Partida Rol por web

Asiento después de pensármelo un poco.

De acuerdo. Dime el numero del despacho y me pasare por allí en cuanto saque...el embozo del fondo del lavabo. La miro con deseo ya que pese a las 6 horas que goce de ella durante la noche aun no me han saciado de su cuerpo ni de la sensación de poder hacerle lo que desee a una mujer tan hermosa.

Es el numero 12-A, saliendo, al final del pasillo a la izquierda.-Dice ella y sale del baño contoneandose.

El atasco no le te cuesta ni dos minutos pero se te ocurre llamar a tu jefe y decir que es algo serio para tener mas tiempo.

Tras dejarlo todo en orden de nuevo tomo mis cosas y con paso tranquilo del que no hace mal acudo al despacho que me ha dicho, llamando previamente antes de entrar.

Al entrar la ves terminando de apartar papeles de su mesa, metiendolos en cajones para que no se pierda nada.

El sofa que ves tiene pinta de ser comodo, tal como prometio.

Pasa y cierra la puerta con el cerrojo.- Te pide soltandose el pelo.- No tengo las esposas en la oficina pero tengo algo de cinta de embalaje en el cajon.

Cierro la puerta y examino el despacho en busca de cámaras de seguridad o similar. No me gustaría que este trato nuestro tuviera un brusco final.

Dejo mis cosas junto a la puerta y niego ante la mención de la cinta de embalar.

Creo esclava que esta vez me conformare con tomarte sobre la mesa hasta hacerte rogar que pare, y no habrá necesidad de atarte. Eso lo dejare para nuestras noches de motel. Saber que tengo el mando ya es suficiente para satisfacerme, y mas obligando a la mujer a tener sexo en su oficina en horas laborables.

Quien diría hace una semana que el trabajo podía ser tan...gratificante.

Quítate la ropa para mi.

Lidia se quita la ropa para ti, despacio, de forma muy profesional. Ya sabe como te gusta y se muestra muy procupada por complacerte.

Se coloca sobre la mesa para ti, esperando que comiences, muy sumisamente.

Dado que tenemos un limite de tiempo marcado por la hora de comer, disfruto bien con el espectáculo de su desnudez y su cuerpo perfecto y cuando se sitúa en la mesa dedico unos minutos a acariciarla antes de consumar con una pasión nada desdeñable sobre la mesa de su despacho, sabiendo que me estoy tirando a una de las mujeres que por educación y posición social esta muy por encima de mi.

La simple idea de esto hace que la excitación sea tal que no pueda contenerme mucho antes de terminar en su interior. Esto me molesta por una parte, pero por otra...que mas da?.

Suspiro mientras me aparto de ella negando con la cabeza.

Me excitas demasiado. Me cuesta contenerme haciéndolo así en tu despacho. Creo que es la primera vez que estoy con una ejecutiva de esta forma.

- Yo solo hago lo que mi amo me pide, claro que si prefieres terminar con estos encuentros y usar solo el motel me pareceria bien.- dice ella vistiendose a toda prisa. Nisiquiera intenta limpiarse.

Piensas que pasara todo el dia con "eso" tuyo dentro y no parece importarle.

- Deberias volver con tu jefe antes de que te extrañe y mande a alguien en tu busca.

No gracias, me convence este arreglo y es por eso que lo haya disfrutado tanto. Te aseguro que la próxima vez contendré mejor mis impulsos. No puedo evitar reírme para mis adentros al pensar en como parte de mi seguirá con ella hasta que se asee.

Luego miro el reloj y asiento a sus palabras. Dices bien, que me llamen por segunda vez la atención por tardar mucho en las reparaciones no me hará mucho bien. Nos vemos pelirroja.

La beso una vez mas y dejo su despacho, acudiendo a los ascensores y llamando al jefe por el teléfono.

Ya termine en el baño jefe. Quiere que baje a las calderas a ayudar a Dante?.