Partida Rol por web

No pudiste volver a hablar en privado con Ringo, pero sin duda era algo en lo que pensar, y pudiste hacerlo toda la noche, bueno, lo que el bebé os dejó.

Ya te habías vestido y pusiste una cafetera al fuego cuando escuchaste gritar al posadero mexicano - ¡Curley!, ¡Curley! – gritaba desesperado

Todos se asomaron al pasillo, el Sherif poniéndose los tirantes del pantalón sacó tu pistola - ¡¿Qué pasa?!

- ¡Mi mujer, se escapó, cuando me desperté ya no estaba…!

El Sheriff se enfadó por el susto - ¡¿Y por eso alborotas tanto?!

- Lo malo es que se llevó mi rifle y mi yegua… - seguía el angustiado mexicano

Me desperte cansada, entre los llantos de la criatura y las vueltas que le di al asunto de Ringo había dormido poco. Me hubiera gustado hablar mas con Ringo pero por desgracia no pudo ser.

Ante el alboroto deje el café en el fuego y me asome como el resto al pasillo. Me sorprendí al enterarme que la mujer del mexicano se había escapado con su yegua y su rifle.¿Donde se habría ido?

-¿Tiene alguna idea de donde se ha podido ir?, pregunte curiosa al mexicano

- No señorita, pero quizás haya vuelto con los de su tribu… - Te respondió y prosiguió lloriqueando - Nunca quise venderla, la quería mucho, cuando le daba latigazos nunca se quejaba…

- ¿Quién, tu mujer? – Preguntó el hombrecillo vendedor de whisky

- No, mi yegua… - replicó el mexicano – Mujer ya encontraré otra, pero yegua como esa no encontraré

Me quede anodada ante la respuesta del mexicano,¿no le importaba nada que su mujer se haya escapado?¿Que se hubiera llevado el arma?. Mire uno por uno a los demás que alli estaban esperando que alguno dijera algo, que mostraran que les parecia aquello.

-¿No le importa que su mujer se haya escapado?, pregunte preocupada

- Disculpe señorita ¿Pero que quiere que haga? Si se ha ido es porque no quería estar aquí… - Te respondió el mexicano

- Ya sabía yo que era una ladrona – Dijo el banquero con su habitual falta de tacto – Por cierto, ¡Mi maletín! ¿Dónde está mi maletín? – Pareció desesperado en un momento

El cochero que lo escuchó desde la habitación salió – Oh, lo siento, se lo tomé prestado yo, necesitaba una almohada… - El banquero se lo arrebata con menos educación aún

Me di la vuelta y volví con el café. A mi seguía sin parecerme normal que la mujer del mexicano hubiera huido pero tampoco conocía a la mujer.

Retire el café del fuego, me eche en una taza y me sente en una silla esperando que los demás quisieran desayunar y me acompañaran tomando cafe

Ya iban llegando todos al salón y comenzando a desayunar, Ringo te miró y se sirvió un café y se sentó a tu lado pero no dijo nada respecto a lo de anoche, no más gente alrededor no lo haría.

- ¡Hay que marcharse cuanto antes! - Saltó de pronto el banquero.

- Hay que pensar en la enferma - replicó el jugador enfrentándose de forma dialectica

- ¡¡Es que quiere que nos maten!! - El tono iba subiendo por momentos

- ¡Calma, calma...! - Participó el sheriff - Preguntemos al doctor - ¿Qué piensa doc? ¿Está la paciente y su recién nacido como para proseguir el viaje?

El doctor que no había perdido el tiempo y ya tenía un vaso de whisky en la mano dijo - Por poderse se podría, pero es mejor que guarde reposo un día

Pensé si dar o no mi opinión, sabia que no se me tendría en cuenta pero tenia un punto a mi favor que Ringo si que me escucharía, y que si me ninguneaban alli estaba el para defenderme. Me arme de valor y opine:

-Deberíamos esperar hasta que la madre y la niña puedan viajar, nos tenemos que ir todos a la vez.

Yo era la que mas ganas tenia de llegar a nuestro destino, pero no estaba bien dejar aquí a las dos,¿Quien vendría a recogerlas? Por lo menos teníamos un medico que las podía atender aun que pareciera que se preocupaba mas por no tener su vaso vacío de alcohol que por sus pacientes, las atendía muy bien.

- Exacto eso es lo que decía yo… – Te da la razón el doctor, y se suponía que como profesional… pero de pronto ocurrió algo, Ringo se percató de algo por la ventana y salió corriendo por la puerta.

- ¡Eh, Ringo a donde vas! – dijo el sherif contiendo su rifle, pero pronto lo visteis todos.

Detrás de una colina cercana una extraña nube se levantaba, pero no era una nube… - ¡Humo de guerra! Los apaches se preparan para atacar – Dijo Ringo

- Tenemos que salir de aquí, si nos quedamos no ponemos solo en peligro la vida de la madre sino la de todos nosotros  ¡Rápido, todos a la caravana! - La voz de mando del Sheriff y el miedo hizo el resto, todos comenzaron a recoger sus cosas con rapidez

Me quede paralizada en el sitio cuando escuche que los apaches se preparaban para atacar mientras los demás se apresuraban en coger sus cosas.

-Si salimos de aquí ¿no nos perseguirán?, pensé en alto. Reaccione en ese momento y cogí mi maleta, por suerte no tenia nada fuera de la maleta. ¿Que hacer?¿que seria mejor quedarse o irse?No tenia las respuestas a estas preguntas, probablemente en los dos casos fueramos atacados por los apaches.

Miraba a Ringo esperando que de sus labios saliera alguna palabra mas, el seguro que sabia que era lo mejor que podiamos hacer en este caso.¿Se habra enfrentado alguna vez con los apaches?

- Eso sería una locura, no somos los suficientes como para defender este apeadero – Te dijo el Sheriff, y es que claro, los apaches atacaban en cantidad.

Ringo atendió a tu mirada acercándose a ti y te rozó ligeramente el brazo – Dallas, lo mejor que podemos hacer es llegar a Lordsburg cuando antes… Curley tiene razón

Sacaron a la reciente madre en una silla y la acomodaron en el interior de la caravana, poco después el doctor te dejó a la criatura enrollada en una manta para que cuidaras de ella en el viaje, asi la madre podría descansar un poco más - ¿Subes?

Afirme con la cabeza ante la pregunta de si subía, mientras iba hacia la diligencia para subir en ella. Si Ringo decía que era mejor irse cuanto antes yo que no entendía del tema no iba a empeñarme en lo contrario. Las palabras de Ringo me tranquilizaron un poco, me hicieron ver que había esperanza, que los apaches podrían no atacarnos y podiamos llegar a nuestro destino..así que no podiamos perder mas tiempo en salir, el tiempo jugaba en nuestra contra.

Todos subieron, la señora Mallory se recostó en el regazo del jugador consiguiendo asi estar casi acostada del todo y reposar lo máximo posible, aunque había sido un parto bastante bueno, mejor prevenir.

Por suerte el bebé que te entregó el doctor estaba dormido y no parecía que en un rato fuese a dar mucho trabajo, la carabana arrancó con todos dentro saliendo a toda velocidad del apeadero.

Todos prestaban atención mirando por la ventana, pero por el momento no había rastro de los apaches y eso era bueno.

Me toco llevar en brazos al bebe de la mujer, la madre debía descansar y estaba recostada en la diligencia. Tenia un poco de miedo por tener que llevarlo yo, que cogerlo un rato bueno pero tener que llevarlo a saber cuanto tiempo¿Y si lloraba?. De momento no tenia que preocuparme por que estaba durmiendo.

-¿Como le van a poner?, pregunte a la mujer. Le pregunte para charlar un rato y olvidarme que era probable que sufrieramos un ataque apache. Suponía que después de ayudarle en el parto iba a ser mas simpática conmigo, aun que no las tenia todas conmigo

La madre sonrió y te miró, aunque se la podía ver cansada, agotaba más bien – Como su padre… John, John Mallory

El banquero estaba sudoroso y nervioso, no tardó en despotricar - ¿No puede ir más deprisa? ¡Patán estúpido! – Se refería al cochero – Tenemos que llegar a la barcaza cuando antes – Y es que el río sería también una forma de poner tierra de por medio con los apaches y acercarse a Lordsburg

El comerciante se asoma por la ventana – No tema tanto, no se ve señal de ellos…

- ¡Esa gente no se deja ver, ataca como las serpientes! – Replica el banquero

-Muy bonito el nombre, sonrei a la mujer

Ya esta el cascarrabias de turno hablando mas de lo turno, poniendose nervioso e intentando poner nerviosos a los demás.
Mire al banquero y dije, -Deje que hagan su trabajo tranquilos, si lo pone nervioso puede ser peor. El cochero sabia hacer perfectamente su trabajo.

- Habla demasiado Gatewood – Interviene el jugador – La señorita tiene razón

- No me asustan sus amenazas – le replica el banquero

- ¡A que le hago seguir a pie! – la confrontación está servida

- ¡No puede echarme de un vehículo público!

- Ya vale, ya vale, haya paz… - interviene ahora el doctor

- Guarde su furia, quizás nos haga falta contra los apaches – dice ahora Ringo y es que la tensión se palpa en el aire

- No se meta conmigo ¡Presidiario! – le increpa Gatewood

No aguantaba al banquero, solo hacía que quejarse. Lastima que no lo vayan a bajar de la diligencia por la situación en la que estamos y no es cuestión tampoco de perder el tiempo, pero así aprendería a mantener la boca cerrada. Alguien debería hacerle callar.

-Estamos todos demasiado nerviosos con la situación, es mejor que no discutamos, comente

El banquero era bastante repelente y tenías la sensación de que todos tenían ganas de perderlo de vista.

Pero la discusión finalizó de golpe cuando el cochero desde su puesto de delante gritó - ¡El apeadero del río!

Os asomasteis a mirar – Cielo santo – Dijo la señora Mallory – y el motivo se hizo evidente cuando viste la humareda que de allí salía, la caravana disminuyó ya marcha tal y como se iba acercando – El edificio de madera estaba calcinado, aún humeaba, seguramente era lo que los apaches indicaron con aquel humo de guerra, la caravana se detuvo - ¿Y el ejército? ¿Dónde está cuando se le necesita? – dijo el banquero

El sheriff bajó para inspeccionar el lugar – Hartfield, tome un rifle y suba a aquella colina - le dijo este al jugador

¿Y ahora que vamos a hacer?, pregunte esperando que alguien pudiera contestar. Parecía que estábamos equivocados con los apaches, nos habíamos marchado corriendo para que no nos atacaran los apaches y parece que tan bien van por un paso por delante. Después de ver el humo que salia del apeadero, me puse nerviosa y tenia miedo aun que por el momento pude controlar esos sentimientos para que nadie se diera cuenta.