Partida Rol por web

Adolamin se asomó con todo el cuidado que pudo, intentando no hacer ruido y permanecer oculto. en cuanto superó la linea superior de las rocas vió a las propietarias de las voces. Eran tres jóvenes, compañeras de la escuela, eran la promiscua Scarlett Jhonston,  Sarah Kingsley y Eva Roberts, una chica rubia, apocada y tímida, que es la única de las tres que aún está en la orilla.

Sarah está en el agua, tapándose la camisa mojada con pudor mientras Scarlett, sin tanta discreción y completamente desnuda, juega a salpicarla y a hacerle aguadillas.

-Vamos, sarah!! Quítate eso y ven a nadar! Eva! Por Selune! Haz el favor de meterte en el agua! No está tan fría! 

Sarah, ruborizada, contesta entre escupitajos de agua:

-Scarlett!! ¿Qué haces? Podría haber alguien por aquí! ¿Y si te ven?

En un arranque de atrevimiento por su parte, Eva tomo entonces partido:

- No creo que quede nadie sin verla asi en el pueblo, sarah!

Entonces, una piedra se desprendio de la roca donde se apoyaba Adolamin y cayo al agua. Eva se dió cuenta desde la orilla y, mirando hacia donde estaba el bardo, lo vió.

-AHHH!!! ALLÍ!!!

 - LO SIENTO CHICAS, SOY ADOLAMIN, NO QUERÍA ESPIAROS, NO SABÍA QUE ESTABAIS AHÍ, SIMPLEMENTE ESCUCHAMOS RUIDOS Y ME ACERQUÉ A VER QUE ERAN PERO OS PROMETO QUE NO HE VISTO NADA. LO SIENTO MUCHO, MEJOR ME MARCHO. Grita el bardo al ver que eran las chicas de la aldea.

 Seguidamente se acerca a Gaelan y le susurra. - Ey Gaelan, ¿sabes quien está ahí bañándose en el lago? Tu querida Sarah Kingsley, si te haces invisible podrás verla sin problemas en todo su esplendor. Y, si te digo la verdad, no me desagradaría ver a Scarlett Jhonston mientras se baña. Al final de la frase le guiña un ojo al joven mago como gesto de complicidad.

Las chicas empiezan a gritar como locas y Sarah sale del agua a toda velocidad cubriéndose la ropa mojada y semitransparente. Eva se pone agritarte con el puño levantado mientras Scarlett se limita a meterse en el agua para que solo sobresalga su cabeza y no quedar tan expuesta. Ella parece divertida, sonriente.

-ADOLAMIN! PERVERTIDO! SE LO VOY A DECIR A TUS PADRES!!

Cuando ve que te retiras (para hablar con Gaelan) se interrumpe un momento y luego vuelve a gritar con mas fuerza.

-¿A DONDE VAS, COBARDE? ¡VUELVE AQUÍ !

 - TRANQUILAS CHICAS NO PIENSO HUIR, YA OS HE DICHO QUE MI INTENCIÓN NO ERA ESPIAROS, POR LO MENOS NO A SARAH Y A TI, EVA, JAJAJAJA. SIMPLEMENTE ESTABA CON MIS AMIGOS POR AQUÍ CERCA Y HEMOS ESCUCHADO RUIDOS, PENSÉ QUE PODRÍA SER ALGUIEN SOSPECHOSO PORQUE AL LLEGAR NO VIMOS NI ESCUCHAMOS A NADIE. PERDONAD, SI QUERÉIS VENIR A REPRENDERME ME ESPERARÉ AQUÍ.

 Miro a Gaelan, le sonrío y le hago señas de que van a venir. - Es tu oportunidad Gaelan, ¡Sarah se dirige hacia aquí!

- ¡Repámpanos!!! – exclamó el joven mago al escuchar la voz de Sarah al otro lado de las rocas. También había podido escuchar a alguien más pero su oído selectivo solo le había permitido escuchar con claridad a una persona. – No puedo hacerme invisible Ado, ya lo sabes, ese truco aun no lo domino. Además, no es mi intención espiar a Sarah mientras… - Los gritos de las chicas al descubrir al bardo callaron de golpe las explicaciones de Gaelan.

– No… no puede ser. Y encima te han pillado espiándolas!!!. – notaba como su corazón cada vez latía más rápido y su capacidad de raciocinio desaparecía por momentos. Al escuchar de boca de su amigo que Sarah se dirigía hacia allí se quedó totalmente bloqueado.

- Es tu oportunidad Gaelan,

Escuchaba la voz de Adolamin como si se encontrara lejos, muy lejos.

¡Sarah se dirige hacia aquí! –

Esa última frase sí que lo sacó por fin de su embobamiento. Sarah se dirigía hacia allí, y tenía que pensar algo que hacer o que decir para que no los tomaran como simples mirones, bueno, al menos no a él, Ado ya no tenía salvación. Intentó pensar lo más rápido posible, había vivido situaciones más complejas que esta, pero su mente no se encontraba nada ágil, sólo la mera presencia de Sarah nublaba sus sentidos.

Al fin, tuvo una idea, una absurda idea pero era lo que había. Buscó entre la maleza un palo, una vara que fuera lo suficientemente larga como para que pasara por una caña de pescar. Una vez obtenida, se sentó en una de las rocas mirando hacia el mar y con la vara metida en el agua… No había tiempo para ponerle seda y cebo…

Pasan los segundos largos como horas para los dos amigos mientras esperan que las chican suban por el bosque hasta su altura. Cuando por fin lo hacen, Scarlett va en primer lugar, con Eva y Sarah a su espalda. Scarlett se ha puesto una blusa encima pero su cuerpo mojado la hace transparentar en la zona del pecho y ambos podeis intuir a través de ella sus pequeños senos y sus pezones duros. Ella llega mirandoos con cara picarona.

-Vaya, vaya! El músico y el librero juntitos en el lago! Asi que...¿Espiando a las chicas, eh?

A priori no parece haberse dado cuenta de que la caña de Gaelan no tiene sedal ni nada y que solo es una vil rama.

 Al ver llegar a Scarlett Adolamin la mira de arriba abajo y sonríe picaronamente.

 - Vaya, vaya Scarlett, no esperaba que vinieras la primera, y encima así, ten cuidado con lo que haces, hay cosas que este bardo no puede resistir, como una preciosa pelirroja mojada viniendo hacia mi... El bardo desvía la mirada hacia sus ojos y le dedica una mirada penetrante y fija, transmitiéndole su interés en ella.

Scarlett se acerca en zig zag a Gaelan y a Adolamin, que se ha levantado y dejado al rama en el suelo. La chica le sonrie y levanta los brazos para echarse el pelo mojado hacia atrás, lo que provoca que su pecho se levante y Gaelan no puede evitar ponerse como un tomate y mirar a otro lado. Adolamin, sin embargo, aprovecha para pegar un buen vistazo y disfrutar del espectáculo con una sonrisa.

Vaya, vaya Scarlett, no esperaba que vinieras la primera, y encima así, ten cuidado con lo que haces, hay cosas que este bardo no puede resistir, como una preciosa pelirroja mojada viniendo hacia mi... El bardo desvía la mirada hacia sus ojos y le dedica una mirada penetrante y fija, transmitiéndole su interés en ella.

Scarlett le devuelve la mirada.

-Que boquita que tiene el musico! Primero me espía y ahora me tira los trastos! Me pregunto que diria Ray si se entera de que le dices esas cosas a su chica...

Aunque la verdad es que ultimamente me descuida mucho. -dijo con un mohin.

Ante la inminente llegada de las muchachas, cosa que ni en broma quisiera que hubiera pasado Gaelan, intentó hacerlas creer que se encontraban pescando. – (Tarareo) Era tan poco en la viiiidaaaa… Era tan pooocoo, que nada eeeera… (tarareo) – Canturreó para si con la intención de calmarse un poco. Cuando parecía que lograba controlar sus acciones de nuevo, se volteo como si nada hubiera pasado y estuviera ajeno a todo lo acontecido – Ho.. ho.. hola chicas. – acertó a decir antes de girarse del todo. Al ver a la joven pelirroja con sus insinuantes movimientos y las transparencias de la camisa, no pudo más que girar la cabeza sonrojado cual tomate maduro. Aprovechó la coyuntura para, torpemente, dar una patada a la improvisada caña de pescar, y tirarla al agua. – Ops, la caña, se acabó el pescar por hoy, Ado. – Intentó que sus palabras no sonaran muy forzadas en un intento por desviar a su amigo de sus intenciones, y mas sabiendo que era la chica de Ray.

 Adolamin se va acercando poco a poco a la chica pelirroja, con tranquilidad, tiene todo el día y nada que perder. Le dedica una sonrisa elegante, seductora, sin apartar la mrirada de sus ojos.

 - Scarlett, sabes como es Ray, aires de grandeza, se cree mejor que nadie y todas las chicas le quieren, y la verdad, no es que el haga nada para evitar que las otras chicas se tiren a por él, no les hace asco... ¿De verdad te sientes bien siendo su chica?

 Al llegar a la altura de la pelirroja, acerca su cara a la suya, cuando está a punto de tocar nariz con nariz desvía un poco la cabeza y con una mano aparta suavemente el pelo de su oreja para que escuche bien lo que le quiere decir. 

 - Querida, no soy Ray ni pretendo serlo, soy quien soy, un chico al que le interesas de verdad y no le interesa ninguna otra, me da igual que seas la chica de otro, si ese no te quiere no voy a quedarme de brazos cruzados y si hace falta te ganaré poco a poco hasta que consiga tu interés. 

 Tras sus palabras, Adolamin le da un beso en la mejilla y aparta suavemente su cara de la de la chica, pero sigue estando lo suficientemente cerca para que sus cuerpos casi se toquen y para que pueda ver en lo mas profundo de sus ojos mientras la mira fijamente.

¿De verdad te sientes bien siendo su chica?

Scarlett parpadeó un tanto deprisa cuando escuchó eso. Quizas no fuera nada o quizas Adolamin hubiera tocado un punto sensible.

Cuando el bardo se acerco demasiado, sin embargo, ella no dudo en pararle los pies y mantenerlo s distancia con sus manos. Lo mantenia a distancia, si. Pero no lo estaba empujando para que se alejara.

Cuando Adolamin empezo a susurrarle  e intento besarla en la mejilla ella si que se apartó.

-EH! EH! EH!

- Quieto ahi, liebre de campo! si me quieres convencer vas a tener que cantarnos algo a las tres. Una canción sobre nosotras!

 - Bueno si esa es la manera en la que quieres hacer las cosas no voy a ponerte ninguna objeción, haré lo que haga falta, ya lo sabes. Dice mientras le dedica una sonrisa y un guiño de ojos.

 Tras esto Adolamin coge su guitarra, toca unos acordes para afinarla y hacerse el interesante y... Empieza a tocar y a cantar, la canción trata sobre tres ninfas, una de ellas, sobre la cual se centra toda la historia, una preciosa ninfa de pelo rojo y hermosos ojos, la canción la pintaba como un ser perfecto, inalcanzable deseado muchísimo por un pobre hombre que estaba enamorado de ella y no se atrevía a decírselo, siempre la miraba desde la distancia admirándola y deseando ser todo lo que ella tocaba, hojas, ramas, animales, el lago donde se bañaba...

 La canción decía que las otras dos ninfas eran también bellísimas pero ninguna podía compararse con la del pelo rojo.

  En el lago de los deseos vivían tres ninfas

  una era de piel azul y pelo moreno,

  de sublime belleza y voz de sirena,

  la otra era de piel rojiza y cabellos dorados,

  de envidiosa figura y afilado intelecto,

  y luego... Estaba ella, la ninfa de piel rosada

  y cabellos de color naranja, envidiada por las diosas

  deseada por todos, capaz de enamorar a un invidente

  con su simple aroma, su sonrisa sin igual eclipsaba

  el mismo amanecer, ella, ella era el ser perfecto para el joven

  Nímalod, enamorado perdidamente de su ser,

  todos los días la miraba durante horas, a veces durante días

  no comía, no bebía, sólo quería verla y estar junto a ella.

  Pasaron años y él seguía viéndola día tras día sin faltar,

  el objeto de su alegría, que nunca llegaría a abrazar.

 Al acabar la canción Adolamin hace una reverencia, mira a las chicas, les sonríe y clavando su mirada en Scarlett le dice. - ¿Y bien? ¿He pasado tu prueba?

Scarlett pareció encantada con la pieza del musico. Daba saltitos y aplaudía vigorosamente.

-Que buena! Me encanta! Me encanta!

Se acercó a Adolamin y se apretó contra él, agarrándolo del brazo y estampándole un beso en la mejilla.

-Tienes un gran talento! Deberías participar en el festival el Domingo que viene!