-¿Tal vez el conseguir más espadas juramentadas para vuestra Casa, mi señora? -te comenta-. Hay muchas formas de adquirir aliados: oro, fama, gloria... -te vuelve a sonreír- una mujer fuerte e interesante...
- A veces pienso que debería obligarte a hacer un voto de silencio... eres tan desvergonzado que conseguirías hacerme enrojecer si no hubiera visto cosas peores en Roca Casterly -suspira-. Has viajado demasiado tiempo por lugares sin decoro, me temo.
-Sí, mi señora -y se calla, sin dejar de sonreír. No obstante os dais cuenta de que normalmente la sonrisa no se traslada al resto de su rostro.
Os queda la sensación de... ¿a qué exactamente ha dicho "sí, señora"?
Leonor se vuelve hacia el Maestre.
- ¿Hay algo más que necesites saber? -pregunta con amabilidad.
- Sencillamente deseo saber si el antiguo maestre dejó algo pendiente antes de su triste enfermedad... Por si son necesarios mis servicios según lleguemos a vuestras islas, estar preparado para el cometido necesario.
- Que yo sepa, no. Así que... mañana nos espera un día muy ajetreado; te dejo libre -ríe de nuevo, como una niña cometiendo una travesura-. Procura no salir de los aposentos que nuestro anfitrión tan amablemente nos ha dado; y si necesitas abandonarlos, pide a Ser Agen que te acompañe.
- Bien, señora. Gracias por el ofrecimiento, pero creo que prefiero enfrascasme en la lectura del Die Mysteriis Corpus, ya que nuestro anfitrión nos ha proporcionado un alojamiento tan cómodo... - Dice, con las tres palabras en Alto Valyrio resonando en su lengua.
(se supone que es un manual de medicina que ando leyendo :p)
De acuerdo entonces. Si no queréis dialogar más, ha sido un día largo.
El maestre Dominic se vuelve a su habitación, escoltado por Ser Agen.
Lady Leonor se queda haciendo sus labores.
Cuando el caballero y el maestre salís de las habitaciones concedidas a Lady Leonor, Ser Agen se muestra muy callado hasta la puerta de Dominic.
-Serviréis bien a la Casa Laurus, maestre -comenta todo serio el Ser antes de que el maestre cruce la puerta de su habitación-. Lord Richard espera mucho de sus vasallos... y su hija es igualmente difícil de complacer.
- Creedme, Ser Agen, que espero que la casa Laurus no tenga ninguna queja de mi. Os agradezco la escolta hasta aquí y que me llevaraís a conocer a tan encantadora señorita. Ahora, si me disculpaís...
-Disculpado quedáis, honorable maestre -se inclina ante Dominic-. Que tengáis una buena noche. La necesitaréis, pues mañana partiremos con la primera luz del alba.
Se gira para irse.
-Espero que seáis un buen jinete. Buenas noches.
Dominic se mete en su habitación y Ser Agen se vuelve a la de Lady Leonor.
Te traen la cena y cualquier cosa que necesites, como si te apetece un baño o fumar hierbas...
Si no vas a hacer nada, termina la escena.
Si vas a hacer algo tú solo, para eso tienes el diario.
AAARGH!! ACERCAR LIBROS A COSAS QUE PRENDEN??? MUERE!!!
Ahora en serio, puedes cerrojarla