A pesar de la desnudez de Gordon y la flacidez por el reciente uso de su miembro, la doctora se acercó a él con el rostro compungido por el dolor y la preocupación que el joven mostraba.
-Lo lamento, no tengo acceso a vuestros historiales. Y ahora mismo, sin vuestros nombres reales, no podremos acudir a vuestras familias. Y en respuesta a tu pregunta, sí, soy... de un grupo que podría entenderse como la resistencia, pero esto que hemos hecho hoy, no sé cuándo podremos volver a hacerlo. Somos tan pocos...
En ese momento, la doctora se volvió al oír un sonido en la lejanía. Para vosotros eran como vehículos, y no daban la sensación de estar muy lejos.
-Ya vienen. Debemos irnos. Tengo un vehículo al otro lado del bosque -os dijo, encaminándose hacia allí, para ocultarse en medio de la espesura.
Cuando llegasteis, os volvisteis y visteis lo que parecía un helicóptero o más bien, un aerodeslizador, acercándose y aterrizando junto a la plataforma.
De él salieron media docena de agentes de policía, armados, que empezaron a mirar en todas direcciones.
-Venga, deprisa. No tardarán en venir por aquí.
- Joder.- Claro que aquello no había terminaso ni íbamos a tener una limusina para los héroes a la vuelta del siguiente árbol, y pra más inri tenían un zapato volador como nunca había visto, excepto en las pelis esas del vejestorio cienciólogo que respondía por Tom Cruise, el que saca brillo a sus nalgas deslizándolas sobre el capó de todo coche que encuentra. Pues bien, a falta de un capó, aquí iba mi carrerita siguiendo a la doctora.
Motivo: Correr
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+5)=8 [3]
Dwight respiró aliviado al advertir que se habían salvado. Escuchó las explicaciones de la doctora en silencio y enarcó una ceja al oír que todos ellos tenían una enfermedad incurable. Su desconcierto no era mucho menor que el de Gordon.
-Madre mía... Esto sí que es una terapia de choque -dijo el nerd, percatándose de que las circunstancias que le explicaba la doctora Winston no eran en absoluto halagüeñas.
Había caído en un cepo, quedándose con el pie bien fastidiado. Le habían violado un par de sádicos paletos. Se había destrozado el pie al caer. Había tenido que sobrevivir a una amiga enloquecida y buscar la forma de desatarse con las manos atadas en una furgoneta. Y para colmo, había despertado en un complejo con unas medidas de seguridad que habían supuesto la muerte de dos de sus compañeros. Un cúmulo de emociones fuertes para que, finalmente, les dijeran que tenían graves enfermedades. ¿Quizá se trataba de un método para que los enfermos asumieran las enfermedades con la misma fuerza de voluntad que mostraban en las simulaciones?
Observó el aerodeslizador, extrañado, y decidió seguir a la doctora rápidamente, tras los pasos de Gordon. Sin duda se trataba de la tecnología más puntera.
-¿En qué año estamos? -le preguntó a Winston, intrigado.
La doctora miró al nerd y entonces comprendió que evidentemente, no podían saber la época, puesto que us memoria había sido alterada.
-Pues... en el 2054. Supongo que iréis recobrando la memoria poco a poco, pero ahora tendréis que conformaros con esto -os dijo, sin dejar de caminar y adentrarse en el bosque.
Afortunadamente, no parecían haberos visto.
Troy los siguió en silencio, revisando que tanto Jackie como Emily fueran delante suyo, no solo para cuidarlas y evitar algún otro episodio de histeria, si no también para tener a la vista el trasero de ambas. Cuando la cosa esa que simulaba ser un helicóptero sin aspas paso de largo, el empezó a reírse una vez adentrados en el bosque…
- Jajajajaja. O sea que realmente hay gente de mierda entre los de soylent. Digo, una cosa es que nos rapten, metan drogas, nos hagan pasar por toda clase de sueños sádicos, nos mantengan en capsulas, borrarnos la memoria, es de malnacidos. Pero encima crear la historia de Dwight… el guionista responsable de eso tiene una severa mala leche. -
-No, no, no es así como funciona. Los "creadores" dan una base, unas pautas según el historial personal de cada uno, y después, la mente crea el resto. La historia que hayáis vivido, es vuestra y solo vuestra, según vuestras propias vidas, deseos y miedos.
La doctora caminaba apartando ramas a su paso, pero intentando aclararlo todo. Después de aquella experiencia, los necesitaba para demostrar que podía despertarse a los "durmientes", como os llamaban.
-Vosotros, los durmientes, sois fruto de la necesidad energética de nuestros tiempos, pero es una auténtica violación. Debemos intentar destruir el sistema, aunque no será fácil. Pero con vuestra ayuda, estaremos un poco más cerca.
Ya reemplazando el bosque, Troy se puso a masticar el cable de plástico, no era un clicle, pero tenia un reemplazo temporal, avanzando y abrazando a las dos chicas, para avanzar con ellas.
- Bueno, Doctora, supongo que tiene un plan a seguir y no hay mejor momento que decirlo ahora. Supongo que no nos habrá sacado de la criogenia para solo llevarnos al bosque. Así que no me ofendería, si nos dijera como viene el mismo. ¿Cuánto tiempo nos queda de vida?. ¿Qué enfermedad tenemos?. ¿Todos tenemos la misma? ¿Quién nos va a curar? ¿Quién es su contacto? Imagine que algo le pasara, esperemos que no, nos quedaríamos solos desnudos en un busque. Y sobre todo, ¿donde vive el bastardo responsable de nuestra situación?
Casi como si alguien os hubiese leído la mente o estuviese escuchandoos, apareció un vehículo justo delante de vosotros. Sin daros cuenta, habíais alcanzado el otro lado del bosque, que no debía ser demasiado grande.
A pesar de todo, la doctora se volvió para responder a Troy.
-Me temo que no tengo todas las respuestas, joven. Soylent os encerró. Quién os trajo? Lo ignoro. ¿Cuánto tiempo os queda? Si no conseguimos acceder a vuestros historiales, jamás lo sabremos, hasta que no llegue... bueno, hasta el final. Y mi misión ha sido crear un cortocircuito para sacaros de allí. Lo que hice fue introducirme dentro del programa como un psiquiatra, y crear el suficiente sufrimiento como para que vuestras emociones al final os despertaran. Una de vosotras no logró sobrevivir, pero los demás, tenéis o habéis tenido una oportunidad. Ahora ya no dependerá de mí. Pero tenemos médicos. Puede que alguien os ayude a tiempo.
El vehículo se detuvo y las puertas se abrieron. Un hombre se asomó por una de ellas.
-Deprisa, los tenemos encima.
La lluvia de preguntas y respuestas estaba interesante, peor hasta que no saliésemos de allí no iba a tener un rato para sentarme a pensar en todo ello con la intensidad que aquello merecía. Al ver el otro deslizador delante nuestra aceleré el paso, no iba a ser el que se quedase agarrando el parachoques de aquel cacharro si tenía que salir volando a toda hostia, aún así no apartaba la mirada de mis compañeros para asegurarme de que todos llegábamos. Por algún extraño motivo quería que todos saliésemos de allí, que sobreviviésemos, ya que ahora mismo el resto de la tropa eran las únicas personas que habían compartido aquella pesadilla y nuestra singular naturaleza.
- Venga, ¡VENGA!- Los apremiaba.
Despues de esas respuestas, el Californiano empujo al resto dentro del vehiculo, para meterse el y cerrar la puerta de golpe, si es que esos vehiculos requerian que se cierre la misma.
En su mente, existia la posibilidad de que todo fuera un engaño de la mujer, quizas eran superclones o algo, pero no habia forma de saberlo, de modo que la acompaño. Mejor moverse hacia la trampa que esperar afuera.
Uno tras otro fuisteis entrando y apretujandoos en el vehículo. Cuando la doctora entró detrás de todos vosotros y cerró la puerta, el coche arrancó con furia y desapareció envuelto en el polvo del camino, dejando atrás el complejo y los guardias, las vidas inventadas... y las torturas que ellos mismos habían creado.
Era el final, el principio, o en todo caso, un paso más para llegar a alguna parte, aunque la muerte estuviese sobre sus cuellos y no conociesen nada sobre ellos mismos, aparte de lo que habían hecho... en sus sueños.