Regnier había estado la primera parte de la cena en silencio, tanteando la gente que estaba sentada a su alrededor antes de hacer o decir algo que acabase con la buena suerte que llevaban. - Vale, vale, hay orcos pero si la suerte nos sonríe solo tendremos que preocuparnos de los pieles verdes. - dijo mientras agarraba un currusco de pan. - ¿Y que hay de ellos? - susurró haciendo un gesto sutil hacia los nobles. - ¿Algo que debamos saber? Ya sabes, no os arriméis a Sir... cuando... - hizo el gesto de beber con una de sus manos mientras chiflaba de forma divertida. - ¿Quizás algo gracioso? ¿Quién es esa joven? Parece realmente interesada en el conde... - dijo riendo por lo bajines de forma que animaba a los presentes a relajarse y cotillear. - Sir Gilles aquí presente es toda una caja de sorpresas. Lo veis con esa actitud de no haber roto un plato pero cuando combate es como si fuese otro. Jamás había visto nada igual. Su rostro bañado en la sangre de los enemigos, le temblaban las manos, cuando me miró... Esos ojos... Era como mirar a una bestia sanguinaria. - susurró antes de estremecerse. - No me gustaría ser su enemigo, la dama se apiade de sus almas porque él no lo hará. - terminó diciendo antes de coger una copa de vino y dar un largo trago felicitándose de su actuación. Con suerte eso les granjearía algo de protección y fama a su señor.
Motivo: Cotilleo
Tirada: 1d100
Dificultad: 32-
Resultado: 6 (Exito) [6]
Motivo: Carisma
Tirada: 1d100
Dificultad: 37-
Resultado: 13 (Exito) [13]
Pese a que pocas cosas le gustaban más a Sourcil que un buen chisme, el hombre uniformado había confirmado lo que habían dicho las sacerdotisas y ahora no había duda alguna que iban a necesitar de aceite de serpiente o de linimento sagrado para sobrevivir a cualquier herida que pudiera hacerles los pielesverdes; el tiempo apremiaba.
- Por aguado que pueda estar el vino que llegue a nuestra mesa, guardadme, susloruego - dijo mirando con renovadas energías a los demás antes de frotar la que creía que era una chepa en la espalda de Raimbaut para que le diera suerte y salir en pos de otras mesas -. Shallya mediante, encontraré cómo guardarnos de tal ponzoña, a nosotros y a nuestro señor de Ternay, a bientôt.
Motivo: Cotilleo: a ver si veo entre los comensales a boticarios, galenos o shallyistas
Tirada: 1d100
Dificultad: 41-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Cotilleo: a ver si veo entre los comensales a boticarios, galenos o shallyistas
Tirada: 1d100 Dificultad: 41-Resultado: 2 (3 grados de éxito)
Por su parte, Raimbaut siguió hablando, al margen de los cuchicheos de Regnier y las maquinaciones de Sourcil.
—Pue' claro que tie' razón la muchacha, si en las mías propias carnes he vivi'o yo la impu'icia de esos trasgos malpari'os —era evidente que el vagabundo no tenía los mismos reparos que su interlocutor a la hora de tratar tales temas en la mesa, e incluso levantó el brazo para mostrar orgulloso sus cicatrices de guerra—. Acá, acá me trinchó el lechuguino ape'toso, mira. Y ya te digo que me e'toy arrepintiendo d'haberme lava'o de pie' a cabeza, porque voy a rebañar to'a la mía' flecha con cuanto su' punta pue'an agarrar sin perde' la' ala'.
Y se llevó el cuenco de sopa a los labios, bebiendo el líquido con tanta ansia que algunas gotas se le derramaron por las comisuras de los labios.
—Y del plan de batalla, ¿se sabe argo? —preguntó, después, mientras se escurría la barba con la lengua.
Motivo: Cotilleo
Tirada: 1d100
Dificultad: 29-
Resultado: 73 (Fracaso) [73]
Alguien tenía que fallar u.u
¡Que gran honor! - comentó cuando aquel hombre mencionó que había participado en la primera carga, aunque hubiera estado lejos del Rey, el gran Leoncour, para Gilles aquello era un sueño realidad, y a juzgar por su expresión, estaba emocionado por ello y envidioso en cierto modo, sin embargo, al llegar aquella pregunta, su rostro se agrío un poco, pero recobró la sonrisa en pocos segundos - Si, Mi padre y mi tío, eran hermanos gemelos, una bendición de los d'Arsac - siguió con la descripción, ensalzando sus atributos, lo grandes hombres que fueron, valientes e inteligentes, como portaban el blasón de la familia y lucharon hasta el final. De su primo, en cambio, lo mencionó de pasada, siendo bastante revelador para cualquier que supiera juntar un par de gallinas y decir que tenía dos. Si que no llegó a decir nada sobre la herencia del título y las tierras, pero si que habló de su venerable abuelo, del cual sentía un gran orgullo y respeto, pero lo tenía difícil, su primo ya le llevaba ventaja.
La coraza emocional de Gastón era más sólida una muralla enana, pero tenía que admitir que el duque estaba demostrando ser un señor como dios manda. Discursos breves y platos abundantes eran una política que podía aprobar sin problema. Oía los cuchicheos de enfrentarse a los goblins en la montaña. Imaginó una marea de pielesverdes pequeños y cabrones con ganas de gresca. Divertido si ibas a caballo rebanando idiotas, pero menos divertido si ibas a pie de mierda hasta las rodillas y tenías que cargar cuesta arriba. La ropa nueva era más cómoda que la vieja, vale, pero tampoco es que pudieran ir a la guerra como estaban, con una mano delante y otra detrás. ¿Qué esperaba el señorito que hiciera? ¿Diezmar la horda goblin a pedradas?
- Eso- añadió, al oir la pregunta de Raimbaut,- ¿Se sabe cuantos iremos?
Sir Suidbert negó conocer a los gemelos D'Arsac, pero el Duque admitió que, aunque no coincidió con ellos en Middenheim, si había coincidido con ellos en otras ocasiones sociales, lo cual era entendible teniendo en cuenta que Monfort estaba solo a dos días de distancia rio abajo de Arsac de Ternay. No parecía tener ninguna historia que contar de ellos, pero hablo con respeto y decoro sobre la familia de Gilles.
Mientras tanto, en la parte pobre del salón, el resto del grupo continuaba comiendo y hablando, y haciendo de las suyas.
Regnier engatuso a un grupo de campesinos con su historia sobre la brutalidad nobiliaria de su señor. El grupo de hombres miró hacia Gilles mientras el ladrón hablaba, pero no se atrevieron a decir nada. Si respondieron a sus primeros cuchilleos sobre la joven y el Duque - No hay mujer en Monfort que no este interesada en el Duque Folcard... menos mal que mi Mathilde es campesina y conoce su lugar, si no, me encelaría como un cabrito...
A Gaston y a Raimbaut les informaron de que se sabía que iban a partir todos los que estaban cenando en el salón menos las mujeres (siendo Sourcil la excepción) y que partirían la siguiente mañana, pero ellos no sabían de ningún plan de batalla especifico mas que llenar a los goblins de flechas y pasarlos por la espada.
Sourcil, por su parte, encontró rápidamente a uno de los boticarios que acompañarían la expedición. El hombre escucho la preocupación de la muchacha por las tácticas goblins de envenenar sus armas, y le mostró una sonrisa que buscaba ser tranquilizadora pero era mas bien distrayente al contar con más dientes de madera que de hueso.
Lo sepo, lo sepo. Mira, por la mañana os acercáis a buscarme y os haré entrega de unos ungüentos. Os lo frotáis por el cuerpo, y os harán defensa de la ponzoña de las herramientas goblinoides.
Los unguentos que os darán servirán para tener un +10 a cualquier tirada de resistencia enfermedades y venenos durante los próximos combates.
La cena y la escena acaban aquí. La siguiente semana no habra post, pues quiero tomarme un tiempo en preparar la siguiente escena y añadir un resumen de reglas con algunas house rules y todo eso que debería estar hecho ya. Dejo la escena abierta por si quereis gamberrear entre vosotros esta semana.
Sintió un poco de decepción al enterarse de que no les sonaban los gemelos, tuvo esperanzas de escuchar como murieron o como combatieron al enemigo que moraba en aquellos yermos del Norte, pero no fue así. Sonrió agradecido por la sinceridad y participó en la conversación según se iban dando las oportunidades, demostrando que era un caballero con una exquisita educación y respeto por sus iguales, y que sabedor de que no era demasiado espabilado, no daba respuestas muy elaboradas, aunque durante la cena, lo corrigieron un par de veces cuando, como era habitual en él, mezcló nombres.
Tras la cena, cuando todos se hubieron retirado, él hizo lo mismo, pero antes, se acercó a sus sirvientes - ya os lo dije antes, descansad, aprovechad que estamos en un castillo, mañana será un día duro y agradeceréis estar enteros si apreciáis vuestra vida, os intentaré proteger, pero no soy el caballero verde, que esta en todas partes cuando se le requiere - los miró con cierta gravedad, sonando autoritario y preocupado - buenas noches - y sin más, se marchó con buen paso hacía la estancia que le hubieran facilitado para descansar; mañana será un gran día.
Gastón miró el salón lleno de gente con aire apreciativo. Bastante gente para unos goblins rastreros de los que venían de vez en cuando. Tenía más pinta de una horda de las que asediaba la villa, se cagaba en los pozos y esperaba a que todo el mundo muriera de hambre y peste. En cualquier caso no querría estar en primera fila, tenía que buscar la manera de evitarse problemas.
- Oye- insistió a quien les había dado respuesta,- ¿y quién mandara a toda esa gente mientras el Duque hace sus cosas de caballero y eso? ¿Hay algún sargento o algo?