Partida Rol por web

El anciano se levanta una vez más de su taburete.

¿La profecía? Habla del fin del mundo de los hombres. El cetro lo evitará o lo provocará.

Pifo será despertado y el será el juez del apocalipsis. Si Folhreim, ha venido quiere el cetro y despertar a Pifo, para él ser el único mago sobre la tierra y ser inmortal. Yo nunca quise despertar a Pifo, pues sería muy peligroso. Él siempre quiso desprtarle.

El anciano se acerca a Drerick.

Si de verdad eres el descendiente de Naa Taa, entonces tú dominarás a Pifo, pero solo siendo puro de corazón y no creo que ningún goblin, a parte de Naa Taa, lo haya sido jamás.

Lo mejor es impedir que nadie llegue al cetro, ocultar esa aldea para siempre. Que el alma de Pifo descanse en su lugar.

Miro con recelo a aquel mago cuando se dirigio a el, antes de eso estaba pensando e imaginando aquellas virgenes siendo torturadas por un dios sin rostro ni forma definida, con sus cuerpos desnudos y lubricados, encadenadas y esperando su merecido sacrifio, para que EL; el señor de todo, pudiera condenar a sus enemigos y coronarse, cumpliendo asi con lo que el pensaba, era su destino, tal y como cada piedra de este largo viaje le a ido enseñando.
"Zi tienen que morir pa'que el mundo siga que asi sea, una laztma dezpedicia comida, pero ezz un bien mayor..."-Pensaba hasta que aquel mentiroso mago le interrumpiera.

-Calla anciano, Yo soy el desendiente de ese pedante llamado Naa Taa, asi lo e demostrado y si el era puro de corazon el mio no puede ser mas negro.
Le demostrare a ese dios que se oculta a sus subditos que soy su señor, con el poder de este artfecto, ahora apartate y maravillate ante MI porque,. yo ZOY el nuevo PORteador de cuezta coza.-Emocionado, alzo una vez mas el brazo, alzando sus talones para poderse de puntillas, ahora estaba seguro de que podia tocarlo sin miedo, sus dedos acariciaron aquel cetro antes de intentar aferrarso con fuerza y cogerlo como suyo.

La idea de ser sacrificada a un Dios que podía destruir la humanidad no la entusiasmaba. Con paso decidido se acercó al goblin mientras éste hablaba con el mago. De un empujón lo apartó y agarró con firmeza el cetro de poder dirigiéndolo hacia él con gesto enfurruñado. "¡¿Pero qué se ha creído éste tontaina?!"

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La joven y el goblin se lanzan a por el cetro de poder.

La mira con odio antes de agarrar el tambien ese cetro para intentar con caer al suelo y quedar humillado.

Leanan aparta con su mayor volumen de cuerpo al enérgico y colérico goblin. Que sale despedido un metro, apartándolo de la alacena.

Cuando Leanan agarra el váculo, un crepitar de tierra se siente bajo sus pies. Seguido de un ligero temblor, similar a l de un pequeño terremoto.

Una luz ilumina la cabaña, pronto las dos mujeres, Lomy y Drerick se percatan de que es generada por el anciano Gornamus.

La luz es cegadora y obliga a cerrar los ojos. Cuando los abren, al disminuir la intensidad, el mago temible es de nuevo joven, aparenta unos 50 años a lo sumo, con barba blanca y los ojos más fuera de las cuencas. El pelo sigue siendo blanquecino, pero con cierta tonalidad grisácea que denota un pasado moreno.

El anciano no parece darse cuenta de lo ocurrido.

El anciano parece finalmente percatarse del cambio, de una manera interna. Se mira las manos, para palparse el rostro posteriormente, descubriendo una intensa satisfacción.
Meeee... Me ha perdonado. Consigue decir, no entrando en su júbilo. - El cetro de poder sabe que me he arrepentido todos estos años. Me ha perdonado. Me da otra oportunidad.

El anciano deambula por la pequeña casita, lleno de alegría. Soy libre, soy libre.

Se acerca al cetro que sostiene Leanan, inca la rodilla y agacha la cabeza.

Gracias, oh cetro del poder divino de Pifo. Permanece así un largo rato, como si orara, ignoprando a los recien llegados a La Aldea Maldita.

Lomy observa la pelea entre Drerick y Leanan, sin saber muy bien que hacer. Verdaderamente tiene algo de temor a que lo coja Drerick, pues seguramente su corazón no sea tan puro como se desease.

Pero de todos modos no le da tiempo a reaccionar. Leanan se hace con el cetro, y un cambio se da en el mago Gornomus. Cuando, tras el fogonazo, Lomy puede volver a acostumbrar la vista, lo ve rejuvenecido. El mago parece contento…
¿Significa eso que ya no eres inmortal, Gornomus? ¿Y que ocurre ahora? Leanan ha cogido el cetro, y no parece que llegue el fin del mundo, ni nada parecido… me imagino que si que será pura de corazón… ¿Cómo te sientes, Leanan?

La reprimenda que iba a soltar al goblin sobre la actitud egoísta de éste fue aplacada por la sacudida del suelo, a la par que la luz cegadora. Aún con el cetro en la mano observó, no tan entusiasmada como lo estaba Gornomus, el cambio y la alegría del mago. Mientras iba de un lado a otro pensó que aquel momento le pertenecía así que, simplemente, miró con cierto enojo a Drerick levantando un dedo para advertirle que no le rechistara.

- ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? –se agachó junto al mago poniéndole una mano en el hombro afablemente.

No olvidó lo tremendamente egoísta que era su compañero goblin así que volvió a mirarlo para advertirle con seriedad.

- Como se te ocurra una tontería te pego con el cetro –le advirtió despreocupada como si lo que tuviera en la mano no fuera más que un palo adornado. Obviamente no tenía ni la más remota idea del poder que representaba el cetro.

Tras tender una mano a Gornomus para que se levantara respondió a Lomy.

- Soy pura de corazón –dijo entusiasmada como si fuera un gran honor- Pues... no sabría decirte cómo me siento.

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Leanan siente un cosquilleo en el interior de su cabeza, nada demasiado extraño para la alocada joven, pero si más intenso que de costumbre.

Diversas imágenes se la vienen a la mente de manera aleatoria, mostrándole lugares que nunca ha visto, con mares azules, ojos de mujeres que nunca ha visto. Laboratorios de alquimia, castillos lejanos, elfos, enanos, hombres y criaturas que jamás ha vistop con cuerpo de hombre pero con facciones de dragón. Armas, guerras, luchas y sangre. Reyes antiguos, damiselas, brujos, dragones...

Todo sin orden definido y en un abrir y cerrar de ojos, es ciertamente lo que ve casi normalmente la alocada Leanan, pero esta vez es más real. Parecen recuerdos, que sin duda no son suyos.

El sentimiento en el que se sume la joven Sidhe, es simplemente embriagador.

El cetro no pesa demasiado, algo así como una espada corta, pero su largo tamaño lo hace parecer más liviano.

En el se pueden ver unas muescas escritas en lenguaje común, entre otras muchas lenguas, algunas de las cuales suenan lejanamente a la joven, de sus andanzas por la biblioteca de Rétoran.

El corazón del cetro entrega al poseedor el poder, el poseedor es poseído por el cetro. Su corazón.

Con una comprensión inaudita en sus ojos miró al mago. Ahora entendía muchas cosas y comenzaba, además, a entender el terrible poder de aquel cetro.

- Maese Gornamus... –hizo una pausa antes de continuar- Te ruego que me ayudes a esconder el cetro de toda mano maligna. Nadie debería poseer este artefacto divino –aseguró con una seriedad pasmosa- Ahora te entiendo y no puedo permitir que vuelva a suceder.

Algo había pasado, eso estaba claro. Algo había cambiado en la jovial apariencia de Leanan. Estaba completamente decidida a ocultar para siempre aquel artefacto de poder, y de destrucción. Se dirigió a todos:

- Sabéis que no conozco el motivo de esta aventura pero... no hay riqueza alguna que pueda reparar el daño que esto puede hacer en malas manos –alzó ligeramente el cetro para que supieran a qué se refería- No hay reino que perdure... –miró a Drerick- No hay sueños que merezcan la pena realizar... –dijo apenada- Debe ser ocultado por siempre puesto que todo corazón puede dejar un día de ser puro –sentenció.

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El goblin cayo de culo al suelo cuando la traicionera criatura supuestamente pura e inocente le quito su derecho impunemente.
-¡¡Tasjol! caprichosa!!-Grito desde el suelo a aquella ladrona, antes de sentir el temblor que dejaria de blanco semblante, al ver como el mago recuperaba la juventud.
-¡Que... que!! ¡Lo sabia!-Lo señalo.-Todo era un trampa para que tu volvieras a una edad donde las ratas no puedan impedirte andar!!

Se levanto y al escuchar las palabras de Leanan volvio la mirada llena de furia hacia ella.
-¡Que estas diciendo maldita niña malcriada! No sabes que el imperio de la hermana de Argos; el infame, ¿Nos esta asediando? Necesitamos ese cetro para salir convida de aqui. ¡¡ADEMAS ME PERTENECE POR LEGITIMIDAD!! Entreganoslo no tienes derecho, tu no has sufrido nada, para llegar hasta aqui, acaso crees que Lomy a perdido sus patas y brazo, o yo heredado su maldicion, para que ahora llegues tu, una niñata que no sabe nada de nosotros y te proclames sabelotodo!! NO!! me niego! no puedes destruir ese cetro, damelo, yo derrotare al ejercito Lunar, a ese dios del que hablaba el mentiroso mago y acabare con tus humos.
Y si no me lo das... acabare contigo, empezando por ese chucho!.

"Eso es... lo usare como trueque."

Busco entonces con la mirada aquella bola de pelo, a la que se suponia era un perro.

A medida que las palabras del goblin iban saliendo de su sucia boca del goblin Leanan iba temiendo lo peor, pero no fue hasta que amenazó la vida de su fiel amigo hasta que se enfadó.

- ¡¡APESTOSO!! ¡¡SI TE ACERCAS A CANELA TE VAS A ENTERAR!! -le gritó mientras lo señalaba con el cetro, como si fuera una prolongación de su brazo- ¡Está bien! Utilizaremos el cetro para poder derrotar a ese ejército pero ¡¡punto y final!! El cetro debe permanecer oculto de todo mal para siempre, ¡y tú eres muy malo! -volvió a señalarlo enfurruñada- Gornamus... ¿a que tengo razón? Bueno, a aparte de que es feo y malo -se refirió al goblin- Debemos ocultar el cetro cuanto antes -buscó su asentimiento.

La joven estaba decidida a cumplir su cometido puesto que no iba a permitir que el mal se apoderada de aquel Divino artefacto.

- No te separas de mí Canela, ese bicho quiere hacerte daño.

Un crepitar de tierra suena en el exterior de la caseta. Como si algo estuviera abriendo las entrañas mismas de la tierra.

En ese momento el goblin gomienza a notar su piel aceitosa y maloliente, sus poros supuran excrementos repugnantes. El hedor se hace insoportable a los pocos instantes. Drerick parece un pozo negro concentrado.

Canela, sintiendo el temblor mucho antes que los presentes, comenzó a ladrar sin apartarse del lado de su ama. Los ojos de la joven se abrieron como platos al ver lo que estaba sucediendo con el goblin... "¿Pero que le pasa?"

La cara de Leanan era el claro reflejo del asombro.

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Por todos los reinos, es peor que nunca. Madita rana asquerosa. ¡Apestas!

La ladrona se tapa la nariz evitando una arcada de vómito, mientras busca con necesidad la salida de la casa. Al darle la luz del día reinante, iluminando su cabellera dorada, se queda petrificada, señalando a algún punto del exterior. No es capaz de dcir nada, hasta que exclama en un grito ahogado.

¡PORAL!

Gornamus, mira con cara de asombro y con cierta gracia a Leanan.

Debes tener cuidado con lo que deseas.