Partida Rol por web

Tras algunos días deciden internaros en el centro penitenciario de la ciudad, donde los asesinos más peligrosos viven. Mark no tenía especialmente miedo, aunque sabía que se aliaban en diferentes "bandas" y era peligroso. Os encerraron en la misma celda, para que no hubiera problemas. Habíais sido acusados de intento de robo y agresión a la autoridad, ya que los superhéroes eran reconocidos como la autoridad. Os habían quitado el disfraz y os habían puesto el típico uniforme naranja. Os quedaban 10 años en aquella prisión, y el abogado no había podido rebajar la condena. Así que tocaba esperar o intentar escapar, eso ya era cosa vuestra. Era una cárcel de alta seguridad, por lo que escapar en esas condiciones era casi imposible. El policía abrió vuestras celdas y os puso junto a otro prisionero, un forzudo que os miraba mal y ni siquiera os dijo un "hola". Estaba tumbado en la cama leyendo. No parecía tener cara de buenos amigos. Allí estabais, en una celda de 3 camas como un pequeño dormitorio de grande. Las camas estaban apiladas en literas, y estaban junto a otras celdas de otros presos, los cuales no podíais ver porque os separaban tabiques. La única parte que era de rejas era la entrada. a la celda, donde patrullaba un policía que eventualmente golpeaba las manos de algunos presos cuando las sacaban.

Mark estaba de mal humor. Nunca es que estuviera de bueno pero en ese momento era especialmente malo.

Al entrar en la celda y encontrarse con aquel tipo penso "al menos sabe leer" y su mente se encendio. Ningun preso enorme como ese tipo se queda leyendo apaciblemente cuando su celda es invadida por nuevos reclusos. Lo logico seria que se les hubiera encarado o dejado clara su posicion de macho dominante...

Pensandolo un poco, algunos de sus compañeros habian escapado y era posible que aquel tio fuera un "preso de confianza" destinado a sonsacarles donde estaba el resto de la banda.

Con cuidado Mark hizo un gesto a Dean, tocandose la nariz con disimulo. "esto me huele mal" quiso decirle. Sin pronunciar palabra se acomodo en su litera, tenia que pensar un plan para escapar de ese lugar.

Cuando entraron en la celda maloliente, Dean se llevó la mano al costado, aun le dolia la puñalada, pero aun le dolía más su orgullo, el hecho de estar en esa puta carcel significaba que había fracasado y esa sensación no le gustaba para nada

También se fijó en su nuevo compañero de celda, era grande y seguramente perdería en una pelea contra el, así que decidió intentar llevarse bien con el, después vió la señal de Mark, le indicaba que tuviese cuidado

Por lo que sabía, Mark no había estado nunca en la trena, pero se había movido con gente que si, asi que Dean decidió que lo mejor era fiarse de su instinto, por lo que Mark y el tendrian que buscar alguna oportunidad sin "mister Simpatia" para poder hablar

Un policía se acerco y con una porra golpeó las rejas.- Hora libre chicos. Os veo muy callados. Dadme las manos.- Dijo en la celda en la que os encontrabais. Sin titubeos, el grandullón tiró su libro a la cama y se levantó, puso las manos a la vista y a través de las rejas el policía le puso los grilletes.- Muy bien, mister simpatía.- Le dijo el policía a modo de burla. Mister simpatía le dijo.- Cuando salga de aquí al primero que voy a matar será a ti.- El policía se rió y dijo.- ¿Crees que vas a escapar?.- Y negó con la cabeza.- A ti te toca la sillita mona, haberlo pensado antes de matar a tu mujer.- Dijo de nuevo el policía con una sonrisa en los labios y le acabó de colocar las esposas.- Vosotros, los nuevos. Las manos.- Dijo con la misma ironía que hablaba al grandullón.

Mark miro a su compañero y sonrio de medio lado, se le habia ocurrido algo bueno, empezar una revuelta. Si lograba hacer entrar al guardia, causar un poco de caos... El prisionero que estaba acompañandolos no tenia nada que perder y sentia la suficiente ira como para, de ver la oportunidad, zurrarle al policia.

- Es muy galante por su parte de pedir mi mano pero soy un hombre comprometido.- dijo burlon al policia. Solo queria que se le acercara un poco, que abriera esa puerta y comenzar la fiesta.

Cuando el guardia les habló Dean aun estaba tumbado en el camastro, vió como Mark le hacía una mueca y escuchó como vacilaba al segurata, por lo visto Mark quería empezar una pelea, Dean no estaba seguro de que aquello fuese lo más inteligente, aunque consiguiensen derribar al guardia, seguramente salir del enorme complejo que era la carcel iba a ser mucho más dificil, aún así, decidió echar una mano a su compañero

- Yo en cambio no tengo compromisos, si quieres, nos vemos durante el descanso y te dejo que me la chupes, tienes cara de que te guste

El policía le puso las eposas y abrió la puerta, sacando la porra de nuevo. Cuando la puerta se abrió totalmente intentó golpearle con la porra sin decir una sola palabra más. El golpe iba dirigido a Dean.

El policía entró y pegó fuertemente en la cara a Dean Donald. Éste cayó al suelo y acto seguido fue levantado por el policía.- Os toca el recreo nenas.- Dijo tranquilamente mientras les señalaba con la porra para que siguieran el pasillo hasta el final. A lo largo del pasillo habían más presos que se iban uniendo y más policías con porras incluso eléctricas e intentaban intimidar a algunos presos. El patio no era gran cosa, una zona plana rodeada de rejas electrificadas aunque amplia. Albergaba a todos los presos. Cuatro torres estaban vigilando que no hubiera problemas entre los presos. La puerta del pasillo se cerró cuando llegásteis al patio, y muchos presos se quedaron mirando vuestra llegada. Estaban los hermanos arios, faciles de reconocer por las esvásticas tatuadas y su cabeza rapada, los rusos, que eran musculosos y estaban marginados, no se relacionaban con nadie y luego habían presos sueltos y alguno que otro de color. Vuestro compañero de celda se quedó un momento a vuestro lado.- Deberíais relacionaros, si no queréis acabar como ese perdedor.- Dijo señalando a uno al que le estaban dando una paliza en una esquina. Tenía la típica pinta de ser un violador. Todavía le escocía la cabeza a Dean Donald. No había salido muy bien parado desde el atraco. Todos los golpes iban a por él.

Joder, soy el saco de las ostias, estoy hasta los huevos, miro al resto de reclusos y luego a Mark, tengo claro que deberíamos juntarnos con una de las bandas, por lo que tengo oido de las cárceles, ir solo es igual a una condena a muerte

- Con quien crees que podríamos ir? - Le digo a Mark en voz baja, el conoce mejor estos ambientes y sabe con quien puede interesar relaccionarnos 

No tengo acceso a demasiadas cosas pero intento buscar una tela para la herida que me ha hecho en la cabeza el puto policia, ya lo pillare ya...

-Normalmente los más violentos suelen ser los más seguros... pero depende de cómo les caigas al principio.- Miré a los arios.- Está claro que si queremos ser amigos de los arios tendríamos que adorar a Hitler y tener esvásticas por todo el cuerpo...- No sabía que decisión tomar...

bueno, ambos somos de piel clara y de pelo rubio, tu un poco menos; pero eres bastante fuerte, quizá nos baste para empezar...- veo las dudas de mark y tambien las comparto, juntarnos con los nazis significa enemistarnos con los demás, pero lo que esta claro es que no vamos a formar banda con los mulatos, no estamos ni en el mismo rango de pantoné - si tienes alguna idea mejor...

Sin decir más me acerqué al primer tipo ario que encontré. Le hice un saludo nazi y dije.- Sieg heil compañero, menuda mierda de cárcel. Todos negros.- Acto seguido miré a los demás sin miedo alguno.

Uno que parecía ser el cabecilla respondió.- ¿De qué vas? ¿Quieres que enculemos tu cara de judío? ¡Ya puedes estar cagando hostias de aquí o te sacudo de una hostia, hulk.- Era más pequeño que Mark, pero tenía mucha musculatura.