Cinco estrellas fugaces...
Parecía mentira lo pequeño que se veía el mundo desde una ventana, aún así el cielo no perdía ni una pizca de su incansable azul celeste. Incluso las preocupaciones se desvanecían unos instantes a cambio de un poco de paz. ¿Kanny estaría viendo las estrellas también?
Los alumnos circulaban por el pasillo de forma caótica, charlando unos con los otros y perdiéndose los ecos al pasar.
- ¡Si! Es genial tía que el profesor haya faltado a clase, ¿No crees? Si yo también... -
- Y esta tarde tengo entreno de fútbol... -
- ¿Vaís a ir al templo a ver la lluvía de estrellas esta noche... -
Cinco estrellas fugaces...
Las noticias decían que esta noche abría una lluvia de meteoros, pero por lo visto algunos se habían adelanto a ultima hora. El colgante de plata se zarandeaba con la ligera brisa. De estar Kanny de seguro que podrías ir con ella, pero ahora... Mama siempre decía de salir pero no era lo mismo. Y también estaban las miradas ¿Porque tendrías que ser diferente?... Estar sola...
La campana...
Tampoco importaba, el profesor no había venido a clase y no habían mandado a un sustituto. Era extraño, pero bueno... El silencio reinaba por el pasillo, la mayoría de tus compañeros habían iro al patio o a la biblioteca para pasar el rato, algunos a sus clubs, pro ya no quedaba nadie por los pasillos, excepto tu. Las estelas de las cinco estrellas habían desaparecido, perecederas al quedarse solas sin sus compañeras ¿Se verían así por la noche?
nada, pudiera que fuera momento de buscarse otro sitio...
...
....
......
y de repente...
- meeaaaw........ -
¿Un gato? ?Como se había colado un animal en la escuela?
- meeaaaw........ -
¿De donde venía el maullido?
¿Del pasillo? No parecía estar lejos...
había algo que no era normal en esto...
Cuando te debatías entre ir haber o no de donde venía el sonido una figura apareció una figura de un pasillo lateral. Era alta, de apariencia aparentemente normal pero de caminar pausado, casí como si arrastrara los píes. Luego apareció una cola, luego unos colmillos, garras, pecho, bello... mucho bello y una extraña sonrisa dibujada en rostrode una mujer gato.
de una mujer gato...
¡De una Mujer Gato!
- ¡Meaw! -
Parecía advertir tu presencia... con lentitud giro 90º, te miro, se irguío sobre sus dos patas y su cola y te enseño sus garras con ademan amenazador. Parecían inmaculadas y listas para hacer sangrar lo que se quisiera. Pudiera ser que a estas alturas estubieramos malinterpretando el termino "jugetona", pero de ser así podríamos decir que si la mujer gato estaba "jugetona" no iba a ser precisamente de mimitos...
Una hora libre... Mis compañeros de clase parecían contentos de tener una hora para ellos, pero a mí me dejaba indiferente... Ya no me importaba tener tiempo libre, cuando no tenía con quién disfrutarlo. De hecho, prefería dar clase, así al menos aprendía algo, y no tenía tiempo para recordar.. cuando Kanny estaba aquí, cuando tenía alguien con quien hablar y compartir..
Miro por la ventana, un tanto aburrida, sin hacer caso del ruido que estaban armando mis compañeros, y sin llamar la atención. Oigo un comentario sobre unas estrellas fugaces, que despiertan en mí un leve deseo de que éstas fueran realmente mágicas, y cumpliesen los deseos pedidos... Pero sé por experiencia que no es así. La primera noche de estrellas fugaces, después de la marcha de Kanny, me apresuré a pasarme la noche despierta, mirando por la ventana de mi cuarto, fijándome en la oscura noche, pidiendo el mismo deseo cada vez que veía un destello. Tenía la esperanza de que se cumpliese.. Pero no fue así. Al poco, me olvidé de la idea, y poco a poco, me recuperé en parte de la pérdida.
El tiempo pasa despacio.... Y ni tan siquiera me parece relevante saber qué hora es, o qué día es hoy. Todos los días me parecen iguales.. Quizás el tiempo se ha detenido, ahora que he dejado de prestarle atención.
Cuando suena la campana, salgo despacio, sin prisas por abandonar el sitio desde el que he visto las estrellas fugaces. A pesar de la monotonía, parece que hoy es un día un poco distinto...
Al abandonar la clase, oigo un suave maullido. Qué raro.. Las mascotas no están permitidas en la escuela. Quizás es un pobre gato callejero..
Con la idea de darle de comer al gato si parece hambriento, me dirijo hacia el pasillo del que provenía el sonido, y me quedo momentáneamente patidifusa cuando me percato de que me encuentro ante una mujer que parece una gata.
De forma instintiva, dada la costumbre, agacho la cabeza para no mirarla a los ojos.
Qué... Qué raro. ¿Era ella la que emitía el maullido?
Sin levantar la vista, me fijo en sus piernas, y en algo más... ¿Tiene cola? Al percibir sus ademanes entusiastas, me muevo lentamente hacia atrás, precavida ante la desconocida.
tengo que relatar en pasado o en presente? xD
"Y la razón humana desapareció de la faz de la tierra"
Sin aviso previo, sin comérselo ni bebérselo, una muchacha de 1,56, ojos verdes, pelo negro, de buen ver, de unos 17 años; apareció de la nada y se lanzo encima de la chepa de la mujer gato en un acto de puro frenesí:
- ¡Mioaaaargh! ¡Corre pequeña desconocida! ¡Corre por tu vida! ¡Yo te salvaréeeeeee! -
Sus ojos estaban en llamas y se batía encima de su “presa” con uñas y dientes, casi como si se dejara llevar por una envidia malsana. Por supuesto la gata respondió a aquello:
-¡MeeeeeeEEEaaaaaaaaaAAWWWWWW! –
A pesar que la habían pillado desprevenida, y su profundo chillido de dolor un coletazo bien dado aparto de un golpe a la jovencita de su espalda, lanzándola al suelo más cercano.
- ¡MeeeeW! -
La Gata se giro hacia la recién llegada y amenazo a esta con las garras,
con pelo y cola erizado - y ya de por si no pintaba muy bien la cosa-,
mientras allí, a un lado,
todo el mundo ignoraba a la pelirosa...
Con cara de susto, me quedo plantada en el sitio sin saber qué hacer. La chica que ha aparecido de repente está pegándole a la mujer con cola, y no sé cómo reaccionar.
Finalmente, decido actuar, aunque me cueste lo suyo involucrarme. Con un susurro ahogado, entrecortado, les digo, sin levantar la cabeza del suelo:
-Parad, por favor...No está bien pelearse.
Sin esperar a ver si me hacen caso, en un ímpetu impropio de mí, me coloco entre las dos, con los brazos alzados para detenerlas.
A pesar de no haber levantado la vista del suelo, he podido percatarme de la chica de ojos verdes, que se ha avalanzado contra la mujer-gata para... protegerme.
Me ha recordado a Kanny, a su amabilidad y protección, lo que me ha llevado a colocarme entre las dos, a pesar de lo que pueda pasar. Es lo que ella habría querido...
Eiko había sido desplazada a un lado, de un coletazo.
Emitió un chillido leve, pero eso sólo la hizo enfurecerse/perder la razón lógica un poco más.
-¿Eeeeeee?-Se levanta, despacio, pero firme, y mira ceñuda a la gatmujer...
Frunce el ceño y aprieta los puños, en el fondo le da miedo, pero no piensa reconocerlo, al parecer...
Dispuesta a enfrentarse a ella una vez más, y a recibir los golpes (más seguramente lo segundo antes que lo primero), la chica no se dio cuenta de que la pelirrosa intentaba interponerse entre ellas hasta el final...
-¡Demonios...! ¡Ya ver...! ¿¡Ah!?-extrañada mira a la chica menuda (aunque no es que ella sea muchísimo más alta... De hecho casi no hay diferencia entre ambas) y señala:-¿Pero qué dices? ¡Estaba claro que quería pegarte! ¡No puedo estarme quieta así, eso sería aprovecharse y esa... mujer... gato... ¡lo que sea! ¡Sería una abusona!-Señala con los mofletes hinchados a la Srta. Meeew, tras lo cual expulsa el aire que había almacenado en las mejillas, realizando una especie de extraño bufido. Aún así, no parece dispuesta a bajar la guardia, y, nada más tener ese "lapsus", la joven tira de la pelirrosa hacia ella, para que si, la gata atacaba, la chica menuda no recibiese el impacto.
Sin poder evitarlo, un pensamiento se le cruzó por la mente...
"¿Entenderá lo que decimos...? ¿Dormirá ronroneando...? ¿Le gustará más el atún que las fresas...? Eh... ¡A callar, estúpida!"
De ser circunstancias normales, Eiko no actuaría así... Pero parece la adrenalina del momento la llevaba por senderos inescrutables...
Aunque pensándolo bien...
La chica solía ser bastante alocada de por sí...
Pero no era de su costumbre meterse en peleas sin motivos...
Hasta ahora...
¿Que quería pegarme? Levanto la vista para mirar con nuevos ojos a la mujer rara. No entiendo qué interés puede tener nadie en mí... Menos una mujer tan... extraordinaria como ella. Antes de que pueda agachar de nuevo la vista, asustada por la mirada maliciosa de la gata, soy desplazada hacia atrás por la chica joven. No me resisto al movimiento, me dejo llevar. Empiezo a sentir miedo, miedo de que alguien quiera atacarme. Nunca me he peleado con nadie, no sé cómo hay que reaccionar en estos casos... Cuando alguien se metía conmigo, ignoraba los insultos, por lo que en realidad nunca me he visto inmersa en ninguna pelea...
Claro que Kanny era habitualmente castigada por pelearse... Siempre sabía lo que había que hacer en cada caso para evitar burlas, risas o cualquier cosa que hiciesen los demás en su contra, o en la mía. Y la mayoría de las veces acababa peleándose con más de uno a la vez...
Mientras permanezco agazapada detrás de la chica joven, en espera de lo que piense hacer la mujer-gata, intento recordar cómo se defendía Kanny.
Solo os faltaba acabar tirándoos de los pelos.
Pero no hubo tiempo, algo interrumpió y arruinó MI diversión.
La mujer gato se puso de golpe alerta, se aparto de vosotros de un salto y examino el fondo del pasillo con los ojos bien abiertos y los pelos de punta. Casí antes de que os diera tiempo de parpadear ya había salido corriendo por el pasillo y pronto la perdisteis de vista.
Lo absurdo estaba llegando a unos niveles ya difícilmente asumibles, pero vuestras jóvenes mentes, aún azuzadas por el miedo hicieron un terrible esfuerzo para asumir la situación. Aún alerta esperando que volviera... un ataque por sorpresa... y... y...
...
- ¡Buenos Días! -
La voz os pillo desprevenidas, de espaldas y no hubo previo aviso. Habías pegado un salto de dos metros antes de giraros a ver...
- Mhhhhh... Lo siento, ¿Os he asustado? No era mi intención... Esto... ¿estáis bien? Tenéis las caras pálidas como las de un muerto serán mejor de que os lo hagan mirar en la enfermería… y... y... -
Su boca no se cerró ni un segundo, siguió hablando, Bla Bla Bla, mientras que vosotras con la cara de incrédulas asentíais en un extraño silencio. En los pocos momentos de lucidez que erais capaz de comprender os dio la impresión que se trataba de un profesor... o de un profesor suplente... y parecía cargar una buena montaña de papeles.
Al final su desembuche de palabras parecía amainar:
- ....La próxima vez quiero ver vuestro pases... ¡Ah! Casi me olvidaba, tomad, coger uno -
Con la mano que le quedaba libre tanteo entre la montaña de papeles hasta sacar dos hojas pequeñas, de color sepia. Os las pasó en mano y como autómatas las recogisteis.
- ¡Que paséis buen día! -
Y antes que vuestra corteza cerebral volviera a asimilarlo ya había desaparecido por el pasillo.
Tuvo que pasar el tiempo antes de que volvierais a una entidad de compresión de la realidad más o menos semi coherente, allí, las dos a solas y de píe en el pasillo.
El papel sin embargo decía así:
Esta noche, en la "Plaza de los Cosmonautas" el Instituto montara una carpa científica para la observación de este raro fenómeno astronómico.
La entrada al mirador es gratuita presentando este recibo.
Nota: Entrada gratuita valido solo para las primeras dos personas en asistir por falta de fondos.
Ciertamente el mundo se había vuelto loco.
Eiko apenas parpadea al ver todo lo acaecido, puesto que todo...
Todo ha pasado demasiado rápido...
La mujer gato se perdió en las inmensidades del pasillo, y de repente un pseudo-profesor o lo que sea, empezó a darles la charla a la pelirrosa y a ella.
Eiko apenas hizo una mueca de no entender lo que pasaba, y por poco no se ofrece para ayudarle con las hojas, con tal de que se callase... Mas... Sin previo aviso, el hombre les dice algo de sus pases "¿Pases? ¿Qué pases? ¿Desde cuándo nos obligan a...?", para luego encasquetarles un papel en el que se anunciaba un evento de Lluvia de estrellas...
-Genial...-apenas logra murmurar irónica la chica, tras lograr salir del estado de "no entiendo qué leñes sucede" a duras penas...-¿Pero qué diantres pasa hoy...? La gente está... Sumamente rara...
Suspira y se lleva una mano a la frente, pensativa. Quizás debería de ir a buscar a Enishi para ver si su día había sido tan raro como el de ella... Aunque, pensándolo bien, él también estaba raro...
Entonces recuerda que no está sola, y se gira a la otra joven que está junto a ella:
-Parece que... Bueno... La chica con aires de Catwoman se ha ido...-ladea la cabeza, pensativa... ¿Pero a dónde se había ido...? Era un misterio...-Es como si algo le hubiese asustado... ¿No crees...?
Frunce los labios, mirando a un lado y a otro, pensando en qué podría ser... Lo que... ¿Y si la lluvia esa de estrellas tenía algo que ver? Desde luego, la gente parecía distraída... ¿Sería algún fenómeno físico-paranormal?
Era otro misterio...
Se gira otra vez a la pelirrosa y añade:
-¿Piensas ir?-señalando al papel.-Quizás hasta me pase...-De repente se sonroja súbitamente y se lleva una mano a la nuca, nerviosa, cómo si se acabase de acordar de algo...-Eeeehhh... Ejem... A todo esto... ¡Lo siento si te asusté antes!-le ofrece una graciosa reverencia, a modo de disculpas.-Te juro que pensé que iba a hacerte daño. ¡Gomen, gomen! ¡Espero que puedas disculparme! Normalmente no voy tirándome encima de la gente "porque sí", jajaja.
Tan de repente como había aparecido, la mujer-gato se larga. Suspiro aliviada de que al parecer el problema se ha resuelto solo, sin nada de violencia, excluyendo la ruidosa entrada de la chica...
Antes de que pueda agradecerle que haya intervenido por mí, aparece un tipo de lo más raro a nuestras espaldas. Asustada, después del incidente de la mujer-gata, no reacciono a tiempo para devolver el saludo, tan sólo emito un débil balbuceo antes de que siga hablando.
A diferencia de lo que acostumbro, levanto la vista mientras habla, para poder mirar su boca moviéndose rápidamente, porque si no no entendería ni una palabra. Por lo que llego a oír, parece que se trata de un profesor, aunque no lo había visto antes.
Termina de hablar con una recomendación que no acabo de entender. ¿Desde cuándo necesitamos un pase? Debería atender más en clase...
Recojo el pase que me ofrece, y le echo una ojeada. Lluvia de estrellas... Antes de que levante los ojos de nuevo, el profesor ha desaparecido. Pienso en marcharme, cuando la chica morena se dirige a mí.
Escucho con atención lo que dice, mientras miro hacia abajo, mientras muevo el pie, inquieta. Cuando oigo el apodo que le ha dado a la extraña de antes, levanto la vista sorprendida, creyendo que he oído mal, mientras me aguanto la risa.
Con un susurro entrecortado a causa de la risa, respondo bajito.
-Yo sí que sé lo que la ha asustado... El tipo este de los pases. Asustaría a cualquiera... Con esa forma de hablar.
La morena sigue hablando, y cuando me pregunta sobre la Lluvia de estrellas, no sé qué responder. ¿De verdad quiero ir? La verdad... No sé si debería... La gente me pone nerviosa.. Aunque igual es algo digno de ver.
Ante la disculpa por su "entrada", decido tener un poco más de confianza, y respondo mirándola a los ojos.
-No hay nada de qué disculparse, quién sabe lo que pretendía esa mujer. Además, ha sido una entrada de lo más... espectacular-. Esbozo una pequeña sonrisa, confiada con la sinceridad de la morena-. En cuanto a lo de la Lluvia, no sé si iré, la verdad.
Eiko mira a la chica, aún sonriendo, de manera amable.
-Ah, menos mal. Gracias por entenderlo.-señala en referencia a sus disculpas anteriores. De repente se queda pensando, en silencio, y la mira...-Pues... Puede que tengas razón... Quizás la asustó ese hombre-profesor-o lo que sea... Uhmm...
Decide alejarse de sus cavilaciones y añadir:
-Oh, vaya... Pues qué pena si no vas...-sonríe sincera.-Al menos, si mi hermano no me acompañaba, coincidiría con alguien conocido, si te pasabas por ahí...
Mira el papel otra vez, lo cierto era que todo le parecía muy... Surrealista...
-Uhm... Bueno, no pasa nada. Si vas, búscame si te apetece. Quizás si somos las dos primeras, tengamos la "gran ventaja" de pasar gratis, jajaj... Desde luego esto es inaudito... Ah! Por cierto, soy Aoyama Eiko!-Le hace una reverencia a modo de presentación, para luego añadir:-Espero que volvamos a coincidir en alguna ocasión.-sonríe, segura.
Sonríe al a vez que entrecierra los ojos, divertida.
-Sí, menuda ventaja. Ni siquiera sé qué tipo de fiesta es... Ni lo que vale sin el pase... Aún así... Puede que me pase-. No me hace especial ilusión la idea de ir, pero madre siempre está diciendo que debo socializarme más, y ésta es una buena ocasión... Además, es halagador que te consideren conocida... Hace tanto tiempo que no hablo con nadie...-. Mi nombre es Bost, encantada de conocerte-. Devuelvo la reverencia, agradecida por la presentación-. Yo también espero que nos volvamos a ver. Sobretodo si sueles hacer entradas tan espectaculares...
Sueno de nuevo la campana...
-Bueno excepto para Eiko, que en estado paranoide supremo no había reparado en el primer timbrazo-
Y el timbre en sí, que resultaba ser algo molesto e inofensivo, comportaba una serie de catastroficos problemas para más vieja de las interlocutoras: ¿No se suponia que estaba castigada en el pasillo? ¿Que le haría el profesor al descubrir su ausencia? ¡Maldita Mujer gato! Cuando su celebro procesó todo lo que implicaba aquello y sus desagradable consecuencias derivadas, ya se había despedido de Eiko con otra ligera inclinación y había salido acto seguido a la velocidad del rayo hacía su aula.
Bost, la pelirosa (que a decir verdad era un color sumamente extraño cuando uno se lo paraba a pensar), se quedo quita en aquel lugar, justo como llebava haciendo una hora, hasta que una recién aparecida afluencia de personal recordaron a la joven que ella también tenía clase a esta hora...
[7:00 PM] - Hora Local Planetaria -
Por lo menos te habías librado de la bronca. Fue curioso descubrir que al final el profesor había abandonado la clase por problemas de vejiga veinte minutos antes y que tus compañeros se habían ocupado de convertir aquella clase en un caos. Pero como no era ni la cosa más extraña ni la más improbable que había sucedido hoy no reconocistes su justa relevancia. Las demás clases trascurrieron con normalidad, al igual que las horas en los clubs y extraescolares. Fue una lastima que el almuerzo se sirviera hoy en clase porque de no ser así podrías haber intentado reunirte con la pelirosa, quizas en otra ocasión.
En casa no había nadie. Papa y Mama estarían trabajando hasta tarde y seguramente aprobecharían para ver la lluvia con algún compañero del trabajo. Se habían disculpado durante la cena de ayer, así que poco había que hacer. Y de Enishi... de Enishi no había señal alguna. Era cierto que no era muy proclibe a dejar notas ni de avisar, pero de alguna forma u otra siempre acabas sabiendo más o menos que estaba haciendo. Hoy no, y eso era aún más extraño en Enishi.
La cena estaba en el microndas, en la tele solo ponían solo basura.
Tienes toda la noche para ti solita ¿Que lo mejor por hacer?
[7:00 PM] - Hora Local Planetaria -
Las clases habían trascurrido con normalidad el resto del día. Lo único realmente relevante desde lo sucedido por la mañana fue algún aviso de algún profesor cuando dejaba de prestar atención, ya fuera para rememorar lo sucedido o por pensar en Kanny. Ella si sabría qué hacer... aún que la Eikon-san... No habías tenido más horas libres durante el resto del día y al acabar las clases no la habías visto... Quizás en otra ocasión... aunque no estabas segura si la querías volver a ver... claro.
En casa no había nadie: Tus padres estarían trabajando hasta tarde (parecía que en toda la ciudad se había conspirado para que los adultos no estuviesen en casa hoy) así que tendrías la casa para ti sola.
Había una cena descongelándose en la pica y una nota cariñosa al lado. En la tele solo ponían basura o algún comentario sobre la lluvia de meteoros, y en el apartamento continuo parecía que un gato maullaba...
Gatos...
¿Vendría la mujer gata a por tí esta noche?
A los niños se les cantaban canciones sobre el coco, y por la tele habían echado alguna reposición de thundercats, pero aparte de eso no había señales de que la mujer gatas fueran frecuentes en unos estamentos sociales como aquellos.
Si Kanny estuviera aquí....
Pero no estaba...
.
..
...
Tendrías que soportar una noche a solas, y afrontar tus miedos o...
Y el folleto color sepia que llevabas en tu mochila parecía ahora algo más atrayente.
Desde luego, el día había sido totalmente... Raro...
Eiko suspira, ya era la hora de volver a casa, y allí no se encontró con un panorama más normal..
Estaba sola, y eso, en cierta manera, le decepcionaba, puesto que confiaba encontrar a Enishi para contarle lo sucedido y preguntarle si su día había tan absolutamente estrafalario como el suyo...
Pero no... No estaba...
Y lo peor, era que no le veía desde que se despidieron esa mañana en clase... Y que no hubiese vuelto aún, sin dejar pista alguna de dónde estaba, no era algo del todo común...
-Pfff...-Murmuró cuando vio lo que hacían en la tele... Se había calentado la cena (al menos alguien había pensado en su cena, y eso era de agradecer), y se la había llevado al kotatsu para ver allí "la caja tonta", pero no había servido el esfuerzo de nada...
Así que, simplemente terminó de cenar, distraída, mientras miraba por la ventana...
Casi que movía los palillos de forma autómata para llevarse la comida a la boca...
Cuando acabó, lavó las cosas y miró alrededor...
Enishi no parecía tener intenciones de llegar aún, y eso la ponía de mal humor:
-Maldito criajo...-Aunque ella parecía más cría que él, todo hay que decirlo... Ofendida por "haber sido abandonada", Eiko se cambió de ropa, buscando una falda escocesa roja, unas medias a rayas negras y rojas, y una camisa negra que se adaptaba a su cuerpo a la perfección. Se puso un cinto negro con unas pequeñas cadenas muy monas de metal, y unas converse. Pilló el abrigo, y buscó el papel que le habían dado antes...
Si nadie había en casa, les daría igual si ella salía también, ¿no?
Al menos la habían invitado a la plaza... Algo era algo... Aunque la invitación hubiese sido tan rara...
Por último pilló su bolso con forma "gatuna", las llaves, el móvil, y se acomodó las coletas.
-¡A la aventura!-señaló mientras salía por la puerta y la cerraba tras ella con llave.
Una vez en la calle, comenzó a caminar con las manos en los bolsillos, de forma distraída, dirigiéndose a la "Plaza de los Cosmonautas", pero con suma tranquilidad...
Total, al haberse ido hoy el profesor de repente, no les habían mandado casi deberes, y los que les habían dado, los había hecho en clase... Así que... Poca cosa tenía que hacer salvo explorar...
mañana posteo, siento el retraso, no he encontrado tiempo para postear
Llego a mi casa, pensando en el incidente de la mañana. Mis padres están trabajando, supongo que mantener a una persona más no es fácil, pero como creo que les gusta su trabajo, prefiero no comentar nada al respecto.
Viendo la tele mientras ceno consigo dejar de pensar en lo sucedido de esta mañana. Estoy tumbada en el sofá, aburrida de no hacer nada, cuando oigo un maullido. Se me ponen los pelos de punta, al pensar que esa mujer me pueda haber seguido. ¿Y si he puesto en peligro a mis padres? Pero después de un largo vistazo a la calle, queda en evidencia que era un vulgar gato, porque no se ve a nadie en la calle.
Vuelvo a sentarme en el sofá, cuando me doy cuenta que me he sentado encima de la mochila. Como no tenía nada mejor que hacer, me preparo los libros del día siguiente. Al sacar el último libro, veo que hay un papel arrugado en el fondo. Lo saco de su prisión, cuando veo que se trata de la invitación a la Lluvia de estrellas. No puedo dejar de mirar el papel, un poco embobada. Mis padres no están, pero siempre están diciendo que debería de salir más, conocer gente nueva... No es que me haga especial ilusión, pero quizás tengan razón. Puede que haya gente que sea igual de simpática que Kanny... De hecho, Eiko me había recordado a ella, por su gran entrada... Kanny solía actuar de la misma forma..
Decidida a salir, aunque más tarde puede que me arrepienta, me visto con uno de los pocos vestidos largos que tengo en el armario, regalo de mi madre hace unos meses por mi cumpleaños, pero que aún no había tenido ocasión de estrenar, escribo una rápida nota para que no se preocupen, cojo la invitación, y un poco de dinero de mi mesita. Después de todo, no creo que llegue ni la primera ni la segunda con la hora que es... Una Lluvia de estrellas como es esta, puede que merezca la pena verla, aunque sea sola...