Estaba bastante asustada, sentira a Ben me reconfortaba pero no lo suficiente, cada paso era un marcha que aceleraba mi corazón, no sabía que se podía estar tan tensa y nerviosa a la vez, creía que nunca lo había estado tanto. Ni siquiera cuando mi padre pasaba sus peores días o noches.
Apenas se veía, pues la linterna era poca iluminación para varias personas en un lugar tan oscuro. Pero la oscuridad nunca me había asustado tanto como ahora, de hecho para mí siempre había sido una aliada, pues en la oscuridad me escondía bien de mi padre cuando volvía borracho y quería pagarlo con alguien. Me solía mover a oscuras por la casa, para que no me viera y para que las luces no le molestaran, ya que las resacas a veces eran peor que las borracheras.
Allí, con mis amigos y con Ben, no se respiraba bien, no se veía bien, pero a pesar del miedo y de la tensión, me sentía fuerte, en casa siempre habría sufrido sola y estar ahora con más gente, gente que me apreciaba, era una novedad, así que sonreí y me aferré al tirachinas y la bolsita de piedras que había recogido.
Comenzasteis a caminar por aquellos laberínticos pasillos tratando de ir intuitivamente en dirección a Derry, poco a poco los ojos se iban acostumbrando a la poca luz y cada vez veiais más.
Llegasteis a una sala circular, que era como un cruce, había como una cúpula y multitud de cañerías que venían de todas direcciones, entonces Eddie fue el que se dio cuenta - ¡¿Y Stan?! Venía detrás de mi…
Entonces por uno de los pasadizos escuchais como una explosión de gas y gritos, gritos de niños, por encime de esos gritos uno que dice - ¡Belch! – Todos reconocisteis la voz, que ni más ni menos era de Henry, parecía ser que Henry y sus amigotes os habían seguido y ahora parecían estar en apuros
Me acerqué al pasadizo que habíamos dejado atrás al notar la falta de Stan. ¿Stan? ¿STAN!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No quería avanzar mucho más sola, así que tiré de Ben, pues seguíamos cogidos de la mano.
Entonces escuchamos gritos, de niños, me quedé parada y quieta, asustada, así que me aferré más a Ben, de hecho me acerqué a él para sentirme protegida. Parecían Henry y sus amigos, ¿estaría Stan con ellos?
Miré al resto de mis amigos, parecían tan asustados como yo. Dudé por un momento.
- Tenemos que buscar a Stan y ayudar a Henry. Iremos la mitad a cada cosa. Y nos volvemos a ver en un rato aquí. Esperaremos a los que más tarden y no nos iremos a ningún sitio hasta que nos reunamos de nuevo. ¿Vale? Yo iré con Ben y Richie a ver si Henry está bien. El resto buscad a Stan. miré a Ben, mi voz no temblaba tanto como al principio, pero se notaba lo asustada que estaba. ¿Os parece bien?
Espero haberlo entendido bien.
Los chicos estaban un poco asustados por la desaparición de Stan y luego con aquella explosión y si fuera poco parecía ser que Henry estaba también por el alcantarillado, pero la mano de Ben que te tranquilizaba no te soltó en ningún momento.
Ibais a separaros cuando escuchasteis un nuevo grito, este de Stan - ¡Socorro! ¡Eso viene! ¡¡Eso viene!! – No hizo falta buscarle, el chico se dirigió hacia vosotros.
Llegó con el rostro desencajado, jadeando, asustado y justo cuando llegó con vosotros una espesa niebla comenzó a inundar la sala circular - ¡Rápido, cojámonos las manos en un circulo, así no se llevará a nadie! – La niebla subía con rapidez, pronto apenas se vería algo
Creo que si ^^
Íbamos a movernos y buscar a Stan, cuando apareció corriendo y gritando. Su cara nos infundó mucho miedo, y en seguida le hicimos caso.
Me asusté tanto que dejé caer el tirachinas al suelo, menos mal que me di cuenta y lo cogí corriendo para engancharlo en mi pantalón antes de que aquella niebla extraña llegara. Ben tiraba de mí, dándome a entender que lo dejara, pero no podía, era nuestra arma, si la dejaba luego no podría recogerla. Tenía que tenerla cerca para poder usarla... aunque necesitaba las dos manos para usarla.... no sabía cómo iba a hacerlo.... mientras lo pensaba, estaba cogida de la mano de Michael y de Ben, haciendo un círculo con los demás chicos.
Pobre Henry, pensé, pero no teníamos tiempo ahora para ir en su ayuda. Teníamos que centrarnos en lo que venía, que además no teníamos ni idea ninguno de qué podía ser. ¿Sería aquel odioso payaso?
Después del tenso momento en el que te cayó el tirachinas al suelo lo recuperaste para formar aquel círculo, mano con mano, todos os podíais ver y mirabais a vuestro alrededor un poco asustados.
- Bill… ¿Porqué no viniste conmigo? Me dejaste salir solo aquel día de lluvia – La voz provenía de un niño con un impermeable amarillo que había aparecido a unos tres metros de vosotros, debía de tratarse de Georgi, el hermano de Bill o bueno, alguien que se hacía pasar por él.
Bill comenzó a balbucear y fue Ben el que le echó un cable – ¡Bill, no te sueltes, ese no es tu hermano!
Un niño apareció, y al escucharle se me hizo un nudo en la garganta, después Ben gritó y me di cuenta de lo que pasaba.
Apreté más la mano de Ben, si es que se podía, entonces yo también grité: ¡Que no te engañe Bill! ¡No es tu hermano! Quiere que rompamos el círculo y atraparnos a todos. ¡Aguanta! ¡Le vengaremos todos juntos!
Grité con todas mis fuerzas pues aunque no reconocía al niño, estaba segura que era como el hermano de Bill, para hacerle caer en la trampa y que se rompiera el círculo. Si Bill salía corriendo a por él, alguno le seguiría para impedírselo y se llevaría a los dos.
Bill que hacía cara de sufrimiento por lo que esto debía de estar suponiendo para él, negó fuerte con la cabeza y esclamó con palabras - ¡No, no eres mi hermano, lárgate de aquí!
Lo dijo muy convencido y pareció surtir efecto pues la imagen de ese chiquillo se fue disipando de nuevo, pero la niebla no, que ahí seguía.
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El otro lugar escuchaste una voz que te resultaba más que familiar.
- ¡Beberly que haces ahí! ¡Te dije que no jugaras con niños, cuando llegues a casa te voy a dar una paliza!
Era tan real… pero no, no podía ser él, es estaba poniendo a prueba, como buscando el eslabón débil de la cadena.
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Sonreí satisfecha cuando Bill consiguió vencerle y el niño se disipó. Pero poco duró en mi rostro aquella sonrisa, pues al escuchar la voz de mi padre me puse a temblar y mi rostro de puso pálido.
Cerré los ojos fuertemente: No, no es verdad. Tú no eres mi padre. ¡VETE! ¡VETE! grité con todas mis fuerzas mientras apretaba mis manos.
También pareció funcionar y tu padre desapareció.
Entonces unas peludas garras de hombre lobo se posan sobre los hombros de Richie, que aterrorizado comienza a repetir – Aquí no hay nada, aquí no hay nada… ¡He dicho que aquí, no hay nada! – De nuevo pareció funcionar y las manos se retiraron
Stan permanecía con los ojos cerrados repitiendo una y otra vez una frase – Haré todo lo que esté de mi parte para cumplir con mi pais… - una y otra vez lo mismo
Abrió un ojo, apareció el payaso justo detrás de el y lo agarró de los hombros, Stan se soltó, el circulo se abría roto, la boca del payaso se abrió y salieron unos inmensos dientes.
- ¡Beberly ahora! ¡Dispárale los pendientes de plata! – Te gritó Eddie
Todo ocurrió muy rápido pero al escuchar mi nombre me sobresalté primero y me preparé después. Cogí los pendientes de plata y los puse en el tirachinas, apretaba los dientes y seguramente todos los músculos de mi cuerpo estaban también en tensión máxima.
Me giré a mirar a Stan y vi entonces la boca y los dientes del payaso, pero antes de que el miedo atenazara mis manos, solté la goma mientras gritaba: ¡DÉJANOS EN PAZ! ¡NO TE DEJAREMOS HACERLE DAÑO A NADIE MÁS!
Después no sabía muy bien si había dado o no, pero cogí más piedras de mi bolsa y volví a disparar, quizás un poco cegada por el miedo, quizás por la ira...
Los nervios hicieron que ni te fijaras en tu primer disparo, pero cuando ibas a lanzarle una de esas piedras viste como una brecha se abría en le cabeza del payaso.
Pero de allí no salió sangre, sino una cegadora luz, el payaso comenzó a chillar y retorcerse – AARRRHHH – Furioso, se podía ver en su expresión, soltó a Stan y Eddie se acercó para echarse de su espray de medicina al grito de - ¡Y esto es ácido de bateria!
El payaso comenzó a girar sobre si mismo como una peonza y de pronto desapareció por un minúsculo agujero en el suelo de unos 20 cm de diámetro.
Todo quedó en silencio It, se había ido, se sentía, se notaba, en el alivio que sentisteis todos de repente - ¡Le hemos ganado! – Gritó Ben y te abrazó levantándote del suelo - ¡Le hemos vencido!
- ¡HEMOS VENCIDO! grité feliz y abrazándome a Ben. Después me acerqué a abrazar a los demás. Alrededor de nosotros la niebla había desaparecido, esa pesadez que había en el aire, en el lugar, desapercía también.
Estaba feliz y olvidé por completo mis problemas en casa y lo furioso que estaría mi padre cuando volveria tan tarde. Sin embargo, nada de aquello era ahora tan emocionante y tan importante como lo era el que hubiéramos vencido a aquella "cosa".
Después de estar todos tan eufóricos, vino algo de calma. ¿Deberíamos ir a ver si Henry está bien? pregunté casi sin pensar.
Buf, sé que todavía no ha pasado todo, pero qué felices estarían los niños ^^
Después de unas celebraciones más y aún con precaución, Stan os condujo a donde Henry y los suyos lo habían atrapado, pero allí no había nadie, la explosión parecía ser de una tubería que había estallado y por donde el mismo Stan os dijo más tarde que “Eso” se había llevado a Belch justo antes de que saliera corriendo hacia vosotros.
Asi que ya con ganas salisteis al exterior, el aire se respiraba más limpio que nunca y no únicamente por haber salido de unas cloacas, de forma literal, era.. difícil de describir.
Ya felices caminabais cuando Bill os detuvo, o más bien, os detuvisteis al ver su rostro triste ¿Qué le pasaba?
Bill comenzó a hablar – Prometedme… prometedme que si no está muerto volveréis, prometédmelo por favor…
Eddie puso la mano encima de Bill y lo prometió, luego lo hizo Richie, luego Ben que te cogía de la otra mano…
^^
Puse también mi mano y lo prometí como todos, hasta ahora no había pensado que podría ser que no estuviese muerto y que solo le habíamos hecho huir.
- Si pudiera ser que todavía no esté muerto... deberíamos coger más material. Por si acaso, podemos esconderlo en la cabaña. No debe cogernos desprevenidos dije con fuerza pero asustada a la vez. Si algo teníamos las mujeres, es que éramos precavidas, seguramente en exceso, pero a veces venía bien.
A Stan es al que más le costó prometer, pero también lo hizo, un poco a desgana, fue un momento mágico, de esas promesas que sabes que van totalmente en serio.
El resto de chicos estuvo de acuerdo con tu propuesta pero ya era tarde y tocaba retirarse a casa, a todos os esperaban…
A partir de ese día todo fue un poco confuso, las muertes y desapariciones se detuvieron, el grupo siguió todo el verano pero finalmente se dispersó, tu seguiste con Ben, conociéndoos, pero de pronto el destino quiso separaros, tu padre encontró un trabajo mejor en otra ciudad y no quiso desaprovechar la oportunidad.
Te dijo que te escribiría pero nunca te llegó ninguna carta y el tiempo hizo el resto…
Fuente: http://segundautonomica.blogspot.com.es/2012_01_01_archive.html