Partida Rol por web

La chica con un nº 3 bordado en el traje palpa la pared donde está la rendija, intentando abrir la puerta. Sus esfuerzos parecen en vano, ya que está intentándolo un buen rato sin que pase nada. Pero cuando ya iba a darse por vencido, una luz roja ilumina la estancia, aunque no parece tener una fuente concreta. ¿Estáis preparados?- pregunta la voz distorsionada de antes. Lo estéis o no, ya no importa. Ha llegado la hora. La medianoche ha llegado. Las presas han salido de sus madrigueras, asustadas y temblorosas. Ofrecedme sus vidas, y viviréis

La puerta que el número 3 observaba se desliza hacia arriba, y la luz de la luna inunda completamente toda la estancia. Hay luna llena. Ahí tenéis la libertad. Cogedla. Y ofrecedme un buen espectáculo. Una risa de maníaco distorsionada os perfora los tímpanos antes de apagarse totalmente.

Ya lo habeis escuchado -dice Ana a sus compañeros -ese loco ya ha comenzado este macabro juego y nosotros debemos llevar la voz cantante. Tenemos que encontrar a esas presas y acabar con ellas para conseguir nuestra libertad. Se que no será bonito, se que no será agradable ni ético pero...pero... es lo que tenemos que hacer si queremos vivir -comenta la joven cogiendo aire para reponerse de las duras palabras que ha dicho.

No somos cazadores, solo somos supervivientes, solo buscamos vivir -razona en voz baja.

Entonces pongámonos en marcha, compañeros. Son ellos o nosotros, mi elección es obvia, y espero que la vuestra también. Vamos. G se acerca a nº 3. Si quieres, quédate cerca mío. Yo seré tus ojos, tú serás mis oídos, ya que sé que los tuyos están más sensibles que los míos le digo en un susurro.

Vamos entonces G, que no se escapen -le contesta Ana a su compañero -pero antes creo que sería lo mejor que cojas la pistola, creo que el resto está demasiado afectado por el shock de la situación -le aconseja Ana mientras suspira ante la inoperancia de sus supuestos compañeros.

yo tambien pienso igual digo, acercandome a la policia. Extiendo la mano despacio, temiendo un ataque por su parte al ver que le arrebatan el arma. Si este no se produce... pues mirare cuantas balas ha en el cargador y nos pondremos en marcha.

En marcha-digo serio y me acerco a la puerta para observar si hay algun peligro. realmente no creo que la ciega vaya a durar mucho. puede que sea cruel, pero por muy afinado que estuviera su oido, no le valdria de mucho en el mundo de fieras en el que nos habian metido. Tampoco me hace gracia que el tipo raro, el nº4, lleve el arma. "Ese tio no me ha inspirado confianza desde el principio... llámame loco. ¿joder, con quien estoy hablando?"

Al salir, lentamente, y acostumbraros a la fuerte luz de luna, podeis ver como estabais en un ancho camino, rodeados por lo que parecian ser arboles y arbustos brillantes. Pero cuando os fijais más detenidamente, veis que el brillo se debe a que son de puro acero, con bordes afilados como cuchillos. Un solo roce os provocaria un profundo corte. Si intentarais atravesarlo, moririais antes de dar dos pasos, y no parece que haya ninguna forma de atravesarlo sin cortarse.

Así pues, solo nos queda ir por el camino, ¿eh? digo en voz alta. Que así sea. 3, agárrate de mi hombro. Estamos en una zona peligrosa, llena de plantas, por así decirlo, hechas de acero y cuyos bordes están afilados como cuchillas. Sólo podemos seguir por un camino que hay, y aún así con cuidado. Mantén tus sentidos alerta, si escuchas cualquier cosa extraña avisa. Yo nos guiaré. Dicho esto, cojo su mano y la pongo en mi hombro antes de ponerme en marcha.

Joder, joder, joder, que cojones es esto, no puedo pasar por allí si sigo haciendome la ciega, necesitaré ayuda urgentemente...

¿no existe otro camino? -le pregunto asustada-no se si es una buena opción arriesgarnos de esa manera, no quiero morir así sin más, ¿crees que podemos pasar y salir vivos de alli? -le pregunto mientras camino agarrada a él.

Lo lamento, el único otro camino que podríamos seguir sería intentar atravesar los matorrales, y eso nos conduciría a una muerte segura. Así pues, sólo nos queda la opción del camino.

Está bien, vamos a ello pues, guíame y espero que salgamos de esta con vida. Si ves a alguna de nuestras presas avisame y acabaremos con ella, juntos -le digo a mi fiel compañero mientras escucho.

Muy bien, pues vamos a ello. empezamos a andar por el camino, mirando detenidamente las hierbas.

Sigo cada paso de mi nuevo compañero, sin separme de él. Si vemos a alguien lo matamos, sin pensar ni preguntar ¿no? Para que no les de tiempo a atacarnos.