El chico abrió totalmente los ojos al ver la escena holográfica que apareció ante ellos, la llamada fue muy breve, pero estaba claro que el famoso Lobezno andaba metido en algún lio. Aunque por lo que todo el mundo sabia de él, no había situación demasiado peligrosa para aquel tipo, por lo que se abstuvo de decir nada al respecto.
—Me efdrañaría que lof foldadof andimudandef vinieran aquí— Dijo mientras masticaba un enorme trozo de magdalena, el cual se tragó con un trago de leche antes de continuar. —Sorpresas va a haber seguro, mas que nada, porque tampoco nos han dicho gran cosa de lo que vamos a hacer.
Agarró unas rebanadas de pan y miró la mermelada, pero después las dejo donde estaban. Al parecer las competiciones serian mayormente físicas y el atletismo no era su punto fuerte precisamente, así que mejor seria no ir con el estómago lleno, que una cosa era perder una carrera y otra muy distinta que todo el mundo te viese vomitar por el esfuerzo.
—Que mejor forma de hacer las paces después de una pelea, que con una barbacoa en la playa. Pero bueno, vosotros coger fuerzas, que me parece que hoy vamos a sudar.
-Bueno, no sería la primera vez que salgo de una pelea y me meto en un bar.- opiné al comentario de Azarah mientras me ponís mi taza de café.
- Aunque se me ocurren mejores maneras de reconciliarnos que con una pelea.- Giré la cabeza manteniendo una sonrisa pícara hacia Syd.- Ya sabes...
Dejé la taza en la encimera tras un trago, y, de espaldas a mi compañero, me abracé a mi misma simulando que alguien me abrazaba por delante, moviendo las manos por mis brazos.
-Oh, señor Syd, ...mua mua... me has hecho mucha pupa... cúrame... sensualmente- Puse voz sensual y después me eché a reir.
Syd miró sorprendido a Brynja, sin saber que decir, notando como sus mejillas empezaban a acalorarse, por suerte para él su tono de piel impedía los demás notasen lo sonrojado que se estaba poniendo.
Aunque era un chico resuelto y no tardó en recomponerse, rápidamente una sonrisa volvió a ocupar su rostro y respondió con su humor habitual.
—Desde luego es una forma de reconciliarse mucho mejor que con una barbacoa, de hecho…, yo creo que podría ser muy bueno solucionando disputas así—. Se puso en pie y alzó ambas manos delante de él, después empezó a separarlas mientras hablaba, simulado que estaba leyendo un cartel. —Sydney Smith, emisario de paz y amor.
Se quedó un momento mirando al infinito, con los brazos en jarra, mientras asentía satisfecho. Después miró a sus compañeros y respondió con fingida indignación.
—Pues no sé por qué poneis esas caras, si existiese, sería un puesto de trabajo muy digno… y divertido.
Finalmente no pudo evitar que se le escapara la risa, por lo que volvió a sentarse para seguir desayunando.
Wild se quedó con la boca abierta con la actuación de Powerhouse, no sabía que decir por lo que se acabó metiendo un bollo y lo masticó. Al ser "nueva" junto con PsicoSyd no había interactuado con ella tanto como con Bala de Plata o Ninfa. Salvo en las clases claro. Que era una de las razones también para quedar todos el día de hoy. Pero vamos, que le había sorprendido tanto que casi ni escuchó las explicaciones de Sydney.
-Ejem. Bueno. Supongo. En fin. Quizás sería cuestión de ir preparandonos para el evento. No vaya a ser que lleguemos tarde pese a ser los anfitriones.-
Cogió otro bollo más, al final le había dado hambre, y se fue a su cuarto a ponerse el traje de "batalla". O en su caso el traje deportivo que les había comentado el profesor Drake.
Pos eso. Que voy a por el traje y esperar a que vengan. A ver a quién nos saca el master maligno para pelearnos. XDD
He editado porque con el post de Ninfa me he acordado lo de que los profes nos habían preparado la ropa. No quiero liarla nada más llegar. Esperaré un poco. XD
Amy observa la actuación de Powerhouse y se ríe un poco con su actuación y con el comentario de Sydney. Lo bueno es que la mayoría del grupo pensaba que la cosa no acabaría tan mal. Pero habría que ver como se comportaban los invitados. -Bueno, habrá que ver lo que pasa-dice la chica. -¿Cuantos mutantes creéis que vendrán? Supongo que vendrán cinco para que sea una competición justa en lo que se refiere a números-pregunta la pelirroja mientras sigue comiendo un par de bollos.
Aunque a lo mejor venían más de cinco, por suerte no tenían que preocuparse mucho del espacio para la competición. ¿La harán en el exterior de la escuela o en la sala de peligro?
Bueno, ahora lo importante era prepararse para la competición. Amy termina su desayuno y se dirige a buscar la ropa deportiva que los profesores habían preparado para ellos.
—Sí, yo también creo que serán cinco—dijo Azarah terminando de desayunar—. Sólo hace falta que nos pongan a competir y que el número sea distinto para acabar como el rosario de la aurora. Por favor, no os pongáis en plan chulito como el capitán del equipo de fútbol1 de mi instituto. Era un cretino.
La chica llevó sus cubiertos de plata al cubo de la basura y los desmaterializó haciendo que los restos cayeran en él.
—Deberíamos ir saliendo.
1. Azarah es de Italia. Hablamos de fútbol, no de fútbol americano.
El grupo continúa aquí.