El proyecto de John Hammond va viento en popa. Está creando un fabuloso parque con el que espera, en no mucho tiempo, sorprender al mundo con sus criaturas jurásicas. Mientras que el futuro emplazamiento del mismo es la Isla Nublar (Zona A), en la isla Sorna (Zona B) se están criando diversas especies de dinosaurios a modo de granja de producción para luego transportarlos a isla Nublar. Sin embargo, una parte de los científicos de InGen está trabajando en un método de control de dinosaurios para casos extremos (como la huida de las islas): la creación de una falla endocrina que los hace incapaces de generar lisina, por lo que si no la consumen en sus alimentos entran en estado de coma y mueren.
InGen está ensayando estas pruebas en numerosos dinosaurios transportados desde la Isla de Sorna a la Isla Muerta (Sitio C) a través de un programa de control de comisarios de las Naciones Unidas (ya que esta isla no es propiedad de la empresa de Hammond). Durante los experimentos, los científicos de InGen están obligados a informar por radio a Isla Sorna de las pruebas con lisina en dinosaurios cada cinco horas. Lo hacen desde el puesto avanzado de las Naciones Unidas, al norte de Isla Muerta. Sin embargo, desde hace un día no ha habido comunicaciones por parte de los científicos o los comisarios. InGen ha decidido contratar y enviar de manera discreta un pequeño equipo de exploración (entre los que están los PJ). Si este contratiempo saliera a la luz, el prestigio y su sueño del parque Jurásico se irían a pique.