Partida Rol por web

Temblaba, pero no de frío o no únicamente de él. Temblada de rabia sabía perfectamente lo que aquel malnacido hijo de mil perras deformes del Caos estaba haciendo, prolongar su estancia en la puerta para demostrar que era él el que mandaba. Pero él era Marco de Astarloa, se había criado en las calles de Magritta entre salteadores, bandoleros, forajidos y valentones de toda clase. De donde él venía una palabra más alta que otra era sinónimo de que los aceros volaran. Sin embargo no estaba en su tierra, aquellos infames fornica gallinas no eran de su tierra, no sabían sus costumbres y además iba en misión de un conde elector. No podía permitirse esas bajezas.

No obstante unas palabras cambiaron todo, un tintineo de mofa o burla fue lo que percibió el estaliano cuando aquel guardia dijo aquello de "¿no tenéis prisa?" No estaba en su hogar, aquellas gente no seguía sus costumbres, pero él si seguía siendo el mismo. El duelista avanzó dejando la puerta tras de sí y dijo - Te agradezco sujetapuertas que hayas obedecido mis órdenes y ahora me lleves ante tus superiores a tratar asuntos que se te escapan. Tan agradecido estoy que seguro que mañana puedo encontrar un momento y lugar adecuado para demostrar mi agradecimiento, tras resolver los asuntos de mayor importancia. Voto a bríos que así será. - tras eso escupió a los pies del llamado Otton y esperó a que les condujeran ante la persona con la que debían hablar.

Han trataba de mantenerse tranquilo frente a la puerta mientras esperaba a que aquel tipo volviera . Sin duda les hizo esperar un buen rato , tanto que Marco comenzó a ponerse nervioso . 

Cuando por fin apareció , lo hizo con prepotencia y con varios guardias armados . Ante la vista de los guardias una gran sonrisa apareció en su rostro . 

Tal como te decía Marco . 

Le dijo sin ningún tapujo a su compañero claramente refiriendose que claramente les tenían miedo . Han tomó la delantera y con pose digno tomó paso rápido para seguir al sujeta puertas . 

Menuda suerte que tienes , si no te patean el culo hasta que le duela a tus nietos podrás ver a mi acompañarte enseñaros algo interesante . 

Se burló de aquel tipo tras el comentario de su compañero que posiblemente el norteño no haya pillado como una de esas costumbres sureñas que Marco le había comentado y que tan semejantes a combates personales en batalla eran . 

El tipo puso cara de hielo, que es el rostro que el frío usa cuando algo lo perturba. Hizo una señal a sus hombres y todos se dirigieron, por el camino que se abría paralelo a la muralla, hasta otra puerta no mucho más lejos, hacia el oeste primero y luego hacia el norte. Una vez allí, se detuvo la compañía al lado de un robusto edificio de guardia, una especie de fuerte levantado a base de reforzar una construcción anterior y pegarla, con muros, a la muralla. 

El sargento hizo que abrieran la gruesa puerta y escupió al suelo, a su vez. Dijo, sin guardarse el tono ni el volumen:

-Sabréis dónde encontrarme, seguro, si os es necesario decirme algo. Hablaremos cuando queráis.