PLAZA DE LOS COSMONAUTAS [00:00 AM] - Hora Local Planetaria
Tronaba. Si, habéis leído bien, tronaba. Con un ruido espanto que hacía a uno pensar que lo que se desgarraba no era las barreras del sonido; sino las de la realidad. A pesar de todo, y por alguna fortuita coincidencia de esas que tiene el destino, no había caído ni un rayo en toda la noche.
Lo más parecido a una descarga de energía que cruzara el firmamento, eran, sin duda, los cometas; que al parecer habiéndose adelantado una ahora de la previsto, bombardeaban con ímpetu furioso la cúpula celeste.
Bajo aquel irreal panorama, en un pequeño cuadriculo asfaltado que los mortales de aquella ciudad conocían como "Plaza de los cosmonautas", una joven de unos modestos 15 añitos, pelirosa, y algo nerviosa, jugeteaba con un panfleto en sus manos. Al parecer andaba buscando algo que estaba más que claro que no iba a encontrar. La dirección era correcta, y la hora también, pero en aquel lugar no había nadie más que su propia sombra.
¿Que podría hacer?
Bost, esa chiquilla pelirosa a la que ahora doy nombre, no sabía precisamente la respuesta.
Quien sin embargo, si tendría alguna idea de lo que había fallado en su plana, era sin duda la otra jovencita que ahora aparecía por la boca calle por una de esas cosas del destino. La joven, un par de años mayor, se llamaba Eiko, e iba al mismo instituto que la susodicha pelirosa. Por otra jugada cósmica ambas se habían conocido en peculiares circunstancias esa misma mañana, pero eso carecía de importancia.
Eiko se acercó a paso ligero hacia Bost, y saludaba efusivamente de mientras. A pesar de estar casi permanentemente en las nubes no tardo mucho en darse cuenta de la situación, y por ende, comenzó a sacar conclusiones precipitadas.
Un tal Kyo, que no casualmente pasaba por allí tampoco encontró lo que esperaba. En su lugar se topo con dos jovencitas que le miraron con ojos de pez cuando este las sorprendió furtivamente. Este espía en ciernes se relajo (un poco) al reconocer Eiko en un lugar tan inverosímil como aquel. Resulto otra vez, que por una coincidencia inexplicable, Kyo fuera un compañero de curso (pero no de clase) de la joven. No reconoció sin embargo a Bost, pero no os voy a engañar, casí nadie se acuerda nunca de ella.
Kyo no tubo más remedio que unirse al coro recién formado de las chicas, a la espera, aún que no pudo evitar sentirse incomodo.
Como tampoco se acordó Noa, un gamberro de ojos azules e inexistente sentido del humor, que hay que ver como son las cosas, también pasaba por allí. Por supuesto iba al mismo instituto (faltaría más), y todos sabías de muy buena tinta como, en un alarde de violencia justa y medida, se hizo con el cargo de jefe del comité de disciplina y asoló la escuela con su mandato del terror. El jefe del comité disciplinarios no se molesto en identificaros, pero arquear una ceja cuando, por algún motivo advirtió que no estaba solo en aquel lugar.
Parecía que una mano invisible había unido en aquel agrupar a Bost, Eiko, Kyo y Noa El Jefe del comité disciplinario del Instituo. Sin embargo, si estaba allí no se mostró.
E iba pasando el tiempo, en un incomodo silencio, y no pasaba nada en absoluto. Aún así los primeros cometas de aquella lluvía de meteoros eran, incluso desde esta distancia, preciosos para aquellos que lo supieran apreciar.
Eiko había intentado llegar con antelación. Aquéllo de las "dos primeras personas" le había sonado más que raro, pero, no tenía nada qué hacer, y albergaba una pequeña esperanza de que la pelirrosa se acercase por ahí.
Su intuición no le falló, ya que al llegar, divisó a la chica, esperando sola...
¿Sola?
"¿Pero qué demonios...? Sí que llegamos temprano... Uhm..."
-Hey, Bost! ¿Y esto se supone que... es... la Plaza...? Menudo fraude...-Al poco, advirtió que no eran las únicas allí...
Le costó un rato discernir quiénes eran los otros dos chicos, pero al final, con gran esfuerzo, los recordó...
Aunque, por supuesto, de sus nombres nada... Sólo sus caras y gracias... Eso ya eran un gran logro para la despistada cabeza de Eiko...
El tiempo comenzó a escurrirse, y el silencio les envolvió a los cuatro... Quizás se sintieran incómodos unos con otros... Pero Eiko... Eiko lo que estaba era aburrida... Y totalmente decepcionada, claro está...
Así que... Obviando los truenos que no le hacían mucha gracia, hizo un acopio de valor, y señaló a ambos (puesto que no recordaba lo de "las monstruosidades del jeefee uhhh":
-Veo que no somos las únicas engañadas como chinas. ¡Aquí no hay ninguna reunión para ver las estrellas! Básicamente, apostaría que vuestra presencia aquí tiene que ver con una especie de profe que no parece profe... Y si no... Una mujer que se hace por pasar por catwoman... Hmpf...-Se cruza de brazos, y les mira fijamente. Estaba claro que soltar esa frase, así, como así... No era lo... Normal...
Pero Eiko no es que fuera la Normalidad en persona...
Más bien todo lo contrario...
Así que, sacando un chupachups de fresa, y metiéndoselo a la boca tras quitarle el papel, siguió mirando a los chicos, aguardando alguna "reacción" por parte de ellos...
Cuando Kyo llego a la plaza se quedo muy sorprendido, no esperaba encontrarse con nadie al menos no tan pronto. Intento pasar desapercibido y caminar agazapado pero al ver que las chicas le habian descubierto por poco se cae y disimulo como pudo haciendo como que buscaba algo por el suelo. Finalmente se acerco a las chicas una le sonaba pero la otra mas joven... No lograba hubicarla.
-¡Hola Eiko! -Saludo a la chica cuando llego a su altura, tras lo cual miro a la desconocida. -Soy Kaneda Kyo, un placer. ¿Que haceis por aqui a estas...?
Pero la pregunta no la termino, cuando vio llegar a Noa. Quizo hacer como que no lo habia visto pero ya era tarde, en la plaza no habia mas personas.
Genial, no es bastante con los lios que me meto en el colegio como para ahora cruzarme con el jefe del comite de disciplina en la calle. ¿Que habra venido a hacer?
Salio de sus pensamientos cuando Eiko comenzo a hablar de un profesor extraño.
-Pues no... Yo no he venido aqui por ningun profesor... Yo vi una nota y... Es verdad, la nota decia que a la 1 pasaria algo, sera mejor que no estemos por aqui para entonces.
He llegado a la hora... Y sin embargo aquí no hay nada... ni nadie. ¿Me habré confundido de sitio? Pero... No es posible.. Miro el folleto. La dirección que indica es la misma que alcanzo a leer en una esquina... Miro alrededor, pensando en qué hacer a continuación, cuando llega Eiko, y sin perder tiempo, pone en voz lo que se me había cruzado por la cabeza... ¿Puede que el tipo raro nos haya mentido? No tiene sentido..
Sin pensar en lo que hago, miro hacia donde se ha girado Eiko, para bajar seguidamente la cabeza, al divisar un par de ojos.
¿No.. no estamos solas? Después de lo de esta mañana, no puedo más que asustarme al ver a dos desconocidos, ya que he visto a otro chico.
Pienso en irme, aún que estoy a tiempo, pero Eiko se adelanta especulando sobre la razón por la que están aquí. Abro los ojos sorprendida, a la vez que un poco asustada, al ver que se dirige tan informal hacia dos desconocidos... Algo que yo, sin duda, no haría nunca. Decido esperar a ver la reacción de los dos desconocidos. Quién sabe lo que pretenden, y por qué están realmente aquí... No puedo dejarla sola en la noche, no después de lo que ha hecho esta mañana... Aun cuando no sea de mucha ayuda.
Me pongo de cara a los dos, mientras miro al suelo, ya que siempre me han dicho que es de mala educación dar la espalda cuando estás hablando... Cuando oigo a uno de los dos hablar, echo un vistazo.. La verdad es que me suena la voz.. Al ver su cara, me doy cuenta de que es un alumno del insituto, con el que nunca he hablado. Como tantos otros...
Al parecer no le ha traído la misma razón que a nosotras. Ante sus últimas palabras, una ligera sospecha se me cierne. ¿No vendrá aquí la mujer-gata? No puedo llegar tarde a casa, o mis padres se preocuparán...
Con los brazos en la cintura, Eiko mira a Kyo alzando una ceja...
-Así que... A la una pasará... Algo?-Sus ojos brillan con una travesura casi llegando a la malicia...-¡Entonces debemos quedarnos! ¿Quién sabe si lo que pasará no será algo totalmente increíble que no debamos perdernos?-Añade, enérgica.
Ríe de forma cristalina y mira a la pelirrosa, que aún no se había pronunciado:
-¿Qué dices, Kaguya? ¿No te parece emocionante descubrir qué pasará a continuación?-Mira entonces a Kaneda, con malicia...-Y tú... Si no eres un cobardica...-le señala con un dedo...-¡También deberías quedarte!-Y sin más, saca otro chupa chups de su bolso, y se lo mete a la boca, relamiéndose.
Posteo por... No sé... Pensaba que contestaría Noa, pero no nos quiere T_T
¿Merecería la pena quedarse para presenciar lo que pueda ocurrir? La curiosidad nunca ha sido un de mis características... Normalmente ser curioso iba relacionado con cotillear, y hablar mucho no es mi fuerte... Sigo pensando en si valdría la pena arriesgarse, ya que después de todo ya había hecho el esfuerzo de venir, cuando Eiko se dirige a mí, preguntándome sobre mi opinión. Se me enrojecen las mejillas, volviéndose del color de mis ojos. Avergonzada y, en lo más profundo contenta y sorprendida por su amabilidad, a pesar de que no es la primera vez que lo demuestra, tan sólo acierto a balbucir un simple "Bueno" como respuesta.
Supongo que haré lo mismo que ellos... Ya que, después de todo, la integración es asumir las actividades de otros. No puede pasar nada malo por llegar tarde a casa... Siempre me quedaría la opción de marcharme, aun cuando eso supusiese abandonar a mis padres, en busca de Kanny...
yo hasta el 26 de mayo o 11 de junio, no se como sera mi conectividad, dependera de los examenes, pero intentare estar al tanto de la partida xD
noa no seas malo xDD