Partida Rol por web

Cómo siempre, si encuentro algo valioso, quisiera saberlo, así como si oigo algún gato rondar por ahí.

Tras catalogar una pieza sin apenas valor me sacudo las manos y me pongo con los brazos en jarras diciendo.-Bueno, pues por lo que a mí respecta, hasta aquí pienso trabajar por hoy.-Al tiempo que me sacudía un poco la ropa y los pantalones mientras con ayuda de mi bastón comenzaba a subir por las escaleras.

Directamente me dirigí hasta mi habitación para despojarme de las vestimentas sucias del día de trabajo y darme una ducha reparadora y colocarme una nueva muda. Quería tener el tiempo suficiente para tener un ratito de descanso antes de volver abajo y probar la exquisitez culnaria con la que nos sorprendería Cheng para la cena.

- Si señor, nos vendría bien parar un poquito.- comentó William al ver sus compañeros habían decidido parar y subir a ducharse y arreglarse para la cena.

Al rato, William bajó con la ropa sucia en la mano. Sin preocuparse por nada, se fue hacia la cocina y demás estancias de abajo con la excusa de querer encontrar a alguien que pudiera lavar la ropa sucia. Además así echaba un ojo a las habitaciones que aun no había visto. No quería parecer que estaba fisgoneando, así que solo abria las puertas y miraba por encima, como si buscara el ama de llaves o una trabajadora.

Todos os marcháis uno a uno hacía vuestras habitaciones mientras Benjamin Bennet se queda trabajando un póco más con unas puntas de lanza que le han llamado la atención.

Os encontráis los dos en la cocina donde Zhang Wei ha llegado bajando las escaleras desde el piso superior y William Connor se encuentra allí junto a Cheng. William lleva varias prendas de ropa en la mano que parecen estar sucias, el sótano tiene mucho polvo y ha ensuciado su ropa.

dème sus vêtements! - dice cheng alargando la mano hacía las ropa de william mientras murmura otras cosas incomprensibles dirigiendo la vista hacía lo que tiene puesto en el fuego.

"Vaya, no podré poner en práctica mi maquiavélico plan para dar con el que mora en el sótano"-Pensaba mientras veía a Cheng preparar la cena. Debería bajar a la cocina con nocturnidad y alevosía si quería que al despertar diésemos con el morador de las tinieblas.

- Huele que alimenta, no he podido esperar a ver los manjares que nos esperan durante el almuerzo, una lástima que mis conocimientos culinarios no sean tan finos y exquisitos.-Dije lamentándome antes de dar media vuelta camino del comedor.