Tras despedirse de Kelmecha, los aventureros se fueron directos a El Cuervo Herido, donde, después tomar unas jarras de cerveza reconfortante. pagaron por adelantado el precio de la habitación y subieron a las mismas. La tarde no había sido precisamente tranquila y dejarse ver por la posada no parecía la mejor opción. Alysia estaba herida y necesitaba descansar para sanar su heridas. Además, debía encontrar un momento de sosiego para rezar a su dios. En cuanto al resto, tenían la cabeza llena de información que debían asimilar: la famosa llave, Pegrin y el tráfico de objetos de origen élfico, el bardo y sus conocimientos, Kelmecha (gran conocedor de la geografía de Pashin).... El día siguiente sería largo y debían estar descansados. Antes de irse a dormir quedaron en verse a la mañana siguiente, sobre las once, a fin de tomar un bocado y ver que les deparaba el día.