Partida Rol por web

Con unas cuantas magulladuras en su cuerpo la joven tenía demasiados frentes a los que prestar atención. Después de la confusión tras la explosión se mostró muy entusiasmada con el goblin que ofrecía la posibilidad de rescatar el cuerpo de su Calcetines.

- ¡Genial! Si podemos intentarlo cuanto antes mejor que mejor. Me encantaría enterrarlo en un bonito lugar.

Era consciente de la cantidad de tareas que debían realizarse tras el increíble cambio de poder, tema en el cual prefería no pronunciarse. No es que dudara de la competencia de Drerick, de hecho estaba segura que por el propio bien del reino no tardarían en buscar a un Rey más apto. Como ya no creía que el cetro hubiera cambiado al goblin no apostaba por él.

- Devirius -se acercó pasado un rato- Ese goblin tan amable dice que se puede probar a escavar para recuperar el cuerpo del valiente Calcetines -señaló al susodicho, aunque no estaba muy convencida de si era él o no- ¿Crees que estaremos por aquí unos días o vais a regresar de inmediato?

Tras aclarar el asunto decidió dirigirse a un lugar tranquilo para descansar de las heridas y ocuparse del asustado perro.

- Mira Canela, esos de ahí son Dragonuts. Dentro de poco vamos a concerlos, a ver si son interesantes - le achuchó- Después hacemos negocios con Plesel. Ya, ya... compartiremos los beneficios, no te preocupes por nada.

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Plesel se arrodillo ante los restos de su carro y rompió a llorar

MIS PIELES, mis preciosas pieles!!! levantó los puños al cielo y dijo OH Dioses crueles que os he hecho yo para merecer tanto castigo?? Yo que soy un comerciante honrado, que me preocupo por mis semejantes y que defiendo a los débiles cuando lo necesitan??

Al bajar sus brazos una de sus manos tropieza con la bolsa sujeta al cinto

Bueno, tal vez no esté todo perdido.

Argos desenvainó su espada apoyándola en el cuello de su hermana, alzó la hoja y la sostuvo unos momentos, el filo cayó con fuerza hacia abajo, sin embargo la cabeza de su hermana seguía sobre sus hombros, no la había matado. Si es eso cierto no tienes culpa alguna de lo sucedido, sin embargo, permanecerás en prisión hasta que mis fuentes de confianza corroboren tu historia.

Jar-Eel elevó la cara empapada en lágrimas.

Talgor, te serviré por siempre.

Al interrogar a los desmás supervivientes lunares, al igual que los que un numerosos grupo de dragonuts regresaba con algunos prisioneros de los LHR, confirmaron la historia de Jar-Eel.

La hora de regreso se acercaba. Tan solo el pago de lo acordado por el defenestrado Roderhim quedaba pendiente.

Oro y Tierras para los que le trajeran el cetro. Según la misión, no tenía porque haber iniciado el viaje desde Prwnk, por lo que tanto PLesel como Leanan, tenían iguales derechos, al igual que Bormaj y Devirius y todos aquellos que hubieran participado.

El caso es que Drerick era ahora el administrador del reino y debía obrar en consecuencia.

Lo estipulado era, escrito en papel del reino:

- 1.000 estadios de terreno fértil
- 20.000 monedas de oro.
- Título de Duque de Górnoran de su tierra asignada.
- Vasallaje al rey.

Todos esperaban que Drerick pagase a sus compañeros la deuda.

Ya sí terminó la campaña del cetro de poder. En los llanos de Akich, bajo la derruída montaña de la nación goblin.

La gran batalla de las cinco razas allí se produjo, grandes canciones y leyendas hablarán de la grandeza de esta gesta. Por los siglos de aquí en le futuro.

Drerick el Rey de hombres, goblins, orcos, dragonuts y elfos. Aquí se proclamó su reinado.

El Imperio Lunar se tambaleaba y Talgor el Gran Capitán, lo restituyó con su sabiduría y su espada. Participando en la gesta lo inició.

El resto de combatientes y valientes ya son parte de la historia. Pues en leyenda se convirtieron.

Parten a casa.

Leanan con los restos de Calcetines, Plesel con sus monedas de oro, joyas, pieles y algo más.

La misión estaba cumplida.

Drerick tambien acabo celebrando junto con los suyos su nombramiento total sobre los demas, asi como disfruto de aquellos titulos otorgados, en tan solo un dia habia conseguido todo aquello con lo que siempre soño y lo pensaba disfrutar al maximo ademas de ser conciente de que el era el nuevo rey y por ende quien debia dar la recompensa a todos ellos, estaba receloso de hacerlo, pero tambien es verdad que tenia un haz en su brazo sin mangas que tal vez le facilitara la labor de cumplir todo ello, con tal de no tener miradas de odio para el y su recien heredados reinos..
Tenia mucho que hacer pero ahora mismo tan solo deseaba disfrutar de aquella, sin duda victoria, aunque aun le quedaba algo importante que culminar y era ese extraño trato con Poral y su cetro y el miedo a su recompensa, miedo por no saber si Poral era un dios bueno o malo, tal y como dictan los absurdos canones humanos.

E aqui que comienza un, quien sabe cual largo reinado, de un goblin que conocio la crueldad de los humanos como esclavo y ahora era el quien tenia potestad en centenares de ellos...