Partida Rol por web

Pasaron los siglos desde la gran aventura, poco a poco la leyenda fue sustituyendo a la verdad, para olvidarse y tomarse por falsa, como tantas otras.

Pero hace poco un arqueólogo encontró un pergamino enrollado en bastante buen estado con más de 2000 años de antigüedad. Donde se contaba la leyenda.

¿Pero esta fue la realidad?

Con los años se han ido descubriendo diversos documentos que demuestran lo que realmente ocurrió, al menos tras la búsqueda del Cetro de Poder.

Drerick festejo con los suyos durante dias su llegada al trono de Akich asi como del reino humano, del que en un principio debia de recibir una suculenta recompensa, ahora esa recompensa se veia en forma del mismo reino, asi como un par mas de tierras faltas de herederos.

Durante los festejos, al tercer dia, los goblin mas ancianos y arraigados a las viejas costumbres insistieron en la coronacion de Drerick en el reino goblin como marcaba la tradicion, y a pesar de que casi todos los presentes se mostraban ebrios... ebrios de jubilo no dudaron en mostrar su respeto al nuevo rey de Akich, las celebraciones continuaron entonces hasta que la comida y la bebida escaseo y tanto Devirius como Lomy convencieron al fin al Drerick; Uña Sucia, Heredero de Akich, que volvieran a Prwnk para su nombramiento.

Para entonces los que no pertenecian al reino o no deseaban perder el tiempo con
celebraciones ya habian partido del pueblo verde, los demas marcharon con Drerick y su sequito, un grupo de goblin que alzaban la cabeza con sendas sonrisas en sus rostros, Tuldar era quien encabezaba aquel escurridizo sequito.
El viaje de regreso fue mas rapido, simple y tranquilo de lo esperado, un grupo tan grande de dispares razas no era objetivo viable para bandidos o alimañas con amor a su vida.

A su llegada, las extrañas miradas tanto a el como a los suyos, fueron acalladas por las palabras de Lord Devirius al senado y nobleza. Y por Bormaj y su guardia al pueblo y granjas cercanas, asi como la muestra del Cetro y Espada sagrada al reino.

Tras una aburrida coronacion, al menos a sus ojos, lo celebraron al clasico estilo humano y sin duda mucho menos divertido para los goblin que veian pasar el dia entre bebida y actuaciones.
Una vez pasaran las celebraciones y cerca el dia en que Pifo recibiera la peticion por parte de Drerick; Uña Sucia, Rey de Gornoran, Heredero de Akich, hizo llamar a todos aquellos que hubieran compartido con el tamaña aventura y espero lo que fuera necesario a que todos estuvieran presentes para darle a cada uno lo prometido por el anterior rey, aunque a su manera de ver la recompensa vario para algunos.

Para todos aquellos que desde el principio hubieran compartido aventura con el, tenian a su alcance la recompensa que el anterior rey ofrecio:
- 1.000 estadios de terreno fértil
- 20.000 monedas de oro.
- Título de Duque de Górnoran de su tierra asignada.
- Vasallaje al rey.
Es decir todo esto fue otorgado para: Taurnil, Lomy, Lord Devirius, y Argos, aunque a este ultimo le ofrecio un nuevo tratado de mutua alianza con el fin de que fortalecer las relaciones entre las tres tierras a cambio de rehusar de esta recompensa.

Ademas para Lord Devirius y Bormaj decreto que serian parte de su guardia personal y tener las mismas funciones y derechos que tuvieran antes de su ascendencia, despues de todo parece que hacian bien su trabajo.
Y para Lomy le dio la oportunidad de ser su mano mas cercana compartiendo poder con Lord Devirius si asi lo deseaba.

Para Leanan y Plesel, pese a que no eran de su agrado, para que supieran de su infinita bondad y lo propagaran asi, dio una recompensa parecida a los anteriores:
- 50 estadios de terreno fertil a repartir entre los dos
- 5000 monedas de oro por cabeza

Y para las obligadas a acompañarlos Kaa y Lezmar, tan solo la invitacion a vivir en palacio como lo haria una duquesa, si asi lo deseaban, pero sin titulo alguno.

Todos ellos eligieron lo que asi querian eran libres de aceptar lo que el rey ofrecia o de rehusar de ello.

Antes de acabar el dia decreto el comercio libre entre Akich y Gornoran asi como mutua ayuda y defensa.
Y por insistencia de Lord Devirius, Lomy, Taurnil, Kaa y Lezmar, a los caidos en la aventura se les levanto sendos obeliscos en los mejores lugares de la ciudad para ser recordados como valientes caidos, aunque no estaba de acuerdo con esto ultimo, acepto la peticion de ellos como una recompensa mas.

En esa noche y con la luna en lo alto, todos los que fueran con el, fueron invitados a observar como pronunciaba su deseo, pues la hora habia llegado y el parecia estar muy seguro de lo que desear.
Con las manos alzadas y en el jardin mas grande de palacio, pidio aparecer a Pifo y Poral para formular su deseo, tras rascarse la cabeza y remirar un par de hojas con extraña escritura pidio:
-¡¡Yo Drerick Uña Sucia, Rey de Gornoran, Heredero de Akich, deseo que todo aquel ser vivo que viva bajo mis reinos me respete y sean acatadas mis vehementes leyes que seran justas para los ojos de todos ellos, asi como un prospero reinado para mi y mis herederos, han de recordarme por siempre asi como lo aran contigo!! ¡Has que mis reinos sean fertiles y respetados!-La noche se hizo dia por un instante y despues nada parecio ocurrir.

En los dias proximos decreto construir un nuevo templo en cada reino a Pifo como respeto y porque esperaba que su deseo fuera concedido con mas fuerza mostrandole ese tipo de respeto.
Tambien llamo a los herreros y magos mas habiles para que dieran a su guardia personal un nuevo brazo con el que poder defender su corona, asi pues pese a que Drerick nunca mostro sinceridad con Lomy si parecia tenerle un extraño afecto y sabia que ser manco le molestaba en demasia, o tal vez simplemente pensaba que alguien con un titulo como el suyo no se podia permitir la compañia de tullidos.

Mas tarde cuando las palabras y despropositos contra el Rey Goblin fueran callando, ordeno marchar a los magos y erradicar la magia en sus tierras. Tan solo los mas cercanos a el y de confianza como pudieran ser Taurnil o Lezmar mientras estuvieran bajo sus ordenes tendrian derecho a la magia pero siempre y cuando fuera estrictamente necesario, poco a poco la magia fue perdiendo su fuerza en su reinado y la magia pasaba a ser algo ocasional y que pronto tenia remedio por la guardia de las ciudades.

La ciudad de Prwnk y Cueva de Akich fueron adornadas con monumentos a su hazaña asi como imagenes en marmol de el y de alguno mas. Su reino parecio justo y bueno al menos a su mirada y gracias al deseo del dios tambien era bien visto para el resto de los que alli moraban.

Muchas mas locuras y leyes crearia con el paso de los años, siempre bien vistas por el resto que le rodeaba, un reino fertil que no parecia tener fin... aunque todo esto es otra historia que tal vez se cuenta en otra historia, por el momento, podemos decir que por una causa o por otra, el que fuera en un principio esclavo de un humano, era el ahora el amo de millares de ellos y pese a su manera de ser siempre fueron años properos para sus reinos.

Con el paso de los años se le otorgo tambien el nombre de Rey Errante por sus periodicas escapadas en busca de aventura o largas visitas entre reino y reino, despues de todo tenia mucho sequito a quien complacer con su presencia y mucho que festejar por cada hazaña en la que volvia victorioso con las que crear nuevas canciones que cantar sus alabanzas.

Despues de las grandes celebraciones de Akich, Devirius viajo junto a Drerick y a los demas hasta Prwnk para celebrar oficialmente la coronación del pequeño gobblin, se levanto en el senado y contó las historias y travesías de la búsqueda del cetro y la traición de Folhreim y de cómo Drerick llego a ser aclamado como nuevo heredero de Gorgoran. Y a petición de los más incrédulos del senado solícito al pequeño jurar ante la corona de los difuntos que el no havia tenido nada que ver en el asesinato de Roderim, Devirius se autoexilio por este echo a la ciudad de Siti, pero al cabo de un tiempo el propio monarca lo hizo acudir a su llamado y fue nombrado nuevamente capitán de la guardia real Dragonuts Una vez al mando de la guardia Real nombro a Borjman como su Teniente.

Durante su autoexilio aprovecho de recorrer junto a Leanan los confines del reino de Gorgoran, le enseño la historia de los dragonuts, y la importancia militar que ellos tenían dentro del reino, fueron juntos a sacar los restos de calcetines de la montaña de Akich y les dieron la sepultura que merecía, durante el viaje le enseño a montar los temibles Fersahens las monturas de los Dragonuts, y llego a dominarlos mejor que muchos de ellos, con el tiempo la invito a ser parte también de la guardia real Dragonuts, pues prefería tenerla cerca, para poder protegerla como le havia dicho cuando la conoció en Retorant.

Viajo junto a Drerick y los demás al Imperio Lunar para asistir la nombramiento del Emperador Talgor de quien aun se cuentan historias de cómo ambos con los ojos vendados eliminaron a los Basiliscos de Retorant y liberaron a la doncella perdida, incontables fueron también las aventuras junto a Lomi Antrep consejero del emperador, tras la búsqueda del escurridizo Drerick quien gustaba salir del reino liberando esclavos gobblins por el mundo, pero esas son historias para otro momento.

La leyenda de Sir Lord Devirius de Siti, el cazador de Basiliscos, Protector de Gorgoran, quedara en la memoria de los Dragonuts, y servirá de ejemplo a los jóvenes humanos que buscan honor y gloria en las filas del ejercito de Gorgoran, que con orgullo ven a un hombre montado sobre un Fersahens pasar a la cabeza de la Guardia Real del Emperador.

Kaa apenas pudo disfrutar de la celebraciones tras la gran victoria. Su pesar por la pérdida de su gran amigo Ashram la había dejado humillada ante el destino. La muerte previa de su padre aún la pesaba en el alma.

Animada por varios de sus compañeros, inclusive el verde rey goblin, que a su manera la consolaba, insultándola con menos frecuencia...

Al terminar las celebraciones, de camino a Prwnk escuchando una conversación de Leanan y Lord Devirius sobre rescatar el cuerpo de Calcetines, ella pidió que le dejaran acompañarles para hacer lo propio con su amigo elfo.

Al llegar a la capital del reino, las celebraciones, más acorde con sus gustos, la hicieron disfrutar por primera vez en varias lunas. Hasta el punto de entablar una cierta amistad que prometía con el soldado Magner, poseedor de la espada de Ashram. Éste al saber de la amistad de Kaa con el elfo le regaló la espada que le salvara la vida en la cueva de Akich. Ella se lo agradeció con gran cariño.

Durante la celebración de coronación de Drerick como rey, cuando el pequeño monarca obsequió a los compañeros de aventura con lo prometido, al escuchar su recompensa, entró en gran cólera, pues entendía que ella había colaborado como los demás, al igual que Lezmar.

Drerick, que realmente se convirtió en un rey justo a su manera, consideró oportuno levantar diversos monumentos a la memoria de los caídos en la aventura del cetro. Construyendo uno inmenso a las puertas de Akich en memoria del elfo. En el que rezaba en letras doradas; "EN ESTE LUGAR ASHRAM, EL ELFO MATADRAGONES ENCONTRÓ LA MUERTE EN DEFENSA DE SU REY GOBLIN"

Esto no agradaba mucho a Drerick, pero ella estaba contenta. Dicen que en el Templo de Pifo, cercano al obelisco, una llama siempre está encendida por su mandato.

Drerick la otorgó el título de dama de la corte, por lo que el protocolo la obligaba a tener un guardaespaldas continuamente.

En un principio Magner se ofreció, pero la obligación, por orden del rey de que fuera un eunuco, le hizo retractarse.

Kaa vivió siempre en palacio, haciendo periódicas visitas a Lunaria y Akich. Muchos de ellos en secreto y viajando con su enorme protector castrado.

Con el pasar de los años cogió cierto cariño al rey, inexplicablemente. Se desposó con el ya Capitán Magner, con la conformidad de Drerick, pues él era su señor.

Varios años vivieron juntos ambos en Lunaria, pero ella continúo realizando sus fugaces escapadas a la cueva de los goblins. Consiguiendo al fin sentirse plena y feliz.

El sanguinario y valiente oficial goblin, se proclamó defensor de la corona de Górnoran mientras su rey Drerick siguiera siéndolo. En las largas celebraciones de akich apenas estuvo más de dos horas sobrio. El licor corrió por sus venas durante días, por ello cuando Drerick cedió a la pesadez y la insistencia del que llamaban Lord Devirius, le ordeno ir hacia Prwnk a él, que no se había alejado más de mil metros de su reino de la montaña, aún espeso por la larga fiesta, emprendió la marcha hacia el sur, lógicamente muy castigado por el devastador efecto del alcohol en él. Pronto retomó el sentido orientativo y regresó al norte.

Cuando llegaron a Rooj, los dragonuts comenzaron a restablecer en el fuerte la hegemonía que mantenían desde hacía decenios. Algunos goblins colaboraron en dicha reconstrucción, mientras las noticias de la coronación de un rey goblin llegaban la capital.

Por orden de Drerick, una compañía de goblins quedaría en Rooj para defender la ciudad en coalición con las bestias draconianas. Tuldar inspeccionaría a las tropas allí dispuestas de forma regular.

Al llegar a Prwnk la fiesta descafeinada de los humano, excepto por la abundante comida, se le hicieron a él y a sus tropas interminables. Con la coronación, Drerick en privado le otorgó la regencia de Akich en sus ausencias, por lo que como virrey de Akich gobernó al estilo goblin. No muy acorde con las normas humana, pero el permisivo rey le dejaba total libertad y hasta se rumoreaba que disfrutaba con las artimañas de su virrey.

Desde Rooj dirigió una campaña al norte, ordenada por el rey goblin, para acabar con los hermanos del rey Roderhim, que harían amenazar el trono de su señor. Triunfante regresó, con con su rey a la cabeza, tras derrotar a lo que quedaba del ejército de los LHR.

Lord Devirius, que frecuentemente visitaba la cueva, le instruyó en el noble arte de la guerra. Pero él como buen goblin tan solo aplicó las que más le convenían, para frustración del capitán de la guardia.

Sin duda fue recordado por ser el brazo ejecutor del rey goblin de los humanos.

Su leyenda oscura asegura que todas las mañanas al despertarse acudía a orinar a los pies del obelisco erigido en honor al elfo matadragones, de nombre Ashram. Incluso hay quien especula que por mandato real.

Argos no celebró la victoria de la batalla de Akich, se sentía responsable de todo un imperio, y se preocupó más de volver a Lunaria que de las celebraciones, por lo que después de asistir a la coronación del sucio goblin preparó la marcha a su tierra pensando en resolver posibles revueltas, aunque siempre atento a las acciones de su hermana.

El joven emperador aceptó la oferta del rey goblin y pactó una alianza entre ambos reinos, con la condición de que se establecieran varias rutas comerciales, tras lo cual volvió a Lunaria como nuevo emperador, sofocando las escasas revueltas con rapidez y determinación, aunque empezó a fundar universidades y hospitales preocupándose por el pueblo, ayudando así a ganarse la confianza de la plebe y asegurando el futuro de su reinado.

Le otorgó tierras y bienes a Magner que siempre le fue fiel, y lo ascendió a capitán en poco tiempo, aunque pronto abandonó palacio para estar con la ladrona que los había acompañado, Kaa, lo que hizo que Talgor se diera cuenta de que faltaba una emperatriz en el Imperio Lunar.

Hizo las paces con su hermana, a la que a lo largo de los años le tomó el cariño que nunca le tuvo y le concedió el control del ejército lunar demostrando así su confianza en ella.

Después de aquello desarrolló el mejor ejército que existió en la época y fortaleció la economía gracias a la ayuda de Plesel, que a cambio de sus consejos financieros solo pedía una comisión del 20% del total de las ganancias, tras lo cual, el emperador se casó con Lezmar la bruja, a la que amó durante toda su vida, y con la que tuvo tres hijos varones y una mujer, que heredaría el trono el día de su muerte.

Una hubo terminado la batalla, la joven hechicera se mantuvo en cama durante varios días. Los esfuerzos en el combate contra las tropas enemigas a lo largo de todas la aventura del cetro la había agotado por completo.

Al terminar las fiestas en honor al goblin Drerick, aún no estaba en condiciones físicas para regresar a su odiado hogar en Prwnk. Por lo que el generoso Emperador Argos encargó que sus soldados requisasen el carro de Plesel para llevar cómodamente a Lezmar. Ella lo agradeció, ya que al entrar en Prwnk lo hizo por su propio pie.

En las celebraciones, los antiguos enemigos de Lezmar permanecían en la ciudad. No importaba que el goblin la prometiese protección, sabía que al final sería ajusticiada.

Poco la importó que no la dieran nada de la recompensa, ella había sido ya pagada por el trabajo realizado, con su añorada libertad.

Permaneció varios meses en la corte de Drerick, amargada por el enclaustramiento ante el temor a perder la vida.

Cuando el pequeño rey, en un acto de extraña compasión pidió a Lezmar y otros magos de todo el mundo reunirse, junto a ella y Taurnil, para lograr reponer el brazo a Lomy, se sintió agradecida por poder ser útil. Lograron reestablecer el brazo del ex-centauro, pero ese brazo obrado por la magia era tremendamente poderoso y hasta a Drerick le intimidaba su terrible fuerza.

Drerick expulsó a los magos, permitiendo tan solo al elfo y a ella ejercer la magia en el reino, bajo la supervisión del rey y de forma muy restringida. Lezmar se sentía cautiva de nuevo.

Fue entonces cuando un elegante emisario de Lunaria, enviado por el mismísimo Emperador Argos pidió audiencia con la legendaria Lezmar. Ni que decir tiene que al verde la envidia le corroyó. Él era el rey.

El emisario tenía por mandato llevar a Lezmar ante el Emperador para desposarse con él. Con el permiso del rey Goblin que aceptó encantado de quitarse de encima a la bruja.

El viaje a Selón, capital de Lunaria se hizo corto. Una gran multitud esperaba a su nueva emperatriz. Con gran pompa y boato se celebraron los desposamientos, a los que asistieron todos los nobles, reyes y amigos. Ha excepción de Drerick, que se negó a ir disculpado por una campaña en el norte contra los LHR y Lord Devirius, en paradero desconocido, se creía que en Siti.

Lezmar, siempre había admirado al otrora Capitán Argos, ser su esposa fue un grato premio, mejor del que hubiera esperado.

Con el paso del tiempo, le dió tres hijos al nuevo Señor del Imperio Lunar.

Libre al fin, con amistades forjadas, debatiendo con los amigos que había hecho en la aventura de La Aldea Maldita. Pues Plesel viajaba regularmente a Selón para entrevistarse con Argos, acerca de negocios y su amiga Kaa, al desposarse con el Capitán Magner la hizo compañía en la corte, a pesar de sus largas e injustificables ausencias.

Pasaron los años en comodidad y lujo. Vivió feliz, pues para ella la felicidad era la libertad.

Tras la histórica victoria en la cueva de Akich, las celebraciones se alargaron durante días. Lomy se mantuvo algo ausente, sin participar demasiado en los festejos. Se le podía ver a menudo apartado en una esquina, frotándose el muñón de su brazo derecho con cara entristecida. El alcohol que corrió esos días en cambio, le ayudaron a mitigar el dolor que aún sentía en su mutilado brazo, aunque más era un dolor psicológico que físico.

Pero eso cambió cuando el ya nombrado rey Drerick mandó construirle un brazo nuevo. El resultado de tal hazaña fue un poderoso brazo metálico, con movilidad, gracias a la magia imbuida en el. Muchos fueron los que veían a una persona temible en Lomy en esos principios del nuevo reinado… aquel hombre musculoso, silencioso, con su poderoso brazo metálico. Pocos sabían que tras esa imagen se escondía un hombre bondadoso, de buen carácter y gran corazón. Pero con los años la verdadera naturaleza de Lomy se hizo ver, y el consejero y guardia personal del rey se hizo muy querido entre el pueblo.

Porque Lomy aceptó pertenecer a la guardia de Drerick, por supuesto. En su día hizo una promesa al pequeño goblin de que le protegería, incluso con su vida, y pensaba cumplirla. Además, estando cerca de el podría aconsejarlo. A pesar de que Drerick lo hizo mucho mejor de lo que Lomy pensaba en un principio, este siempre estaba ahí para darle buenos consejos, y procurar que se portase de la forma más honrada posible. Era su conciencia particular.

En cuanto al Ducado que Drerick le concedió, era un titulo con el que no se sentía muy cómodo. Aún así procuró que nadie en sus tierras pasase hambre. Construyó molinos donde la gente pudiese moler el grano gratuitamente, concedió ayudas económicas a las familias más necesitadas, entregó semillas para el cultivo, anuló los impuestos abusivos e implantó unos justos y necesarios… Pronto se hizo querer y respetar por todos los lugareños.

Eran pocas las veces que Lomy se encontraba lejos del rey Drerick. Cuando este emprendía alguna de sus alocadas escapadas, le tocaba a el y a Lord Devirius ir en su busca. Y de vez en cuando el mismo se permitía alguna escapada, confiando en que Drerick estuviese a buen recaudo en manos de Lord Devirius y su guardia. A pesar de haber reclinado la oferta de Plesel, Lomy solía visitar el negocio de vez en cuando, aprovechando siempre para probar los excelentes pescados de quien se convertiría en asesor financiero del emperador Argos.

Un día Lomy viajó hasta el templo donde antaño se le apareció su esposa muerta, donde recuperó la humanidad, y donde selló el juramento de proteger a Drerick. Albergaba la esperanza de volver a ver a su amada Semsha, la mujer que más había querido en la vida, la que más había odiado. Hubo un tiempo en que no podía perdonarle que por el trato que había hecho con la diosa Ramuniet, su hijo hubiese muerto, y el se hubiese convertido en centauro. Pero el odio hacía mucho que había desaparecido, y el solo quería volver a verla, aunque fuese por un instante. Pero cuando entró en la sala donde aquel día el espectro de su mujer le había hablado, donde dejó de ser centauro para siempre, no encontró nada. La columna donde ella apareció permanecía en el más absoluto silencio. Lomy permaneció dos días y dos noches en aquella sala, sin quitar la mirada de la columna, esperando ver alguna señal, pero nada ocurrió. Entonces comprendió que solo había un modo de volver a ver a su esposa muerta, y por su parte aún quedaba mucho para eso. Lomy abandonó el templo, cabizbajo.
Adiós, Lomy. No me olvides, como yo no te olvidaré…- un susurro se pudo escuchar en la sala, una vez que Lomy ya se había marchado.

Durante las largas celebraciones por la victoria y el nuevo Rey Drerick en Akich, Taurnil disfrutó de ellas y bebió todo aquello que se le había negado durante su larga aventura. Su estado de embriaguez duró días y noches enteras, recordando el elfo que era al inicio de la búsqueda del cetro. Luego, partió junto al resto hacia Prwnk, donde, como no, celebró la coronación del rey goblin como el que más.

Y entonces llegó el día en que Drerick lo hizo llamar para entregarle su recompensa, nada más y nada menos que 1.000 estadios de terreno fértil, una cantidad enorme de oro y un titulo, Duque de Górnoran. Con todo eso, Taurnil se había convertido en un elfo rico y famoso, un héroe que era reconocido y aclamado por la gente... y aquello no le disgustó, al menos al principio.

Durante los meses siguientes, disfrutó de su titulo, sus tierra y su oro, y en pocos días logró alcanzar una nueva fama, pues no había taberna o posada de la ciudad en la que él no hubiese bebido hasta hartarse. Su fama pues, varió con celeridad y en poco tiempo era más famoso por sus hazañas y resistencia con el alcohol que por el búsqueda del cetro, y más cuando se decidió a fundar su propia Taberna, a la cual llamó Odre de Vida. El local se convirtió en el mejor del reino, y tal era su fama, que la gente viajaba a la ciudad tan solo por conocerlo y probar los licores que allí se vendían, pues se dice, que los mejores siempre acababan en manos del elfo.

Con todo, Taurnil asistió a la boda de Lezmar y Argos en la ciudad de Selón, capital de Lunaria, donde su fama ya había llegado, como a muchas otras ciudades, y donde se convirtió en el rey de la fiesta, pues con él llevó una gran cantidad de sus licores de tan buena reputación. Tras las fiestas, volvió a su preciada taberna, donde durante años fue feliz, rodeado de amigos y alcohol...

Pero en poco tiempo, visto por lo ojos de un elfo, pues hablamos de muchos años, Taurnil llegó a aborrecer el vivir en la ciudad, acosado por las obligaciones de sus negocios, pues ya había fundado varias taberna en diferentes ciudades y falto de aventuras como las que tuviera antaño. Por esa razón, el elfo abandono un día el que fuera un hogar, y partió, buscando aquello que le tanto le había gustado antaño y que ahora tanto añoraba, aventuras, hacer uso de su arco y brindar con un buen trago por cada objetivo abatido.

Hoy en día, aún hay taberneros que afirman que el mismísimo Taurnil, del Odre de la Vida, a visitado su local y acabado con su licor, pero eso es algo que solo el tabernero y el elfo saben a ciencia cierta...

El sargento acompañó a Talgor en todo momento desde el final de la batalla. En las celebraciones goblins, en las humanas de Prwnk, y por supuesto en el regreso a Selón, donde proclamaron Emperador a su señor.

En las revueltas en el territorio lunar que se produjeron tras las coronación, Magner partició activamente en sofocarlas, el Emperador Talgor, se lp premió con un ascenso por sus méritos en defensa del Imperio y en las revueltas, proclamandole capitán de la guardia de Selón, el más alto escalafón del ejército lunar.

En una misión de cortesía, para el cortejo de su señor a la que llamaban Lezmar, Magner entabló una sincera amistad con Kaa, la ladrona. Él ya la había entregado la espada de su amigo Ashram, con gran ceremonia. Ella lo agradeció enormemente guardando un lugar en su corazón.

Durante las celebraciones de os desposamientos de Lezmar y Talgor de Lunaria, Kaa vino corte del rey goblin Drerick. Durante los preparativos de la ceremonia Magner, que ya era un trentañero lleno de cicatrices sin una mujer a su lado, propuso matrimonio a Kaa. Ella le reusó durante meses, pero finalmente accedió. Con la aceptación de Drerick su protector se celebraron sus bodas.

Magner, debía cumplir con los mandatos de su señor y regresó a Selón, para ocupar su puesto. Kaa partió con él, para vivir en terrirori lunar. Tres hijos dieron color al flamante capitán. Apesar de las ausencias de su esposa, desaparecida durante semanas en ocasiones.

Un buen día Magner la vió partir hacia el este, con un corcel veloz. El capitán delegó su puesto en su subordinado y partió tras ella para averigar a que se debían esas ausencias. Durante días la persiguió pasándose por un caballero de fortuna sin honor, por si ella le descubriera. No iba hacia Prwnk como él esperaba sino hacia Akich, a la tumba de Ashram, bajo el obelisco en su honor. Allí su mujer lloraba desconsoladamente, más de dos días en esta ocasión, sin comer ni beber nada. Con la sola visita del guardian de Akich, Tuldar que todas las mañanas bajaba a ver el estado del obelisco, por mandato de Drerick, no parecía gustarle ver a nadie a su alrededor.

Cuando Kaa se hubo marchado, Magner se apresuró al sur hacia Siti, en busca de Plesel, quien por aquella época hacía negocios con los dragonuts. Le pidió consejo y que le consiguiera un presente para su mujer, lo más valioso, bello y tierno que hubiera en el mundo.Plesel frontandose las manos le pidió paciencia.

El regalo llegó con el comerciante en una de sus rutinarias visitas a Lunaria. Un enorme baúl contenía el tesoro que Plesl le trajo a Kaa, por una desorbitada cantidad de oro. Prohibió a Magner mirar su interior, pues sólo Kaa debia mirarlo.

Cunado Kaa lo vió en privado, según las órdenes de Plesel salió de sus aposentos sonriente, abrazando a su marido ferviente mente, dándole las gracias.

Magner nunca ha sabido lo que es, pues aún hoy en día trata de averiguarlo, pero su esposa guarda bajo llave su gran secreto. Utilizándolo de vez en cuando.

Magner espera a poder averiguarlo, pero es feliz con sus tres hijos y su mujer feliz al fin.

La hermana del empreador, tras su desintencionada traición a su señor, partió como prisionera de Talgor a Lunaria, custodiada por soldados lunares. Así pues no participó en las ceremonias de coronación de Drerick en Akich y Prwnk.

A su llegada, los muchos luners que la apoyaban por sus anteriores campañas y reales intenciones para con el Imperio, la permitieron apaciguar a los retractores de su hermano.

Así cuando Talgor arrivó a Selón apenas un reducido grupo de resistencia se oponía a su señor. A los que las tropas leales, con Magner a su mando, derrotaron.

Pasaron los años y Jar-Eel se ganó la confianza de su hermano. Pues le demostró el gra n afecto y devoción que sentía por él.

Cuando Plesel fue llamado a la corte para mostrar al emperador las bondades del comercio de ultramar y los beneficios de la economía bien llevada. Jar-Eel fue designada protectora de Plesel en los viajes de este, levantándola así Talgor su encierro en palacio.

Gran amistad creó con el avaro comerciante, del que ella llegó a sacar algún rastro de bondad. Sin que fuera muy evidente Plesel alguna vez demostraba su cariño desinteresado por la guerrera hermana de su compañero de viaje Argos. El regalo que entregó a Magner para Kaa, era en principio para Jar-Eel, pero esta lo rehusó para que Kaa alegrara su triste vida. Esto conmovió a Plesl, que la mandó contruír en su hacienda un palacete para sus largas estancias en su compañía. Fue una relacción extraña, sin rumores, simplemente se apreciaban, o algo más tal vez.

Jar-Eel aprendió mucho de las intrigas comerciales, con lo que consiguió ser asesora del asesor de su hermano en temas financieros. Por ello fue llamada de nuevo a palacio, para que ella misma fuera la encargada de los tributos del imperio. Sólo recurría a Plesel en momentos de duda o extraños sucesos.

Ahora vive en paz consigo misma, aunque nunca se ha perdonado su debilidad ante el terrible mago que la oposo a su amado hermano.

Los amarillos dedos de la aurora azotaban el suelo sin compasión. Casi los traspasaban. La vida era escasa y lenta en aquel lugar. La tierra, cuarteada, apenas servía de camino para algunos insectos y lagartos, y la vegetación era escasa, abominable, y para más inri, pinchaba. La tierra bailaba ante la mirada de Stoffer, que se movía de adelante a atrás en su butaca de madera, en el porche de su aislada casa. Es mejor la tierra cuarteada que tu propia piel. Solía pensar. La ciudad se ha vuelto peligrosa para mis nietos. El humo de su pipa buscaba el cielo de forma grotesca. Pasos acelerados se oyeron al fondo, pero no parecieron alterar su extraña meditación.
- ¡Aldeer, eres demasiado lento para ser Magner, el sargento lunar!
- Callate estúpido. Al menos no hago de mujer. Respondió el chico que llegaba por detrás, de pelo rubio y ojos entrecerrados.
Más pasos se oyeron en el fondo, al tiempo que aparecían tres niños más. Con aspecto cansado.
- Chicos así no se puede jugar. Esperar. Escribiré unos números y los asignaré a un héroe, así lo haremos por azar. Mmm Tú, Mal Bar, di un número. Dijo el niño señalando con su espada de madera a un compañero.
- El dos.
- A ver… está bien, tú serás Tuldar. Has tenido suerte. El chico corría y saltaba. ¡Soy Tuldar!
- Flimmer, te toca. Di un número.
- El uno. ¡No!, el tres.
- Bueno… tú serás Lord Devirius.
- ¡Sí! ¡Soy el general, el héroe! El chico blandía su palo convencido de su maestría.
- Te toca Beldar.
- El cuatro.
- Bien, te ha tocado el dragonut.
- No quiero ser barmoj.. El chico parecía desilusionado.
- Te ha tocado imbécil, y es Bormaj, no Barmoj.
- ¡Me da igual, no quiero ser ese monstruo!
- Te ha tocado y no se hablo más, eres el dragonut.
- Pues no juego, ahí os quedáis.
El viejo Stoffer levantó ligeramente su mirada sobre el sombrero. Chicos… Venid aquí. ¿Qué sucede?
- Beldar no quiere aceptar las reglas. Los niños comenzaron a pelear y discutir, mientras le contaban la historia.
- Así que estáis jugando a ser los héroes de la guerra de la aldea maldita. ¿Y por qué no quieres ser Bormaj?
- Porque no hizo nada. Sólo era un monstruo que no hizo nada importante.
- Sentaos aquí… os contaré una historia.
El viejo se tomó su tiempo para rellenar y prender su pipa antes de comenzar. La guerra de la aldea maldita pudo ser diferente, ¿Sabéis? Todo cambió en un día. Los niños le miraban expectantes. Hubo una inmensa batalla en lo que los pergaminos llaman “la ultima defensa”. Las tropas del general Devirius estaban luchando ferozmente contra las tropas rebeldes. Pero estas le superaban en número. El combate cuerpo a cuerpo era incesante, y los hombres de Devirius repartían estocadas a diestro y siniestro. Pero las flechas les causaban mella en la tropa. La situación era crítica. El aire estaba cubierto de polvo y arena, que se mezclaban con el sonido de chocar de aceros, huesos quebrados, gritos de clemencia y odio… Los rebeldes luchaban seguros de su victoria. Aunque los hombres de Devirius luchaban con el honor que les es conocido.
- Y qué pasó entonces.
Paciencia hijo, déjame terminar. Cuando todo parecía perdido, se oyó un estruendo al fondo. Todo el campo de batalla quedó quieto mirando un punto fijo. Fue entonces cuando apareció una tropa de dragonuts, corriendo como alma que persigue el diablo. A su cabeza corría Bormaj. Los rebeldes notaron que algo se complicaba, pero seguían convencidos de su victoria. Los dragonuts se repartieron por el campo de batalla, y Bormaj, se lanzó en solitario contra un grupo de rebeldes que acosaban a su general. Sus órdenes eran otras, pero se había olido algo raro… Todos pensaron que Bormaj moriría en ese combate suicida. Y a punto estuvo. Le atravesaron con flechas, con lanzas… pero se deshizo de sus enemigos en apenas un minuto. Los miembros y lanzas volaban a su alrededor. Nadie vio semejante fiereza en una batalla. A los pocos minutos, los hombres de Devirius dominaban el campo de batalla. Todo estaba terminado. Un poco de intimidación, y un par de muertos, convencieron a los rebeldes de que todo había terminado.
- Y entonces fueron las celebraciones de… el niño fue interrumpido.
No tan rápido, hijo. El corrupto mago Folhreim había sido hecho prisionero junto al mago Arguéleos. Y se originó una acalorada discusión, pues pedía su libertad… En medio de toda esa anarquía, el mago rebelde aprovechó para hacer uso de su magia, y se alzó en los aires… los Arguéleos estaba preparando un poderoso hechizo, y la energía y la luz fluían de sus manos de forma tenebrosa. Su impacto podía terminar con la vida de los héroes de la aldea maldita.
- ¿Y cómo sobrevivieron?. Apostilló un chico.
Pues el dragonut tensó su herido cuerpo, y cercenó el brazo del mago, separándolo de su núcleo energético. Dicen los que lo vieron que nunca vieron otro golpe así. Al liberar la energía, esta explotó, dejando una estela de humo.
- ¿Y murió algún héroe abuelo?
Cuando el humo se disipó, el mago estaba tumbado en un charco de sangre. El traidor Folhreim caía al suelo, inherte, y todos los héroes había sido despedidos varios metros, y se encontraban en el suelo. Pero Bormaj seguía de pie donde se había producido el ataque. Con su espada todavía presta.
- Jo, era bueno con la espada. ¿Y qué pasó después con él?
Pues siguió a su líder. Devirius. Lucho por todos los confines del mundo. Le ofrecieron tierras y tranquilidad. Pero prefirió seguir luchando. Era su oficio. Los manuscritos hablan de sus combates, y de su muerte. Se sabe que fue enviado en una expedición con un grupo de guerreros a vencer a unos rebeldes que tenian, se dice, una fortaleza inespugnable más allá de donde se extiende el imperio, y que desde ella planeaban conquistar el norte y formar un país. Pero si queréis saber más, tendreis que buscar en los pergaminos de la ciudad. Hace siglos de esto.
- ¿Cómo murió?
Murió como vivió. Con su espada en la mano. Atravesado por flechas y astas. Pero sus hombres siempre le recordaron. Y su leyenda nunca murió. Y ahora chicos, dejadme en paz, quiero seguir fumando.

- Vamos a jugar, Ralph.
- Está bien, haré unos números en el suelo, y…
- No. Respondió Beldar. ¡Yo soy Bormaj!

Era un día cálido, lo habitual en primavera en las humildes tierras concedidas a Leanan Sidhe, la llamada “Corazón Puro”. Los guardias de la ciudad, un grupo de lugareños que se turnaban para proteger la paz, rondaban en la plaza de la Biblioteca. En el centro de la misma se herejía una sencilla estatua de piedra, y aunque no era la mejor de las tallas se apreciaba claramente que se trataba de la joven Leanan y sus dos fieles amigos Calcetines y Canela.

- ¡Abuelo, abuelo! –dijo el más pequeño de los reunidos junto a la estatua- ¿Es verdad que Leanan venció a un Dragón?
- ¿Quién te ha dicho eso? –contestó el anciano- No te dejes llevar por la fantasía, y aunque no puedo decirte que no es cierto tampoco puedo decirte que lo es –explicó dejando con más dudas al pequeño- ¿Sabes qué significa ésta estatua?

El anciano, ante la negativa del jovencito, se acomodó y les indicó a los jóvenes reunidos que también lo hicieran.

- Significa “Amistad”, aunque muchos también dicen que es valor por la historia que hay detrás. Esas caras me dicen que no conocéis la historia.
- ¡Siiii! –dijeron al unísono- Sabemos la historia de Rétoram y del Justo Pifo y su hijo Poral; del engaño de los malvados magos y ¡¡la gran batalla de la “Compañía del Cetro del Poder”!!
- Sólo os gustan las peleas, ese no es el principio que nuestra querida Leanan nos dejó... aunque hay que decir que era una excelente cazadora.

La tarde iba cayendo lentamente y un calmado y refrescante viento hacía más agradable la contemplación. En Rétoram la diferencia no era notoria para un viajero, pero los habitantes de aquella restablecida ciudad apreciaban los ligeros cambios.

- Abuelo, ¿qué pasó después? -dijo uno de los hermanos.
- Tras la coronación del Rey goblin Drerick éste le concedió un pequeño terreno y una cantidad considerable de oro –comenzó a relatar- Por cierto, el Rey Drerick no se llevaba bien con nuestra apreciada Leanan por unas leves rencillas entre ambos, algo que ver con una transformación sin importancia... los goblin suelen ser bastante rencorosos.
- ¡Y entonces vino a Rétoram! –dijo entusiasmado el más pequeño- ¡Hay un montón de lugares donde jugar!
- Leanan tomó como terreno una parte de la olvidada ciudad, pero fue inteligente porque se quedó con la zona donde estaba la biblioteca y el santuario donde se hallaron las antorchas de Pifo.
- Adorado Pifo, justo entre los justos –respondieron los jóvenes, el anciano sonrió.
- Lo que pocos sabían es que Leanan había aceptado participar en el negocio de pescado junto al comerciante Plesel Lagsol, otro de los héroes. Con el tiempo los beneficios ayudaron a que muchas familias como la nuestra se instalaran aquí. Así, en los primeros años, la ciudad comerció con las pieles de galja y se esforzó en revivir las ricas tierras que esperaban renacer ansiosas. Además, como sabéis, acuden muchos eruditos en busca de conocimientos a la Gran Biblioteca, y eso trae beneficios a la ciudad.
- ¿Pero no hay más batallas? –insistieron los jóvenes.
- Sólo pensáis en batallas y más batallas –suspiró el anciano- Leanan participó en muchas otras aventuras, era una chica muy inquieta que no paraba de viajar. Estuvo muchas veces en escaramuzas junto a los Dragonuts, gracias al General Devirius, un gran héroe y amigo suyo –les explicó- Con el tiempo su camino le llevó a las artes mágicas. Hay tantas cosas que contar...
- ¡Abuelo, abuelo! Mi madre me dijo que el padre de Leanan era el Consejero de Guerra de un Emperador Lunar, ¿es verdad?
- Sí, y se dice que el padre legó un mapa oculto acerca de... pero eso es otra historia, una más de las aventuras de nuestra querida Leanan –sonrió pícaramente a los jóvenes con la intención de una futura e interesante historia- Chicos, se está haciendo tarde. Vuestra madre está a punto de llamaros.

La noche caía suave y tranquila. La gente se apresuraba a regresar a sus casas, mientras otros permanecían en ellas para disfrutar de las calles. En la lejanía se escuchó unos ladridos de perro...

- Puntual como siempre, vuestra madre os llama –se rascó la cabeza con la pata- Portaos bien y no paséis por el callejón de la carnicería, siempre dejáis todo tirado y lograréis que no os den más comida.

Finalmente la camada abandonó la plaza, dejando atrás al viejo perro que observaba con añoranza a su famoso pariente Canela.

Y como fueron las celebraciones en Akich? preguntó el escriba, Plesel se sobresaltó, ya era un anciano y observando el fuego de la chimenea de su biblioteca se había olvidado del escriba que iba a dejar testimonio de lo sucedido para la posteridad.

Su mente volvió a aquellos días: goblins borrachos por doquier... días y días de trabajo recuperando pieles de los restos de su carro y montando guardia para evitar que los goblins saqueasen el fruto de tanto trabajo, el carro prestado de los Dragonuts en el que apilar lo poco que quedo del botín...

Y bien maese Plesel??

Eh?? bien, bien, fueron muy salvajes ya sabe como son los goblins... incluso los Dragonuts se contagiaron yo no!! por supuesto me mantuve alerta y vigilante mientras los demás se emborrachaban... siempre sacrificándome por los demás... la historia de mi vida.

El escriba tomaba notas con la pluma de ave Por lo menos disfruto de la celebración en Prwnk??

La mente de Plesel recordó aquellos días: el intento de descifrar las inscripciones de los anillos, la venta de las pieles... y los preparativos para crear el emporio del pescado... mientras los demás lo celebraban en palacio el contrataba mercenarios como guardaespaldas y compraba una villa en lo alto de una colina junto al mar... con altos muros y solidas y resistentes puertas...

Maese Plesel???

Ah si, si la verdad es que yo preparaba un grupo de soldados en previsión a posible resistencia por parte de la nobleza o el senado no participé mucho en las fiestas respondió afablemente. Su mente aun recordaba la frase exacta dada al capitán de su guardia: me da igual que el mundo se acabe usted y sus hombres solo me protegerán a mi...

OH! que acto tan noble maese Plesel. dijo el escriba entre anotación y anotación.

Sisi... siempre pensando en los demás... la historia de mi vida primero mis amigos y después yo aunque me cueste la vida!!

Y después de eso?? ya sabe las campañas contra los lunares y esas cosas.

La mente de Plesel volvió a zambullirse en recuerdos la guerra contra los hermanos del rey y como su guardia personal se encontró sin pretenderlo y con bastante mala suerte en medio de la batalla mientras iba a cerrar un negocio en una ciudad cercana... su orden de retirada hizo que un contingente de caballería enemiga le persiguiese matando a casi toda su guardia, peligrosa costumbre esa por cierto, y Devirius y Tuldar aprovecharon la ausencia de esa caballería para eliminar al ejercito enemigo.

La verdad es que se trató de una cuestión de suerte. Dijo distraído mientras un sudor frío recorría su cuello... aquella vez estuvo realmente cerca de acabar con su espalda atravesada por una espada.

OH que modesto maese Plesel!! mas notas Y esa suerte en los negocios que siempre le ha acompañado?? dicen que Poral le protege.

Plesel recordaba ahora esos días en los que el emporio de pescado crecía... y en el que el dinero de su modesta comisión de Lunaria servia para ampliarlo... y sus oponentes eran misteriosamente atacados por basiliscos... se acarició uno de los anillos mientras sonreía La verdad es que Poral tuvo una relación muy estrecha conmigo comenzó Plesel mientras recordaba recodaba el tentáculo aferrándolo durante la escalada de la montaña No me sorprendería pero siempre lo he achacado a buena visión comercial.

Que modesto!! El escriba abrió otro frasco de tinta y continuó tomando notas.

Si, creo que esa es una buena cualidad.

Y que me dice de su socia Leanan?

Leanan había aceptado ser su socia pero la joven no era capaz de centrarse en una sola tarea y, francamente, era demasiado generosa como para triunfar en los negocios así que Plesel llego a un acuerdo con ella: el se encargaría del negocio y le daría su parte de los beneficios. Algunos aconsejaron a Leanan que no se fiase de Plesel ya que le engañaría con el dinero pero la joven Leanan había llegado a conocer bien a Plesel no la engañaría. A un desconocido por supuesto, y sin dudarlo pero a ella no, eran amigos y eso era algo que a Plesel no le sobraba precisamente así que no pondría en riesgo su amistad por dinero... ademas había mas que suficiente para ambos. Es una mujer muy culta e inteligente, me ayudo mucho al principio de mi aventura empresarial pero con el tiempo prefirió dedicarse por completo a las obras sociales de "Pescados Lagsol-Sidhe"

OH! siempre pensando en los demás dijo el escriba entre anotación y anotación. Este escriba es un poco demasiado pelota pensó Plesel

Y como logró ser el hombre mas rico del reino?? se rumorea que su tesoro rivaliza con el de la corona. Pregunto el escriba mientras cogía otro pliego de pergamino

Si tu supieras que tengo el doble de dinero del que pretenden los rumores... Pues con algo de buena suerte y olfato para los negocios. Su mente se centró en aquellos días en los que fletó una pequeña flota pirata para eliminar los barcos de la competencia... usando como coartada el emblema de los Qetos... todo el mundo pensó que los piratas eran imparables... así que fletó otra pequeña flota para enfrentarse a ellos y regresó convertido en un héroe... y sin competencia. Tras eliminar a los piratas fue fácil dijo con sencillez mientras acariciaba otro de los anillos.

OH es cierto fue muy valiente al dirigir la flota en persona.

Plesel recordaba aquella cala en la que su buque atracó mientras el resto de la flota hacia el paripé de que perseguía a los piratas... era preciosa con agua cristalina y buena pesca.. Si lo cierto es que lo fui sabe? le voy a confiar un pequeño secreto: me da miedo el mar. Si Leanan se enterase de estas cosas me mataría.

El escriba levantó la cabeza de los escritos asombrado NO!!

Si Dijo Plesel con una sonrisa.

INCREIBLE y a pesar de ello dirigió la expedición??

Si... era necesario limpiar las costas de esos piratas... aunque hubo un par de tormentas en las que estuve a punto de perder la compostura.

Y sus otros compañeros de Aventuras?? El emperador le tiene como asesor económico, El poderoso Lomy viene de vez en cuando...

Sus vidas son privadas maese, no creo que deba hablar de ellos. Cierto, Lomy venia de vez en cuando y, en un gesto raro en Plesel, estaba invitado a probar los mejores manjares de sus almacenes, los mejores caldos de su bodega... todo aquello que quisiese... gratis!! Cambien Taurnil se pasaba de cuando en cuando a probar los caldos de la bodega... también gratis!! Lo cual suponía un gasto desorbitado ya que el elfo tenia querencia a la bodega de Plesel. El emperador estuvo a punto de matarle en Akich... pero apreciaba su mente financiera... La economía del Imperio Lunar se había estabilizado y saneado y, francamente ya no necesitaba de asesoría para continuar así por muchos años... su vista se desvió al palacete ahora vacío que se alzaba entre arboles... Y esta ella. Aun recordaba su búsqueda por todo el mundo conocido de algo que llenase su vida, que la hiciese mas feliz y reconstruyera su desecho interior... y lo encontró: un espejo de oro, encantado para mostrar a quien se mirase en el razones para superar su desdicha, las personas de su alrededor que le harán feliz... Quien te aprecia, quien te quiere... y quien te desea mal. El espejo solo reconoce un dueño y si varios intentan usarlo pierde su poder así que solo una persona puede usarlo en vida... Jar Eel rechazo el regalo así que Plesel incluyo una nota en el interior del cofre y, cumpliendo los deseos de la hermana del emperador, se lo entregó a Magner para Kaa, ademas en el interior del cofre incluyó la suma que Magner había pagado por el... era un regalo, pero su reputación de avaro debía mantenerse así que la nota con las instrucciones incluía un párrafo en el que pedía a Kaa que le guardase el secreto... Ni siquiera Magner debía saberlo.

OH es increible y digame maese Plesel...

La verdad es que en estos momentos estoy cansado. - Interrumpió Plesel. - Ruwulf?? el enorme criado embutido en una armadura y con una enorme espada se adelanto Acompaña al escriba a la bodega y que pruebe los caldos que quiera seguro que puede completar la historia usted solo maese...

Kleine, Meine Kleine. Dijo el escriba con un brillo en sus ojos.

Bien maese Kleine, Meine Kleine seguro que puede ultimar los detalles usted solo.

Por supuesto, por supuesto maese Plesel dijo el escriba mientras se dirigía a la bodega escoltado por Ruwulf y Plesel volvió a contemplar el fuego de su chimenea. Al cabo de un rato se levantó y atravesó el fuego, un conjuro mágico muy simple realizado por un mago antes de la prohibición decretada por Drerick, y tras atravesar algunas puertas y animales guardianes entro en su sala del tesoro particular... allí contemplo las monedas de oro, las piedras preciosas y sonrió Si, mereció la pena...

Las vidas de los héroes de Akich y la búsqueda del cetro quedó en la niebla de la historia.

Sin embargo entre la niebla simepre se ven claros. Algún día nos será revelado alguno de ellos, pues esta no fue la última aventura de los miembros de la compañía.

Pero eso... Eso es otra historia.