- Hola.
Es lo único que dice. Frío. Enojado.
- ¿Aún no he muerto y ya se va a poner a coquetear con el instructor? - piensa sobre Alma.
- Tres, nueve y diez. Seis tributos. ¿Alguna vez había pasado algo así, Markus? ¿Los reemplazarán? Que no lo hagan serían buenas noticias.
Markus se dejo caer en uno de los sofas mirando la pantalla de television y suspirando - No tengo ni idea, he llamado nada mas ver la noticia pero no me han informado de nada, solo que permanezcamos tranquilos que se intensificara la vigilancia... No se en que terminara eso porque por lo que entendi los trenes ya estaba de camino cosa que significa que varios tributos ya han muerto pues los trenes no dejaron supervivientes... asi que no se si los juegos continuan o no, dijeron que cuando todo se normalizara contactarian con nosotros. - El al menos parecia muy relajado.
Nada nuevo. Con uno de mis deseos cumplidos, tengo más tiempo para pensar en el otro: comer. Mi boca se está haciendo la boca agua viendo una fuente de melón, sandía y mango perfectamente cortados en dados. Empiezo a picotear de ellos. Cuando engullo mi quinto trozo paro un poco el ritmo y comienzo a pensar...
―Bueno, ¿Y por qué querría nadie hacer daño a unos pobres tributos que están siendo enviados a morir? Si nos hicieran daño a nosotros o a los del 2, lo entendería mejor, pero.... ―pienso en voz alta.