Partida Rol por web

La puerta está cerrada con llave. La llave no está puesta. No sabes donde está. Retrocedes un paso y tropiezas con el perchero. Este cae sobre ti sin causarte daño.
¿Lo has tirado sin querer o ha tratado de atacarte? Estás tan paranoica que no lo sabrías decir.

Rob no reconoció el título de ninguno de esos libros. Ignatius pretendía pillarse unos cuantos. -Cógelos, por compensación de tu herida.

Luego se fijó en las huellas, se acuclilló al lado, mientras Carlo vociferaba y Jade intentaba abrir la puerta de la calle.

-Son de pies desnudos. ¿Qué hacemos? Habrá que subir y aclarar este misterio. La verdad es que están pasando cosas muy raras. Broma o no, quiero averiguarlo.

Siguió los pasos de Carlo subiendo los escalones- Chicas, podéis mirar si conseguís abrir esa puerta.

Las huellas del suelo me dejaron un tanto descolocada. ¿A quién se le ocurriría caminar descalzo por un suelo como este? Desde luego no a alguien con dos dedos de frente. Si es que estaba claro que si alguien preparaba todo esto demostraba estar no muy bien de la cabeza. Oí de pasada la orden de Rob, pero hice caso omiso a sus palabras. "Sí, claro. Hombres demostrar valentía, mujeres encargarse de las tareas de la casa" —dije de un modo primitivo, para mí misma, resoplando. Yo no me iba a a quedar abajo. Yo también subiría con ellos para averiguar de una puta vez qué estaba pasando y quién era el que nos había invitado, quien muy probablemente siguiera escondido en cualquier rincón de la mansión.

—Soy la primera que quiere saber qué hay arriba, así que ni de coña me quedo esperando —murmuré, siguiendo a los chicos a una distancia prudencial. 

¿Esperar? Qué va tronco, si vamos todos juntos es mejor, ¿no ves que así parecemos una tropa? - Carlo no era el hombre más valiente del mundo, en realidad ni siquiera podía ver películas de terror sin un cojin al lado, por lo que prefería la compañía de más gente para hacer el tonto y distraerse. 

Se giró hacia Jade con una ladeada sonrisa antes de juntar sus manos en un intento de imitar a Lisa.

Mi héroe, protegeme. - Bromeó antes de iluminarle los escalones para que no tropezara y dejarla ir por delante, aprovechando también para mirarle el trasero. 

—Bueno, vamos a seguir esas huellas y tu Carlo... Te falta para ser yo, pero podemos resolverlo pasando un día con las animadoras. Nada que una mascarilla de coco, una sesión de revistas y maquillaje que no solucione así te conviertes en una de nosotras. 

Sería muy curioso verlo entre nosotras, pero al menos se lo pensará un poquito. No obstante toca seguir esas huellas, lo cual significa que alguien está dentro de la casa y no me agrada en lo más mínimo. Considerando lo de la ventana, que Igni vio a alguien columpiarse, la voz que me llamó, ya no sé que pensar. 

Por ello cojo la mano de Roby y voy junto a él. 

—No me alejo de ti. ¿Avanzamos?

Me alejo con brusquedad dando un grito, entre sorprendida y asustada por el "ataque" del perchero, mirándolo fijamente como si esperara que volviera a moverse.

-Aquí están pasando cosas muy raras.. ventanas que se cierran, cadenas que se mueven.. tijeras que no están.. percheros que se caen.- Hablo con evidente nerviosismo, quizá por el sobresalto o quizá porque estoy empezando a ponerme nerviosa de verdad con tanto incidente sin justificación. 

Las escaleras crujen al subir. Cualquier intento avanzar en silencio carece de éxito, pues la madera parece querer hacerse oír incluso por encima de la tormenta.

Un ruido extraño llama vuestra atención. El sonido de algo metálico arrastrándose por el suelo. De reojo podéis ver como uno de los atizadores del salón sale volando a gran velocidad y se clava en la puerta principal, vibrando hasta detenerse...