Partida Rol por web

El comienzo de tu PJ

Estas en el patio de tu colegio para menores. Disfrutas de tu trabajo, tranquilo desde siempre, menos cuando una pelea entre dos jóvenes hizo que tuvieras que usar tu poder de profesor para poder terminar su disputa irracional. El cahval al que protegistes la otra vez está al lado tuyo. -  Gracias señor Styler, le debo una por lo de hace 2 días. Espero que no le importe si le devuelvo el favor de algún modo...

Sonrio, agradecido por la petición del chaval. Siempre he odiado eso de pelearse, de aprovecharse del más débil,...es algo horroroso, y ahí, siempre que pueda, estaré para evitarlo. Si señor, siempre me había considerado un defensor de la justicia, al más puro estilo cómic americano, y eso que yo era de mangas...pero dejémoslo ahí. En todo caso, miro al chico; creo recordar que su nombre era Wallas. O algo así. De todas formas, ahora mismo estaba leyendo antes de irme, así que algo de tiempo tenía para charlar con él, o al menos para enterarme el por qué de la pelea...

¿Qué tal Wallas? No, no hace falta que me devuelvas el favor, aunque me gustaría saber el por qué de esa pelea. Las peleas no son buenas; las cosas se pueden solucionar hablando, y solo hay que utilizar la violencia en defensa propia, nunca por voluntad expresa.

El chico te mira, y baja la mirada - Me chivé de que habían copiado en los exámenes de matemáticas...

Suspiro, y me acerco más al chico...Pues eso está bien, pero debes tener cuidado. Hay formas y formas de decir las cosas. Pero no está mal lo que has hecho, has sido muy valiente, y has demostrado que puedes con ellos. Me gusta como has reaccionado, si señor...

Y tanto. Yo era igual, y me recordaba algo a mí cuando era más chico e inocente. La vida enseñaba palos, y los que me quedaban a mí por experimentar tampoco eran pocos, de hecho. Sonriendo para mí, comienzo a alejarme, aunque antes le miro una última vez...

Bueno, sigue así. Yo he de marcharme ya....y recuerda que cualquier problema, aquí me tienes.

Le guiño un ojo, y comienzo a andar, alejándome de llugar, mientras una suave brisa irrumpe en mi cabello...

Vas caminando poco a poco hacia tu casa. Mientras vas pasando por un parque te vas fijando en la gente, en las madres que hablan en el banco mientras los hijos juegan en el parque.

Algo te detiene, algo que vistes antes. El chico que le pegaba a Wallas, al que separastes de la pelea. - Hola profesor. ¿Cómo está pasando el día? - Te pregunta como si lo hubiera ensayado.

Paseando por la calle, observo a todo el mundo a mi alrededor. Siempre me ha gustado pasear tranquilo, solo, fijándome en la felicidad de las personas. Hace un día excelente, perfecto; incluso mi ánimo, normalmente alicaído, se encuentra en niveles realmente destacables, quien lo diría, sobretodo con la montaña de trabajo que me espera al llegar a casa. Demasiado tiempo jugando al Legend Of Dragon tiene sus consecuencias. En fin, ya iba por más de la mitad, así que al menos tenía esperanza de...

En ese momento, me fijo en el chico. Si, sin dudarlo, era el que estaba peleándose, o más bien, pegando a Wallas. Se acerca a mí lentamente.

- Hola profesor. ¿Cómo está pasando el día?

Claramente, tenía todo esto ensayado, se le nota en la voz. A saber que quería ahora el abusón. Bueno, tambien son peleas de chiquillo, así que había que darle la importancia que se merecía, ni más ni menos. Educar es igual a comprender, y a ser paciente.

Muy bien, muchas gracias por preguntar. Ahora mismo me dirigía a casa...¿Y tú estás solo, o has venido con tu madre?

No, he venido solo. Mi nombre es Charlie, y queria pedirle perdón. - El chiquillo se acerca a ti para darte un abrazo, tu como buen profesor accedes. Entonces te das cuenta de que algo no anda bien.

Notas una punzada en el pecho, y sangre que moja tu camisa. Por tu culpa me han suspendido ese examen y no puedo hacer muchas cosas, desaparece de mi vida y la de los demás. - Te dice el chiquillo con el cuchillo en la mano, aun "abrazándote" y llorando. Las fuerzas se te van y poco a poco la luz se va apagando.

Lo último que pienso antes de desvanecerme, no es sino en...¿por qué?