Partida Rol por web

Os separais y llegas a tu casa sin problemas.

La mujer que tendria que estar cuidando a tu pequeño te a dejado una nota.

"Lo siento, me han ofrecido una fortuna por él, me largo al extranjero"

No ves ni rastro de tu hijo por ninguna parte y no puedes llamar a la policia dada tu situacion.

-¡Mierda! -dice con rabia y lágrimas en los ojos- ¡Mierdaaaaa! -repite golpeando en la mesa con la mano y haciéndola crujir.

Piensa, Hellen... ¿Dónde vive esa puta? Hay que buscarla...

La niñera vivia muy cerca de tu casa pero al llegar encuentras la vivienda abierta, como si hubiera salido corriendo llebandose lo imprescindible.

Ves correo en el suelo sin abrir. Debio marcharse el viernes, ya es tarde para correr al aeropuerto pero imaginas a quien se lo ha vendido. El nombre de Lars se te pasa por la cabeza...

Una parte de ti comienza a pensar...- Mejor asi, no tendre que preocuparme por criarlo... daba muchos problemas y tenia que hacer muchos esfuerzos por el...- mientras una pereza enorme te conducia al primer sillon disponible.

La comodidad del sillon se convirtio en un pequeño placer que comenzo a apoderarse de ti.

Larst dijo que ellos se ocuparían de mi hijo... Lo debe tener él... Bueno, una cosa menos que hacer...

Hellen se sentó un instante. Estaba cansada, era normal. Había estado a punto de morir... ¿Es que no se merecía un pequeño descanso?

-Sí, un descanso... -y Hellen cerró los ojos, sentada en su sillón.

Con un esfuerzo glorioso te despegaste de tu comodidad. El reloj mostraba la hora en la que solias alimentar a tu pequeño y el instinto de no saber si quien lo tenia lo alimentaria o cuidaria de algun modo te hizo reaccionar.

Llegaste a la entrada de empresas Lars. En el interior el portero dormia apaciblemente sobre el escritorio.

Hellen miró de soslayo al guardia. No venía a nada bueno. ¿O sí? ¿Recuperar a tu propio hijo es algo malo? ¿Pero quién sabía que era su hijo?

Entró en el edificio despacio, intentando no perturbar el sueño de aquel hombre y entró mientras pensaba dónde podría estar su hijo. Según andaba, vio los sofás donde esperaban los visitantes... Parecen tan cómodos... ¡No! Luego podrás descansar, Hellen.