecha e izquierda a ver si alguien la observa y puede jugar con la escalera sin molestar a nadie.

La escalera estaba semiescondida con lo que Miranda pudo comprobar que alcanzaba hasta unos peldaños de metal clavados en la propia pared del edificio a los que no se podría acceder de otra manera. Los peldaños llegaban hasta la azotea y parecían seguros.

Mientas caminaban esquivando amarillos, Miranda repasaba el plan en su cabeza...

Yo, a nivel de calle, bloqueo los frenos o algo así para estancar el convoy y distraerlos.
Kali y Ortega en lo alto, abren fuego. La gente debería apartarse.
Alicia, a nivel de calle también, abre fuego.
Si vienen mal dadas, Alicia y yo salimos corriendo al coche o al techo por la escalera.

Creo que no me dejo nada...

Kali se rascó la cabeza. Por un lado, le gustaba estar al pie del cañón, pero por otro, como Ortega y ella empezarían abriendo fuego sin piedad seguro que la respuesta, de haberla, se la comerian entera, así que lo mejor sería estar en altura.

- A mi me suena como un plan.