Partida Rol por web

PRINCIPIO

Cinco estrellas fugaces...

Educación física: ¿Porque seguían con esa asignatura? Ya no sois alumnos de primaria, todos tenías casi diecinueve años. Prácticamente adultos. Sin embargo aún estaba en el temario esa maldita asignatura. ¿Y el uniforme? Era mejor no pensar en ello.

Por lo menos podías disfrutar de las vistas. Cinco estrellas fugaces...Se hablaba de que aquella noche habría lluvíi de meteoros, y todas las consecuencias que puede acarear a unos sacos de hormonas que son los adolescentes, pero por lo visto algunos se habían adelantado. Pronto desaparecieron, pero daba la sensación que eras el único que había prestado atención al cielo.

- Esta bien; Formad dos grupos: Takay, Yutta, Midori vosotros elegís, tu Seno.... -

La profesora iba haciendo los grupos.

Es un azul radiante...

Una de las ventajas que representaba vivir en la capital, o Ciudad-Colonia como la llamaban algunos, que siendo el más pobre de los mendigos te pagaban el instituto e incluso las pruebas de preparatoria. Lo malo, era que te obligaban a asistir.

Ciudad-Colonia era el único y por lo tanto principal núcleo de tecnología de planeta, los Astronautas que llegaban cada año a la ciudad solían decir que esto era nada comparado con la "Antigua Tierra", pero habría que preguntarse si en la Antigua Tierra la gente también vivía en chozas de barro más allá de la muralla escudo. Y la muralla escudo se veía desde el campo de atletismo; El instituto estaba situado ya de por si en la periferia de la ciudad.

- Kaneda, con el grupo de Yutta, Takay llevate a... -

El movimiento fue mecaníco cuando tu cuerpo se desplazo con tu grupo designado. Tu mente estaba ahora muy lejos de aquel lugar.

 Es un azul radiante...

- Listo. Recordad, esto es un ejercício de calentamiento; Balón Prisionero, 20 minutos -

Sonó un silbato y cada uno tomo posiciones. La pelota voló por los aires y fue de un campo a otro en un no parar, en ocasiones directa como un flechazo, otras rebotando y otras... Algo te golpeo, pero eras rápido: La pelota te había alcanzado en el hombro, en un acto reflejo intentaste agarrarla antes de que tomaras tierra (por mucho que la "cárcel" fuera un lugar tranquilo no era plan de suspender la asignatura), pero tropezaste, y en vez de cogerla la golpeaste con la suficiente fuerza como para salir por los aíres, cruzar el patio y colarse por encima de alguna valla más allá de vista.

Algunas risitas sonaron de fondo.

- Kaneda, ve a por la pelota y no tardes, no tenemos todo el día - Era imposible ocultar parte del desprecio de su voz.

¿Sería que el universo estaría en tu contra?

Obedeciste, como no, primero cruzando el campo de atletismo, pero no había rastro de la pelota, y luego los setos que servían como valla del recinto.  Ni pelota ni señal alguna de ella... El patio, el almacén, el gimnasio... Tampoco nada. Y entonces, cuando en un vano intento de encontrar la pelota te acercaste hasta la esquina con la biblioteca... Lo viste.

Eran dos, dos de ellos: Parecían hombres pero no era así, iban practicamente desnudos, y donde otros ser humanos hubiesen tenido extremidades ellos tenían garras, ventosas o colmillos. Un hombre-lagarto subía por una escalera de mano hacía el tejado, y el otro, con ciertos rasgos parecidos a los de un gorila, aguardaba su turno. Pronto perdiste de vista al lagarto, engullido por el cielo azul.

Te debería haber oído llegar, porque se acaba de voltear hacía ti.

Te obsrvaba, un paso,  otro más. Su boca guardaría cierta similitudes a lo que se consideraría una sonrisa de un ser humano.

Una de esas sonrisas de alguien que ha encontrado lo que andaba buscando...

Y te había encontrado a ti.

Busco y rebusco por todos los sitios que se me ocurre, aunque a decir verdad no pensaba con demasiada claridad.

Genial, esto es la mejor manera de empezar el dia... No tengo ya bastante problemas como para que ahora se rian de mi por perder balones... Pero tengo que encontrarlo y asi aprobar con buenas notas, llegar a la universidad es la mejor forma de ser un hombre de probecho, conseguir un buen trabajo y poder mundarme con mi tia a una mejor zona. Entonces nadie se atrevera a reirse de mi jajaja.

Y asi fui pensando, en como seria una casa mas grande y una tele que no se estropeara una semana si y una no y... Cuando quise darme cuenta.... Estaba delante de eso.

-Demasiado pronto para carnavales ¿no crees? -Dije con nerviosismo retrocediendo unos pasos, si, cuando me pongo nervioso empiezo a decir tonterias.- Era broma... Pero me gusta tu disfraz de mono-alinigena, casi me engañas del todo.

¿Lo veis? Y lo peor es que estaba claro que ese tipo buscaba problemas. No se si seria de Iunabi o no, pero conocia esa expresion de sus ojo, es la expresion de los chicos cuando quieren bronca, es una expresion universal y ese gorila la tenia.

Revise mi entorno con rapidez, si llegabamos a las manos no queria resbalones con ninguna piedra, son algunos truquillos que aprendes a tener en cuenta, cuando te metes en peleas en la calle.

Claro que podria haber salido corriendo, pero tenia el palpito de que si ese tio se encontraba con mis otros compañeros de clase no les aria nada bueno, puede que no se comportaran demasiado bien conmigo, pero tampoco se merecian ser bapuleados... Asi que solo quedaba yo, si se desfogaba conmigo quizas se marchase sin mas.

Rapidamente me agache lo justo para tomar un vara en el suelo, no era demasiado pero era mejor que nada.

-Te aviso que no me dejo hacer facilmente...

Creo que eso fue lo unico inteligente que dije.

Primero fue un paso. Luego otro.

A medida que se acercaba más te llegaba la certeza de que no se trataba de un disfraz: La bellosidad de la manos, el volumen de sus musculos, la joroba en su espalda; Eso parecía de todo menos humano, aunque tu subconsciente ya lo había aceptado.

Se estaba acercando, Y algo te decía que no precisamente con buenas intenciones. ¿Huir? ¿A donde? Y luego que ocurriría con tus compañeros. No, algo te forzaba a permanecer en el lugar. Un gesto loable seguro, pero visto desde fuera algunos dirían que estúpido.

Ahora podías notar su aliento en la cara. Tenía una presencia acida casi que te corroía la piel. Y la sonrisa... ¿Es que nunca iba a borrala? Adelanto el brzo dirección a tu hombro, por el tamaño de su manos estabas seguro que te lo romperia si te lo llegara coger...

¿Entonces esto era todo?
¿Así acaba tu historia?

... ¿No, Verdad?

- ¡Maldito Crío! -

Un destello de luz cruzo silbando por delante de tu espectro de visión, acabando con un impacto justo a medio centímetro del pie del hombre-gorila. Había sido un disparo. El bicho pego un salto hacia atras sobresaltado.

- ¡TU!¡Niñato!¿Quieres que te maten? -

La voz procedía del final del patio, fuerte, pero daba la sensación que era exclusiva par tus oídos. Era un hombre, este sin duda lo era, y de su hombro colgaba un rifle humeante que acompañaba con el humo de un cigarrillo. Di otra calada, se llevo el rifle a las manos y exclamo:

- Mierda,¿A que esperas? Corre por tu vida si te apetece, esta sera tu única oportunidad -

Se oyo el sonido de la recamara al cargar la bala y el silbido de esta al cruzar toda la distancia que os separaba para pasarte finalmente de largo  y volver a fallar por poco al hombre-simio. Esa especie de animal estaba recuperando el valor para volverse acercar.

- Je, Haz, lo que quieras, a mi me da igual -

Y volvió a sonar el disparador al cual el hombre simio respondió con un aullido atroz.

Justo cuando pensaba que esto se acababa... Que suerte.

No lo tuvo que pensar dos veces, di un varazo al aire a la altura de los ojos del simio, no para darle si no para distraerle y hacerle apartar la vista de el durante unos instantes. El tiempo justo para darse la vuelta y echar a correr sin mirar atras.

-¿Pero que demonios es ese tio? -Dije al extraño mientras corria en su direccion, aunque intentando no taparle la linea de tiro. Desde luego si habia una buena opcion de que no me llevara una paliza, pasaba por estar cerca de ese tipo.

- Tsch, ¿Te parece buen momento para esa clase de preguntas? -

Volvio a sentirse el disparador del arma y otro destello que atraveso el patío. Luego el sonido de la bala al cargase en la recamara y el martillador del rifle. Los tiros zumban sin cesar, pero ningun acertaba a su objetivo, no más alla a lo que sería un roce hecho con un alfiler. Tampoco viste que efecto tubo la vara, porque basicamenten no querías mirar.

- ¡Je! -

Sin embargo, por muy exaltada que fuera una exclamación simpre había un tono frío y lejano en sus palabras.

De golpe cesarón los disparos. No tardastes mucho en plantarte a su lado. No te hizo falta formular la preguntar, lo podía leer en tu cara.

- Se ha atascado, como odío los rifles de segunda mano -

Pronto se escucharon las pisadas del gorilla acercase a la carrera. Había aprobechado el incidente para recuperar terreno. El hombre sin embargo parecida inmerso en el problema del su arma y hablando para sus adentro.

Iba gando terreno con rapidez, veinte metros, diez metros, cinco metros... Todo aquello rodeado de una sensación irreal de que todo aquello no estaba pasando. En realidad la situación careca de sentido, y para colmo de los males no habías recuperado ni la maldita pelota de gomaspuma.

¿Que otra puedrías hacer?

Podría haber dado píe a muchas cabilaciónes pero el el rifle volvio a martillear y en apenas un segundo las balas zumbaron sin miramientos hacía el frente. La mayoría se perdieron si más, pero dos estubieron apunto de alcanzar su objetivo si este no se hubiese apartado en el ultimo momento. Al final esa "cosa" se batio en retirada y el tirador se dio por sadisfecho denjandola huir y colgandose el rifle del hombro sin más.

Tampoco parecía dispuesto a quedarse en el lugar. Se puso bien las gafas, se encendio un cigarillo (todo ante tu atenta mirada, porque hasta el momento habías sido incapaz de voler a pronunciar palabra) y cuando se lo hubo encendido se dispuso a irse con toda la calma del mundo y añadiendo:

- Bueno, la proxima vez apañatelas tu solo. Has tenido suerte que me has servido de cebo, no creo que haya proxima vez -

Durante unos segundos mi cuerpo se quedo inmovil viendo alejarse al gorila. Mi mente no pudo reaccionar hasta que desaparecio del campo visual.

Entonces me di la vuelta para mirar a mi salvador que ya se alejaba. Corri hacia el antes de perderlo.

-Espera... Espera tio. No te puedes ir asi, me has salvado la vida y ni tan solo se como te llamas. -Me coloque delante de el para impedirle el paso.- Uff... Menuda carrerita.... Ademas, parece que tu sabes algo de esas cosas. No parecen humanos, al menos no de por aqui... Fue una suerte que estuvieras cerca.

Su ritmo era lento, o más bien pausado, pero constante.

Te habla de espaldas, sin mirarte.

- Oh, si, si que puedo. Si te fijas ahora mismo lo estoy haciendo. Mira chico... Tu solo olvídalo, no ha sido nada personal, solo era mi presa y tu te as metido en medio. No me debes nada... O por lo menos nada que puedas pagar...  -

Repentinamente se escucho un grito de fondo, esta vez humano, y el sujeto se paro en seco y se agacho a recoger algo del suelo.

- Parece que tu profesor te esta llamando - se giro. En su mano sugetaba la pelota - Toma, sera mejor que regreses, y la próxima vez vigila tus espaldas -

No añadió nada más.

Los gritos de fondo fueron subiendo de volumen progesivamente, a la medida que su figura se perdía en la distancia.

- Kaneda.... -

Su figura desapareció al fin.

- ¡KANEDA! -

Y los gritos te despertarón de tu ensoñación. Tenías la pelota en las manos y instintivamente (pero contra tu voluntad) volvistes sobre tus pasos hasta la cancha de atletismo. Los alumnos estaban ahora dando vueltas al campo como calentamiento y alguno ya sacaba la lengua por el esfuerzo, pero nadie, nadie en absoluto, se había percatado de lo ocurrido momentos antes.

¿Habría sucedido en realidad?

Antes de que pudieras sudmergirte de nuevo en tus pensamientos el profe de turno te azuzó.

- ¡Kaneda! ¿Que haces aquí parado? ¡Muevete! ¡Ve a dejar es a pelota y despues sal a la cancha a dar vueltas como todo el mundo! ¡Venga! -

No valía la pena discutir. El covertizó estaba a apenas unos pasos. Era una pequeña choza que servia como almacen de material deportivo, y el club de futbol siempre se quejaba que nunca les dejaban suficientes estantes para sus zapatillas de deporte. Para ser honestos sus quejas eran ciertas, pero esto no tenía ninguna relevancia. La cesta de las pelotas estaba al fondo ocultas en semi prenumbra.

Cuando la conseguistes alcanzar la pelota se te escabullo de entre las manos y fue a rodar hasta la puerta.  Entre maldiciones devolvistes el saco a su lugar y retrocedistes hasta la pelota, te agachastes y...

¿Un papel?

Estaba enganchado a la pelota de espuma. Pequeño y amarillento, pero tenía algo escrito en letras de imprenta. Decía así:

Durante un segundo todo aquello parecía no tener sentido, pero enseguida uno podía atar cabos. ¿9:30? Educación física había comenzado a las 9:00 y poco después el accidente... ¿Se le había caido aquel hombre él papel?  Lo que no había duda es que sabía lo que buscaba... el hombre gorilla...

Entonces "Plaza de los Cosmonautas - 1:00 AM, Mañana" se refería a que iba a aparecer otro de esos seres... ¿Esta noche? ¿Durante la lluvía de meteoros? La plaza de los Cosmonautas no estaba muy lejos de casa... aún que a esa hora la gente estaría en los observatorios... no por las calles...

aún así...

.

..

...

- ¡KANEDA! -

[7:00 PM] - Hora Local Planetaria -

No hubo remedió que continuar con educación física y luego con todas las endiabladas clases. Aún así la mente solo retenía un pensamiento. ¿Que diablos había sido eso? La sensatez a pesar de todo se seguía imponiendo antes que la curiosidad.

La casa estaba fría, no llegaba el dinero para tener el calefactor encendido todo el día. Papa y Mama, bueno, tus padres adoptivos, ya les costaba horrores llegar a fin de mes. Hoy estarían haciendo horas extras toda la noche, seguramente no verían los meteoros. Tenías toda la casa a tu disposición y había que prepara aún la cena, no suponía mucho problema.

Por la televisión no daban más que basura... todo resultaba tan deprimente.

La plaza  de los Cosmonautas...

No se veía desde la ventana del comedor, porque un rascacielos la ocultaba... pero estaba cerca y solo de pensar que esta noche iba a aparecer otro montruo... y quizas aquel hombre...

¿Sería demasiado peligroso ir a ver lo que sucedería o... quizás... valiera la pena?

Eso solo lo podías decidir por tu mismo, ir a husmear, o quedarte y ovlidarte del asunto... para siempre.

Aun le daba vueltas al asunto mientras preparaba la comida, prepararia un poco extra para cuando llegaran los "parientes" tuviesen algo ya listo para llevarse a la boca.

¿Seria posible que ese tipo supiese cuando ivan a aparecen los hombres animales?

La plaza de los cosmonautas estaba muy cerca y lo cierto es que no tenia nada mejor que hacer. Estaba decidido, iria a echar un rapido vistazo y volveria antes de que nadie se diese cuenta de que no estaba.

Total por mirar no iva a pasar nada.

Prepare una mochila con una literna y un par de sanwich, por si entraba el hambre esperando y me diriji hacia la plaza.