Partida Rol por web

Doraemon se levantó del rincón donde se había quedado aislado todo aquel tiempo. Se puso a dar saltos mientras aplastaba cada uno de los vasos que habían repartido por el lugar de juego.

¡Pringaos! Ahora sabréis lo que se siente al estar en mi pequellejo. ¡Veamos esta vez quién es el que gana! La final está a la vuelta de la esquina y quién sabe, lo mismo ustedes no me adoran, pero parece que los espectadores sí. Así que joderos.

¡Espero que caigáis todos!

Sobre todo tú, maldita niña despreciable. Estoy harto de tu happy life. Espero que la gente te eche. ¡Locaaaaaaa!

WW miró a Doraemon- Pues parece que no eres el único, gato mierda -ya se había hartado de su "momento emo"- yo he estado nominado también tres o cuatro semanas, y no es para tanto.

Se acercó de forma amenazante a Doraemon- Así que ponte otra vez en plan "yo soy guay y tu no" y verás a donde te mando -comienza a crujirse los nudillos de forma amenazante mientras que una sonrisa de psicópata aparece en su rostro.

Me había saltado la parte de tirar la pelota y hacía rato que me estaba dedicando a atacar y acabar con el contenido de los vasos.

-Essssso es... Dejaselo bien claro... -Me levanto y miro todo lo fijo que puedo al gato. Sin remediarlo tropiezo y me apoyo en él.-Uy... que suave... -Empiezo a restregarme en su cabeza, hasta que acabo encima suya.- Hummmmmmmmm suaaaaaaaaave. 

Alicia tenía un humor de perros recién despertada y desde luego no parecía haberse tomado la medicación cuando pasó por el salón donde Doraemon la increpó y Verde se restregaba como una gata en celo.
-A ver si vas a acabar en la piscina comiéndome el rabo, gato de los cojones-le avisó rascándose el cuero cabelludo ligeramente desordenado. Desde que se deshiciera del su vestido azul para putear a la loca del espejo, Alicia no se había desprendido de prendas de ropa como shorts de algodón que el hada de los dientes dejaba junto a sus cosas y camisetas que cortaba cada vez más.
Se coló en la cocina americana y se sirvió un café bostezando.

Doraemon miró desaifante a WW y a la loca de Alicia mientras que Verde se restregaba por su cuerpo. Al último de ellos lo apartó de un manotazo para tratar de quitárselo de en medio y evitar que le echara su aliento. El verde no era un color que le agradase.

Después miró a la loca de Alicia y llevó sus manos al bolsillo gimiendo como de costumbre. Después sacó un gran y enorme espejo y se lo mostró a Alicia.

¡Vaya! Parece que la loca de tu enemiga sigue aquí. ¿Por qué no te vuelves a pegar con ella? ¡Por dios, lleva la misma ropa que tú! ¡Eso no puedes consentirlo!

A continuación volvió a mirar fijamente a los ojos a WW. Pensó en qué era lo que podía sacar de su bolsillo.

Doraemon comenzó a gemir repetidamente y entonces una botella de líquido verde salió de él,

Mira WW, esto es ¡Absenta! y se la lanzó a ella para que empezara a beber y se olvidase de que quería pelear con él.

Y tú... dijo a Verde mientras se volvia a quedar pensando. ¿A ti que te parece esto? Y de su bolsillo sacó un gran tupper en cuyo interior había una muñeca inflable desinchada. ¿Por qué no te pones a soplar para ver quién ha venido a visitarte?

Miro alternativamente al gato y al Tupperware. Mientras mi embriaguez desaparecoia se veia sustituida por el enfado y la diversion.

-Veras amigo... lo divertido de ser como yo, es que comentariosy acciones tan tremendamente ofensivos como el tuyo no tienen ningun tipo de efecto en mi.- Mientras digo esto cojo el interior del tupper y empiezo a inflarlo.

-¡MUERE! -gritó WW y se lanzó a por el gato, llevándose por delante a Verde solo por estar allí.

Llevaba muchas semanas aguantandose y aguantando las tonterías de los demás, y parecía que había llegado al límite.

La apartarme dirijo mi metralleta contra el mobiliario acribillando la nevera. Dejo caer la Tommy y saco un enorme mazo de madera con el que ataco a Doraemon en colaboracion con Wonder Woman.

-¡Es mío, Usaré su cabeza de bola de bolos, su sangre como liquido anticongelante y su bolsillo como armario!

Alicia se miró al espejo donde su imagen se tomaba otro café con el cabello desordenado y algunas legañas en los ojos.
-Tú te sacas espejos de un bolsillo y luego la tarada soy yo... no quiero decir nada-dijo con aspereza dando otro sorbo al café. Se palpó en el pantaloncito de algodón en busca de las pastillitas, pero no las encontró, seguramente estarían en el cuarto si no se había quedado sin ninguna.
Inspira hondo, controlas la situación.

Según se acercó WW para golpear al gato, Doraemon sacó la botella de absenta que aún la tenía en la mano y golpeó con ella a la mujer maravilla. Después recibió uno a uno los balazos lanzados por Verde. Todos ellos atravesaron su cuerpo y lo dejaron lleno de agujeritos. Pero Doraemon, sacó rápidamente una pomada blanca y espesa y se untó con ella el cuerpo. El olor era un tanto desagradable, pero las heridas se regeneraron con tan solo añadirle como complemento una simple tirita.

El gato sonrió, volvió a meter las manos en su bolsillo y después sacó una pequeña hélice pegada a un sombrero.

¡Esto es, el gorrocóptero! Y entonces el gato comenzó a volar y desde las alturas miró a todos con indiferencia.

Da igual, no me iré de aquí. No me importáis ya en absoluto.

Y tras decir aquellas palabras sacó un spray de pintura azul y con un mechero creó un gran lanzallamas que se llevaba por delante a los tres habitantes de la casa.

Doraemon estaba sobrevolando la sala a toda velocidad, y ninguno de los allí presentes podría alcanzarle.

WW cruzó los brazos y creo un escudo con los brazaletes que le hacía inmune al fuego- ¡MUERE! -y como acto reflejo, cogió a Verde de las piernas y le lanzó por los aires, como si fuera un "lanzamiento de martillo olímpico" hacia el gato.

La veda se había abierto.

Al verme en el aire y medio chamuscado decido hacer lo más sensato, así que me pongo mi casco con pincho y me clavo en medio del bolsillo del gato momento en el cual sonrio con ganas.

-Cuchi cuchi cuuuuu.-Sin dudarlo un segundo me meto dentro del bolsillo hasta la cintura y empiezo a deglutir los gatos que previamente devoré.- ¡¡¡Corred, creced y molestad pequeños míos!!! ¿No tienes nada de beber dentro de este sitio maldito gato? Espeeeeeera... ¿¡¿¡¿¡¿¡ESO ES GEL DE MASAJE COMESTIBLE!?!?!?!? 

Me pongo a revolver cosas sin ton ni son aplicandome gel de masaje con efecto frío sobre mi piel chamuscada. Me guardo un par de perfumes de feromonas para las chicas con una risa.

Uyyyyy que engorro
Alicia se agachó parapetándose tras la encimera y gateó a cuatro patas hasta el jardín mientras el apocalipsis se desataba en el salón de la casa.
Encontró un pistacho y se lo comió, imaginándose que era una de sus pastillitas, para intentar pasar el mono y mientras apretaba la mandíbula enganchó la manguera abriendo todo lo que pudo la llave del agua y abrió la cristalera corredera de la puerta de la terraza.
-HORA DEL BAÑO-anunció tarareando mientras enfocaba la manguera hacia el gato psicópata, regando todo a su paso.

Doraemon voló a gran velocidad gracias al gorrocóptero, esquivando una y otra vez los manguerazos que le lanzaba Alicia. Entonces Verde se le metió dentro del bolsillo y notó como poco a poco éste se lo iba tragando y notaba como sus pies se deshacían.

Segundos después, aparecía en el suelo tirado impregnado de un líquido viscoso y asqueroso. El bolsillo de Doraemon era un agujero de salida, pero nunca de entrada, y al intentarlo Verde fue devorado por completo.

Por suerte, tan solo era un dibujo animado, con un líquido espeso, un poco de mercromina y una tirita todo el daño estaba solucionado.

¡No vuelvas a tocarme, asqueroso Moquete Verde! Si entras otra vez, dudo que salgas.

Solo de salida y no de entrada? Eso no tenía sentido, pues bien que metia sus manos y de alguna manera tenía que introducir sus productos. Sin embargo me había quitado los gatos de dentro eso ya me parecia suficiente trabajo.

-Aun en forma de pasta verde y viscosa sigo siendo mas guapo que tu.- Rio divertido, mientras me arrastro-deslizo hacia dentro del congelador. 

- Con ese asqueroso color verde dudo mucho que seas más guapo que yo. Pero no te preocupes. Eso lo decidirá la audiencia esta noche. Ya veremos quién cree que es más guapo de los dos. Si tú o yo.

Salgo de la nevera ya reestructurado y elegantemente vestido.

-Che, gato pelotudo no sos mas que un enorme fraude. -Dice con acento argentino.- En otras palabras ya abandonaste tus intentos de estafarnos con esos productos de los chinos. Asi que si no tienes nada mejor que hacer puerta.

Le dejo tal cual en su rabieta mientras busco algo que me anime. Le doy otra chutada a mi maravilloso cilindro de metal.

¿Invento de los chinos? ¡De los chinos! ¿Pero que cojones dices Moquete? Acaso no te has enterado que yo soy japonés. ¡No me jodas, somos muy diferentes! Podría pasarte muchas cosas, pero ¿Esta?

Y Doraemon sin decir nada más se marchó al jardín sobrevolándolo para poder ver el exterior de la casa. Ya no quedaba nada. Ya fuera esta semana o la siguiente, pronto volvería a ver el exterior. A ser posible, forrado de dinero.