Aquel lugar llevaba mucho tiempo maldito. Los bardos no paraban de lanzar posibles teorías de a qué podría deberse, pero al fin había llegado el momento de que alguien averiguara lo que había pasado en realidad, de que al fin alguien fuera capaz de deshacer aquella terrible maldición.
Nadie sabía si por aquel lugar pasaba el tiempo. Nadie había permanecido el tiempo suficiente observándolo para saber que una vez entrado en aquel lugar, uno se quedaba atrapado en lo más hondo de aquel abismo y que salir no era tan fácil como dar el paso para entrar.
Tampoco había muchos valientes que se acercaran al linde de aquellas tierras, pues la piel se te ponía de gallina y parecía que algo te observaba desde allí dentro, recordándote que no se te había perdido nada allí y haciéndole dar la vuelta hasta el más valiente.
Los bardos también hablaban de aquel lugar. Decían que por las noches se podían escuchar gritos desgarradores, provenientes de las almas de las personas que allí habían entrado, pero a decir verdad, nadie había tenido el valor suficiente de acercarse cuando el sol se había puesto desde hacía bastante tiempo.
El señor de aquellas tierras, cansado de aquella maldición o de lo que fuera que hubiera allí, había tomado ya una decisión y así se lo hizo saber a todo el mundo, mandando emisarios a todas las aldeas cercanas, para que los pregoneros repitieran su mensaje durante varios días.
En el mensaje en cuestión se hacía un llamamiento a las personas valientes que quisieran ganas mucho oro, a aquellos valientes que no dejaban que el miedo les paralizaba. Se necesitaban grupos de cuatro personas, para cubrir cada una de las entradas a las entrañas de aquella tierra. Para aquellos que consiguieran salir con vida, les esperaba tanto oro que podrían llenar un barril con él y para los demás… seguramente lo que les esperara era algo peor que la muerte.
Nadie sabía exactamente lo que podría encontrar en ese lugar, pero la recompensa era demasiado suculenta incluso para aquellos que habían escuchado historias espantosas sobre ese lugar y eso que la mayoría habían sido inventadas por gente que ni lo había visto de lejos.
Partida de ritmo medio, siendo importantísimo mantener el ritmo, es decir postear cada dos o tres días, o al personaje en cuestión se le augura una muerte atroz sin excusa alguna que valga.
El sistema será D&D 3.0. y los personajes serán de nivel 4. Estando disponibles solamente las clases y razas básicas. ( Esto antes de que me aparezca un kobold bardo ). El equipo será para todos el mismo inicialmente ( todos los guerreros lo mismo, los magos lo mismo… ), aunque lo que encontréis en vuestro camino puede ser tranquilamente diferente.
Funcionamiento: Se hará grupos de 4 personas cada uno, por el momento sin límite de plazas, ya que será el mismo recorrido se entre por la puerta que se entre. El vencedor, será aquel grupo que más px obtenga.
Modo de ganar px: Superando las pruebas, combates y demás por un lado y el roleo por el otro. Postear una línea y hacer una tirada para ver si aciertas en el monstruo no es rolear.
Cuando un grupo termine, para ellos terminará el juego, aunque los integrantes del grupo en cuestión que hayan sobrevivido deberán esperar a que todos los grupos acaben.
Es una partida corta, así que no debería durar demasiado.
Sobre los grupos:
Sólo habrá un personaje de cada clase por grupo. Así que iré poniendo las clases de los personajes que me lleguen para que todo el mundo sepa de lo que más abunda. Haré los grupos según crea conveniente.
Fecha de comienzo de la partida: Finales de abril, principios de mayo.
Plazo para mandar los personajes: Hasta el 28 de abril.