Partida Rol por web

 Escuchando a Gaelan, Adolamin se da cuenta de que iba a ser una larga espera así que mejor mantener una conversación por pequeña que sea para no aburrirse.

 - No sabría qué decirte la verdad es que nunca me ha interesado actuar ante nadie para probar que soy bueno o no, simplemente me gusta tocar para mí mismo, aunque a lo mejor unas monedas no me vendrían mal y si tengo que elegir entre tocar o sacar a alguien a bailar preferiría tocar. Lo de Herb la verdad es que nunca me ha importado, él me enseñó, nada más, yo he aprendido por mi cuenta y tocado por mi cuenta, si el cree que es mejor que yo o no pues me importa muy poco.

 Cuando su amigo le hace la proposición de ayudarle con la magia se echa a reír.

- Jajajaja, vale, entonces si actúo tú me ayudarás con los adornos y la iluminación, así ninguno tendremos que sacar a nadie a bailar.

Esta mujer está empezando a tocarme lo que no suena... Cálmate Jaelle, interviniendo no conseguirás nada bueno.

La actitud de Ava me irrita sobremanera, intento tragarme las ácidas palabras que suben por mi garganta y no escupírselas en su estirada cara. En vez de eso pongo cara de seriedad, vamos Brynn deja de tartamudear y pon en su sitio a la frígida esta.

-Ehhmm pues.... es que encontramos algo extraño en el lago.... el cuerpo de una criatura fea, del tamaño de Roman, pero más.... más feo y escueto, aunque estaba hinchado por el agua creo yo! ahhh y escamas, tenía escamas y ocico y,..... era feo y tenía consigo algo.

Se voltea a su compañera -Muéstrale Jae, muéstrale lo que cargaba con él.

Sin duda la inocencia del guerrero, o la ingenuidad o la estupidez lo hacian hablar como un ruiseñor en primavera, sin pensar demasiado en lo que pudiera ocurrir o las consecuencias por soltar palabra tras palabra.

Ava levantó una ceja a medida que Brynn iba hilbanando pensamientos y acabó mirando por fin a Jaelle cuando éste se refirió a ella. Lo hizo , sin embargo, con el rostro levantado, como mirando desde arriba.

Brynn sigue cohibido y suelta todo atropelladamente, conforme le viene a la mente, hasta que se refiere al objeto y me pide que lo muestre. Ava por fin se digna a mirarme, su aire de superioridad aumenta aún más, si eso es posible. Mi mandíbula se tensa por un instante, ahora es mi turno vieja bruja, cojo aire y le suelto el discurso con mi mejor sonrisa.

Creo que sería mejor que llamase al señor Agramont, señora. Como puede ver no es ninguna cuestión de carácter pueril, hemos encontrado el cuerpo sin vida de un ser reptiliano flotando en el lago y hemos venido para avisar a la persona que más puede saber sobre estas cosas, para que venga a examinarlo o que envíen a alguien a buscarlo, no hemos querido moverlo más hasta que su esposo lo viese y nos dijese qué hacer.

Creo que le he puesto la dosis justa de reproche a su actitud, aderezado con una gran admiración hacia su marido, su opinión y buen juicio.

Ava asiente complacida por las palabras de Jaelle pero se dirige hacia Brynn.

- Si que parece importante. Lo encontrareis en casa de Beatrix Rammstein. Ah! Y mejor deja que hable ella, jovencito.

A continuacion os cierra la puerta en las narices a ambos. 

- ¿¿Sacar a bailar?? – murmuró para sus adentros tras escuchar las palabras de su amigo. Se quedó durante varios segundos con la mirada perdida en el horizonte, imaginando como sería acudir al baile con las narices suficientes de sacar a la muchacha de sus sueños a bailar, y que esta petición fuera aceptada. Realmente estaba soñando despierto con cara de embobado.

 - Jajajaja no me digas que te has ruborizado por lo de sacar a bailar a alguien. Vaya, nunca  entenderé como Brynn y tu sois capaces de anularos casi completamente por una mujer.

 Dice el joven bardo mientras se lleva las manos a la cara sin parar de reírse.

- ¿Ein?... Ummmm… No, no no… Yo no… estoooo… ummm… Yo no pienso en esas cosas Ado. – comentó tartamudeando. – ¿Tu me ves a mi bailando con cualquier chica del pueblo? No sé, como por ejemplo… con Sarah Kingsley, jajaja… ¿A mí?... Vamos, anda ya! jajaja – sus gestos, risas y palabras denotaban su falta de control ante estos temas y el nerviosismo que ello le causaba.

- Pero bueno, a lo que íbamos. Claro que haré algunos trucos en tu actuación. – concluyó rápidamente en un desesperado intento de cambiar de tema.

Tras encontraros con la puerta cerrada en las narices ambos os dais la vuelta y os dirigis hacia el mercado. Hay que atravesarlo para llegar a casa de Beatrix. Beatrix la misteriosa. Todo el mundo en el pueblo habla de ella con cautela y sabeis por Gaelan que sabe de magia. ¿Que andara buscando Harold Agramont en casa de la bruja del pueblo?

A medida que os acercais al mercado os dais cuenta de que hay menos movimiento del normal. De hecho, solo quedan un par de familias recogiendo las paradas. Se acerca el atardecer pero aun quedan un par de horas de sol, no es normal. Al preguntar a un niño que conoceis de la escuela os responde que a venido la druida May y que Harold y ella se han ido a ver a Beatrix Rammstein.

Para cuando llegais a la casa, la curiosidad os corroe...

 Adolamin mira a Gaelan, sus nervios lo delatan claramente, no puede aguantarse la risa y estalla en una sonora carcajada.

 - Jajajajaja, vaya, no me esperaba que te gustase Sarah, hagamos una cosa, actuaré en el festival, me ayudas con tu magia y la canción se la dedicaré de tu parte, diré que me has ayudado a componerla, así cuando la saques a bailar le dirás que iba dedicada a ella. ¿Qué opinas? Dice mientras le guiña un ojo al joven mago.

El bardo pone la mano en el hombro de Gaelan y le dice en un tono que mas bien podría parecer una visión del futuro: - Así con suerte os casaréis y me haréis tío de vuestros hijos, así tendré un par de aprendices cuando crezcan.

¿De qué estarán hablando el señor Agramont, Beatrix y la druida May? a cada paso que doy, y que nos acerca a casa de Beatrix, la curiosidad que siento se hace más grande Son las tres personas con más conocimientos en Formyr... ¿Tendrá algo que ver con el cadáver del lago? voy susurrando, para mí misma, sin esperar contestación de parte de Brynn.

Para cuando estamos a unos pasos de la puerta, no puedo más, sé que en cuanto llamemos callarán y no nos enteraremos de nada, decido acercarme y escuchar un poco tras la puerta, por lo que le susurro a Brynn Déjame un momento de ventaja, a ver si puedo oír algo de lo que están hablando.

Te acercas a la puerta y llegas a escuchar la voz de May siendo interrumpida por Beatrix discutiendo y parece que Harold trata de apaciguar a ambas. De repente, todos callan. Instantes depues, escuchas unos pasos dirigiéndose a la puerta y te apartas a toda prisa.

La puerta se abre entonces y Beatrix os mira desde su posicion mas elevada, un par de escalones más arriba. Su mirada es severa, contrariada...

-Vaya! ¿Con que sois vosotros dos? ¿Qué quereis, chicos?

- ¿Gustarme Sarah a mi?, vamos Ado no me hagas reír… jejejejeje. – respondió el joven mago el cual podía notar como las manos le sudaban. - ¿Cómo me va a gustar a mi Sarah? Sólo porque es una chica guapa, dulce, amable, encantadora… con una sonrisa que ni la más bella elfa jamás hubiera soñado tener. – su mirada volvió a perderse en el horizonte. – Aderezada con esos labios… cálidos y sonrosados, donde arribar sueños y enlazar pecados, donantes y receptores de besos… besos que hasta el más ciego querría robar. ¿Y sus ojos?, ¿Qué decir de sus ojos?... Hermosos, cautivadores ojos de hielo que, mirándolos fijamente, podrías perderte en el más bello de los mares…  - Permaneció unos segundos más absorto en sus pensamientos, sin apenas darse cuenta de que estaba hablando en voz alta.

Dio un respingo cuando volvió de nuevo en sí y se dio cuenta de que Adolamin estaba allí. - Gustarme a mi… déjate de absurdeces Adilamin… - Comentó para salir al paso. - Yo te ayudaré con algunos trucos que harán tu actuación más impactante, y luego me limitaré a irme a casa y leer el libro con el que estoy ahora mismo… que por cierto es muy interesante. Casarme y tener niños dice… que tontería… -

Después de recular y recobrar la sonrisa de inocencia, dirijo mi mirada a Beatrix, a pesar de todo, su semblante me transmite más confianza que el de Ava.

Buenas tardes señorita Rammstein, venimos buscando al señor Harold, su esposa nos dijo que estaba aquí hago una pequeña pausa sopesando qué decir. Tenemos que contarle algo que ha pasado en el lago, debería acompañarnos hasta allí y ya está oscureciendo...

Beatrix te mira como miraria un halcon a un joven raton que le acabara que decir que no puede correr y le pidiera que lo llevara volando a su casita en su pico. Al menos es un amirada honesta. Hostil pero carente de prejuicios, no como la de Ava. La mirada de Beatrix te atravesaba como una flecha y se quedaba vibrando en tu corazón.

-¿Que? ¿De que hablas niña?... ¿como se le ocurre a Ava...?

Entonces aparece Harold, que acaba de abrir la puerta hasta ahora entreabierta. Al fondo, sentada a una mesa y con gesto preocupado, veis a la druida May, que os mira vuelta sobre su hombro desde su silla.

Espera, Beatrix, si Ava los ha mandado aqui debe de ser importante. Pasad muchachos - dijo ante la mirada sorprendida de Beatrix. 

Una vez dentro pudisteis comprobar que lo que Gaelan os habia contado sobre su casa era verdad. Era un caos de libros, frascos y ollas. Algunos de ellos metidos dentro de otros.

Harold os hizo sentar, saludasteis a la druida y os pregunto directamente.

-A ver, ¿Que ha pasado en el lago?