Regresó a la habitación pero se dejó la puerta abierta. La preocupación disimulada, lo mismo que la incertidumbre. Limitada como estaba de compartir la información que poseía, por poca que ésta fuera, se veía obligada a callar y ya no sólo por el riesgo de ser tildada como una orate sino también por el propio secretismo de la sociedad a la que pertenecía.
Rebuscó entre los libros y apuntes que poseía con el fin de recabar el máximo de información posible, a la par que necesaria, para hacer frente a la amenaza que los acechaba. No consiguió mucho, no tanto como le habría gustado. Básicamente sabía, o podía saber cómo reconocerle, o qué cosas podrían hacerle sospechar de tal o cual persona, pero nada encontró que mencionase cómo detenerle y, como era de esperar, lo que antes no eran más que sospechas se había convertido en una certeza: las respuestas estaban en lo rollos sustraídos.
Pese a estar en la habitación, y apartada ya de la puerta de Seward, consiguió oír parte de la conversación entre Elizabeth y el policía. Meneó la cabeza, esa jovencita se iría a su habitación y se quedaría sola en ella, poniendo su vida en un peligro aún mayor del que ya estaba, pero no tenía forma de impedirlo, lo único que podía hacer era permanecer alerta.
Abandonó su habitación y fue al encuentro de Leif y Vivian. Lo cierto es que mientras avanzaba por el pasillo pensaba en hablar con Elizabeth, barajando la posibilidad de hacerla partícipe de lo revelado a Vivian, sin embargo el modo de conducirse de ella, así como algunas de reacciones (infantiles o faltas de caracter) la hicieron recular. Lo cierto es que no estaba convencida de que la joven pudiera ser un aporte y hasta no estar segura de lo contrario, prefería guardar silencio.
-Nadie va a ir a detener a esos dos, que pasa si se encuentran con el asesino y salen heridos?.- Se preguntaba por que al detective no le importaba que sus testigos corran peligro.Sin embargo aparentemente tenia que volver a su habitacion, asi que no hizo mas preguntas y se dirigio a esta tranquilamente -Espero que el cochero este bien, buenas noches.-
- Buenas noches -dijo Elizabeth aludiendo a los presentes mientras volvía a su habitación. Pese a la exaltación que le habían producido los acontecimientos, estaba muy cansada por el viaje. Deseaba tener un sueño tranquilo, aunque lo dudaba.
-Tiene usted razón, sospechoso si que es- dijo el profesor- hagamos lo que usted dice, reunámonos y organicemos la manera de identificar a la criatura, vigilar al asistente y pedir ayudar al SAVE- concluyó decidido y comenzó la vuelta a las habitaciones.
Pasó una hora más antes de que las cosas volviesen a calmarse. El detective Barlow habló poco y se dirigió sobre todo a los policías de Scotland Yard.
Puso a Manbey en el cuarto de Seward, haciendo guardia en la puerta y a Lowell en el cuarto del cochero para que vigilase su estado inestable y avisase al Dr. Moore en cuanto sospechase de cualquier peligro para su salud, siguiendo las instrucciones del galeno.
Se cerraron puertas y ventanas y se pidió a los invitados que no abandonasen el lugar. Al día siguiente por lo visto el detective tenía intención de registrar concienzudamente el cuarto de Seward e interrogar al cochero si es que éste estaba en condiciones de hablar.
Si quereis realizar " actividades nocturnas " como reuniros y poner cosas en común hacedlo en el capitulo " de noche y con miedo "
Dejo este hilo abierto para que podáis durante unos días postear un colofón a esta escena, aunque creo que ha quedado todo bastante claro ( o liado según se crea )