Partida Rol por web

PNJOTIZADO.

Al ver parar a Arrieta, Ramiro entendió que quería ganar tiempo, empero que era imposible que aguantaran mucho siendo ahora perseguidos por aquella pequeña turba. Enseguida los mercenarios franceses se dirigieron hacia los que huían, pero cinco se quedaron para enfrentarse contra Arrieta y ahora Ramiro, que se quedó a su lado.

¡A por ellos! -uno de los tipos gritaba mientras desenvainaban todos su espada y cargaban contra Ramiro y El Capitán-.

Iniciativas:

Arrieta: -coge la maza y ataca a M1
M5: saca espada y ataca a Arrieta
Ramiro: -coge el bracamante y ataca a M2
M1: saca espada y ataca a Arrieta
M2: saca espada y ataca a Ramiro
M3: saca espada y ataca a Arrieta
M4: saca espada y ataca a Arrieta

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Resumen turno 1:

Arrieta esperó al primero que se acercase. Golpeó terriblemente su maza contra M1, pero sólo le acertó en el brazo diestro:

Daño: 13 (-3 por Cuero con refuerzo)(/2 por brazo): 5 puntos de daño.

Acto seguido M5 cargó contra Arrieta, espada en mano, propinándole un tajazo en el brazo izquierdo:

Daño: 10 (-5 por Coracina) (/2 por brazo): 3 puntos de daño.

Ramiro, por su parte, no se quedó atrás, y tras desenfundar el bracamante, no dudó en utilizarlo contra M2 sin pensárselo dos veces:

Daño: 10 (-3 por Cuerpo con refuerzos)(/2 por pierna): 4 puntos de daño.

Tras ello, fue M1 quien quiso venganza contra el propio Arrieta, e hizo lo propio con su espada, manejándola con limpieza:

Daño: 8 (-5 por Coracina) (/2 por brazo): 2 punto de daño

El mercenario M2, por su parte, se fijó en Ramiro en contraposición, e intentó acabar con él al instante, con un mandoblazo, pero sin éxito. Finalmente, M3 y M4 se empecinaron contra Arrieta, y sendas espadas fueron volando contra él. Una le golpeó el pecho, et la otra, la cabeza:

Daño1: 13 (-5 por Coracina): 8 puntos de daño
Daño2: 13 (-1 por Gorro de Cuero) (x2 en cabeza): 24 puntos de daño.

Aquellos tipos metieron la espada entre las placas de la coracina metálica, llegando bien adentro del suyo pecho; et que luego abrieron la cabeza al susodicho Arrieta, y la sangre de la su sesera esparciose por el aire et la calle delante de aquella taberna...
 

La situación pintaba horrible. Arrieta se habia quedado atrás a darnos algo de tiempo unto a Ramiro, y mientras corria para poner a Viana a salvo, le clavaron una flecha en la pierna. En cuanto se dio cuenta de que así no podria huir, retrocedió para cogerla en brazos y salir corriendo. Y mientras hacia eso vió lo peor. 

Vió como entre cinco de aquellos mercenario apaleaban, atravesaban y desnucaban a Arrieta. No podia hacer nada por él, y mientras veia como caia, le dedicó una plegaria silenciosa a Dios por valiente alma. 

En cuanto tuve asegurada a la mujer eché a correr como alma que lleva el diablo hacia el establo, donde aguardaba mi caballo. Con él podriamos escapar de allí. 

Constantí vió, cuando echó una mirada hacia atrás al oir el repicar de la flecha clavándose en la pierna de Viana, cómo aquellos bandidos franceses masacraban a Arrieta, y luego escuchó los gritos de Capitán Gutiérrez. Aciago destino en tierras francesas; y es que la guerra que estaba viviendo el país no era sino cruenta y terrible, y estos actos reforzaban tal hecho. Metiéndose en el establo, el caballero catalán subió a la mujer sobre su montura, et luego lo hizo él. Mientas arreaba a su caballo, rezó por aquellos dos desdichados, empero que seguramente su alma húbose de extraviar quién sabe si a los mismos Cielos o al Infierno.

Raudos, cabalgásteis fuera de Nantes instintivamente hacia el sur, por el camino principal hacia Burdeos. Quizá en estando cada vez más cerca de Aragón o Castilla, las cosas habrían de ir mejor.