El goblin jefe, da un tremendo golpe en la puerta con el canto del puño de manera furiosa.
¿Sus soldados? A este lo mato, lo mato fijo.
Se dirige a los soldados de atrás, señala a dos orcos de buen tamaño.
Vamos, abrir esa puerta ya. Se gira a Drerick y Kaa. Vosotros delante, por si las moscas.
Alza su brazo.
Arquerooooos. Apuntad hacia fuera. Si tratan de entrar disparar a discreción...
Cuando los orcos se disponen a acercarse a la puerta se oye la contestación de Argos:
No somos soldados como tal, somos desertores. Necesitamos entrar para descansar y huir de poderosos ejércitos, pero... Ahora me toca a preguntar a mi, ¿quiénes son esos amigos de los que hablas?
Krank: ¿Poderoso ejéricto? Nos traéis la destrucción, debo avisar... Dejarme paso al túnel.
El jefe hace parar a los orcos.
Esperad a que llegue este imbécil.
Cuando Krank llega jadeando a través del túnel, el jefe le manda una mirada de crueldad.
Ya lo se, viene un ejército, se oye, todo desde aquí, y cuando digop todo es todo... Ya hablaremos.
Se gira hacia Kaa y Drerick. Saca su cimitarra baldiendo amenazadora, primero a las rodillas de Kaa, pero dándose cuenta de lo poco amenazante que supoinía para la humana, la entornó al cuello de Drerick.
¿De qué ejército hablan? ¡Hablad o morid!
La ladrona, se inclina amenazante y ahbal muy despacio.
Y yo que sé. Me habéis tenido secuestrada. Si es el mismo que nos seguía, es el ejército del imperio lunar. Si entran aquí estaréis perdidos...
La mujer al ver el semblante de preocupación del goblin ve la oportunidad.
A no ser que os ayudemos nosotros. Dejarles entrar.
El jefe goblin quita la cimitarra del cuello de Drerick.
Mira a Kaa y la pregunta.
¿Venís en son de paz?
Por el otro lado de la puerta se oyen voces de los compañeros. No se entiende mucho excepto, los nombres de Drerick, Kaa y... ¿Gremusindo?.
Vas a tener que leer un poco cuando llegues, pero es que sino aq los otros les tengo parados.
Drerick que habia sufrido por su nuez un largo y sudoroso instante, al ver que la reaccion de Kaa no parece ser de mucha ayuda por su tono amenazador, le hace esperar lo peor.
Pero una vez mas el destino esta de su lado y la cimitarra se aleja de su cuello mientras el sonrie aliviado a la vez que todavia algo alterado.
-¡Pues claro que venimos en son de paz, atontado! Sino porque te crees que no le corte la lengua a ese enano verde que llamas Krank, ¿Cuando llegue?-Contesto rotundamente Drerick ante la pregunta del goblin.-Y aparta esa espada de mi lado, maldita sea, deja entrar a mis compañeros y hablaremos tranquilamente y si alguno de ellos intenta atacaros despues de vernos en persona, teneis mi permiso para matarlo, jeje...-Bromeo por un momento imaginandose el pescuezo del guerrero lunar en el suelo, de cuello abierto y manchando la piedra con la sangre caliente.
Vamos, vamos ayu...-En ese momento sus palabras se cortaron al escuchar los nombres de ellos dos y del difunto mal cocinero-De que demonios estan hablando.-Se pego de nuevo a la puerta mirando y escuchando a los del otro lado.
Ya estoy de vuelta, no importa lo que tenga que leer Meine, ya deberías saber que no me importa leer^, la partida siempre tiene que continuar ^^
SAlud
El jefe goblin os mira dubitativo. Para arrastrar la mirada hasta donde Drerick dejó la corona colocada en el bajorrelieve.
Sin duda es la corona de Naa Taa... Esto puede ser interesante. Todo tiene su lado malo y bueno.
Se pasea un instante, y finalmente ordena a dos orcos cercanos.
Saldré fuera a hablar con eso sucios humanos y lo que venga con ellos.
Baja el ritmo de sus palabras para asegurarse que los orcos y goblins entiendan su significado.
Cuando haga una señal quitar el madero que impide la entrada.
Dicho esto se va hacia el túnel. Sin girarse grita.
Krank, aunque me duele profundamente, te quedas al mando. No la pifies para variar.
El jefe goblin desaparece rápidamente.
Al pegar el oído a la puerta solo escuchas rumores y vocs inconexsas, pero reconoces el tono de la voz de tus compañeros.
El sonido de fuera parece alterarse con la llegada del jefe goblin.
Hola, me llamo Tuldar jefe militar de los habitantes de Akich. Vuestros amigos Drerick y Kaa están a salvo en el interior.
Os permitiremos entrar en Akich, tan solo os hago una súplica.
No se os permitirán armas en su interior.
Argos: Yo estoy de acuerdo.
Ashram: y que garantia tenemos de que al dejar las armas no nos pasara nada?
Tuldar: Nuestra buena fé al dejaros entrar.
Una pausa.
Tuldar: No habíamos podido abrir la puerta desde que Naa Taa nos abandonó hace mucho tiempo, sólo el rey podía abrir la puerta y vuestro amigo goblin lo hizo, es de los nuestros, nada debéis temer, si venís en son de paz.
Turnil: Si todos estamos de acuerdo... yo tambien dejaré mis armas, pero quizás antes deberiamos estar seguros de que Drerick y Kaa están con vida, ¿no creeis?
Tuldar: De acuerdo. Con voz más alta y fuerte. Abrir las puertas.
Los dos orcos que Tuldar mandó abrir la puerta a su señal se dirigen al madero de la puerta y le desizal hasta que cae estrepitosamente.
Una vez apartado, los orcos comienzan a tirar de las inmensas puertas. Lentamente la luz de fuera se mezcla con la intensidad lumínica del interior. Al abrirse la primera línea de vano, un aire desde el interior de la cueva sale a gran velocidad hacia el extrior. El olor es nauseabundo, menos para un goblin.
Las puertas se vuelven a abrir tras cientos de años.
Postea aquí y lee la escena de "La Aldea Maldita", cuando veas que ya estas en escena interactúa.
Las hojas de la puerta se abren casi por completo, dejando ver el exterior. Tuldar, junto a Argos y los demás detrás. A la izquierda de la puerta unos 30 soldados goblins y orcos esperan.
Ves como Argos entrega su espada a Tuldar y Ashram lanza su espada al suelo.
Os han visto.
Pasa a la escena La Aldea Maldita.
Sonriente y satisfecho asiente con las manos cruzadas, esta en frente de la entrada observando como sus compañeros se humillan ante el pueblo de los goblin.
-Un dia vere esto siendo yo el dueño de todo... jejejeje....-Fantasea en voz alta antes de darse cuenta de la presencia de la pequeña Kaa y callar tan rapido como empezo ha hablar.
Paso pa' ya