Partida Rol por web

Descansar era una opción, pero no la única. Askabal estaba algo atontado de las idas y venidas, pero no se quedaría tumbado como un conejo en su madriguera.

Si quieres reponer fuerzas, tú mismo, el tiempo apremia amigo. ¿Alguno tiene una pócima para el que la necesite?, tal vez sea lo mejor.

La llave que había encontrado Askabal atravesando el vórtice de oscuridad sólo servía para abrir la puerta principal, por la que venían. La otra puerta era más bien una puerta secreta, que no habían conseguido abrir.

Mientras Ganzúa lo intentaba, un sonido extraño salió del vórtice de oscuridad. El primero en ponerse en guardia fue Gazhan, que se acercó mostrando los dientes. Tras unos segundos, un escama sombría salió del vórtice, y se sorprendió de ver a los aventureros allí.

¿Quién diablos sois? ¿Dónde está Ketsarra? Pero ya era tarde. Gazhan saltó sobre él y lo destrozó rápidamente.

Se levantó lleno de la sangre oscura de su primo no muerto y miró a los demás.

Él venir de ese círculo negro. Ese es el camino a seguir.

Askabal se quedó mudo de tal barbarie en tan pocos segundos. No le dio tiempo a reaccionar ni a contestar. Le dijo a Gazhan, algo cabreado, lo siguiente:

¿Por qué no le has capturado?, ¿podríamos haberle preguntado algo?

La cuestión, ahora, era que teníamos que ir por el agujero negro. Lo que habría tras él, ya poco importaba, pero sabían que habíamos matado a uno de los suyos, con lo que estarían deseando hacer lo mismo con todos nosotros.

Ahora deberías ir tú el primero.

Yandrak sacó su varita mágica que hacía relativamente poco había vuelto a funcionar. Sanó todas las heridas de sus compañeros mientras durase y después se fue dando saltitos hacia el agujero sin pensárselo dos veces. Incluso aunque él fuera el primero. No le tenía miedo a nada, ni a nadie, y sobre todo, tenía muchas ganas de curiosear qué había al otro lado.

Kassmal miró en silencio a Gazhan. Nadie se dió cuenta pero sus dientes estaban a punto de rechinar.

-Tú ssser parte de grupo ahora. No actuarrr sssólo másss, Gazhan.

El guerrero miró el portal con decisión y se adentró en él con el escudo por delante

Ganzúa miró con tristeza aquella puerta secreta que se le había resistido. Ganas tenía de intentarlo de nuevo, pero sus compañeros ya se estaban metiendo por aquel agujero. 

Y no podía permitir que fueran solos, así que les siguió y se adentró en lo desconocido sin pensárselo dos veces.

Como de costumbre, Yandrak hacía las cosas sin pensar.

Sonrió ligeramente. Le tranquilizaba saber que Yandrak seguía igual de loco que siempre. Se adentró tras ellos.

Gazhan mostró los dientes a Askabal. Un peludo no le podría soltar ninguna bronca.

Ellos saben morir si capturas. No son tan tonto como peludos gruñó, mientras caminaba hacia el portal y saltaba a su interior tras Yandrak.