Partida Rol por web

Nana golpea al cuerpo del difunto sin que suceda nada, Shäkaste se prepara para luchar por si acaso ante el golpe de la guja hacia que el esqueleto se levantase.

Evelynn con su característica mano coge el cilindro, lo que sale del ataúd no es el esqueleto del condestable, sino su espectro. Evelynn por inercia se echa a un lado y sin quererlo da con una salida del lugar a través de una pared

La legendaria espada de Khuwala Dian-Bhuttan es poco más que una empuñadura enjoyada con su nombre grabado. Sin embarjo, tus ojos revelan que es un artefacto de los Peregrinos, un flash hace que veas como si pulsas el botón que hay en la empuñadura se encienda, formando una hoja de pura luz color xion. En la visión puedes ver que dependiendo de la intensidad con que pulses el botón la luz brilla con más intensidad

La figura de un furioso humanoide que flota y drena a su paso la vida de todos, más que lástima y compasión, esta aparición provoca repulsa ante la evidente maldad que exuda.

Recuerdas a estas criaturas, pueden moverse a través de las personas y los objetos, son muy sensibles a la luz de sol y su simple ataque es capaz de drenar la vida de su adversario.

Es posible que acabéis con él, aunque seguramente será un adversario bastante duro

A la pobre enana poco le dura el descanso al ver que el cuerpo del muerto no se movía tras sus pequeños golpes con la guja. En cuanto Evelynn le quita el papiro un espectro sale de su cuerpo y la pequeña enana grita del repentino susto.

- AAAAAAAAAAAAHHH!

Y girando ágilmente la guja a fin de volver a cogerla por su mango, le atiza como puede.

Shaq mira con ojos desorbitados el espectro que sale de la tumba.

No dejeis que se os acerque o toque...  es extremadamente peligroso, puede drenar la vida!

Su rostro se torna sombrío, y sus labios profieren un simple pero rápido conjuro: Mors Infidelis!

Mientras revisa sus conocimientos sobre conjuros que puedan afectar a la criatura.

Si mal no recuerdo, esta criatura debe ser sensible a la luz!!

No desfallezcais!!

Evelynn cogió con sus manos el cilindro que había obtenido del misterioso cadaver. cuando lo tocó un flash le vino a su mente y enseguida supo que lo que tenía entre las manos era la espada que estaban buscando, pero no era una espada normal... Antes de que pudiera hablar un espectro salió del sarcófago y asustada la semielfa dió unos pasos hacia atrás que le hizo descubrir una salida...

- ¡Tengo la espada, es el cilindro! ¡os lo explico fuera, aquí hay una salida! con un poco de suerte el espectro no podrá salir de la habitación y si puede seguro que tenemos más espacio!

Dicho esto se dirige hacia la salida que ha encontrado

¿Salir?- pensó Wynonna. ¿Correr? ¡Nunca!

La paladín asió su espada con ambas manos, invocó el poder sagrado del peregrino y descargó un golpe sagrado con todas sus fuerzas. El golpe arrancó una explosión de luz cuando alcanzó al espectro.

-Salid vosotros primero! Ahora os sigo yo!

Estaba visto que aunque Nana no dijese nada, aquellas criaturas la ponían nerviosa, agarró la guja con tanta fuerza que apenas pudo maniobrarla en condiciones. Evelynn por su parte comenzó a meterse por la puerta secreta que había descubierto, esperando que llegase al exterior. 

El espectro ataca a Shäkaste drenandole la vida, Shäkaste debe luchar por mantener su vitalidad dentro de él y que no se la lleve aquél ser.

Shäkaste crea una llama sagrada sobre el espectro, aunque le hace daño, lamentablemente no es tanto como esperaba. Pero de repente la habitación se llenó de luz cuando Wynonna atacó al espectro con castigo divino, su arma relucía con luz radiante, en cuanto la espada cortó al espectro éste gritó y desapareció al instante

El clerigo uso el máximo de su fuerza de voluntad antes de resistir el embate del espectro.

Por un momento vio como la vida le abandonaba, sintiendo que el delgado hilo de plata que le extraia el espectro se lo llevaba.

Lucho y luchó, hasta que pudo aguantarlo por un momento.

No ...mee... lllevarássss....

Ahora... golpealoooooo...

El golpe de Winnona, ya sea haya escuchado al clerigo o no, le pega de lleno, haciendolo desaparecer instantaneamente.