Partida Rol por web

- Totalmente de acuerdo, Helen. Totalmente de acuerdo - dije con una sonrisa. Y luego mire a nuestro acompañante- Vas a salir con nosotros. Y vamos a tener una charla. Conocemos a ese del que tienes tanto miedo. Y te tengo por lo suficientemente listo como para que sepas lo que significa eso. Ni se te ocurra hacer una estupidez. Porque sería la última

Si no se opone, salgo con el tipo, dejandolo entre Helen y yo

Anton se aerca al individuo y entrediente le dice un nombre - Saacha - y seguidamente espera la reacción de este.

El chavalote, bastante acojonado por el poderío físico y verbal de Alberto, comienza a caminar mientras veis como una lagrimilla le cae por la comisura de los ojos, sus manos tiemblan considerablemente, cualquiera que lo vea va a pensar que le han metido speed en la bebida.

Os alejais un poco hacia la calle y en la entrada, que esta insonorizada de la sala principal no hay nadie, en parte tambien porque ya no dejan entrar a nadie más. Ahora mismo estais solo con el joven que le falta muy poco para orinarse los pantalones.

El hombre aparta a la mujer de manera brusca.

- ¿A Sascha? ¿Que quereis ver a Sascha? ¿Que habeis echo?

Miro para comprobar si hay algun sistema de video. No tengo ganas de llamar la atención mas de lo imprescindible

Hay una cámara de seguridad que enfoca únicamente a la puerta, dejando en punto muerto todo lo que no sea la puerta, hay sitio de sobra.

- Me dijiste que sabrias decirme quien es o una descripción, yo he cumplido con la parte del trato te he dicho su nombre ahora cumple el tuyo y dime donde puedo encontrarla y una descripción - dice Anton al individuo bastante directo y serio.

Los alli presentes se empiezan a reir a carcajada limpia, a lo que vuestro amigo se levanta y os hace un gesto para que lo sigais.

No os espera, el comienza a caminar hacia la parte de abajo de la discoteca.

Anton sigue al individuo hasta la parte de abajo de la discoteca y hace una señal a Alberto y Helen para que les siga. Había algo que no le terminaba de cuadrar.

- Bien, ya hemos perdido bastante el tiempo. No nos sobran las horas para tonterias, asi que vete hablando o tendrás problemas. Mi compañero te ha hecho una pregunta muy concreta.... Seguro que quieres reconsiderar tu respuesta.

Le hablo en tono suave, casi en susurro, cerca de su oido, y deslizo un dedo por su cuello.

- Por favor, no me obligueis a deciros nada,me mataran si os digo lo que sea. - El tio esta llorando del miedo y esta agarrando a Alberto de la pechera aunque sin fuerza, en cuanto se percata de que le ha arrugado un poco el traje lo suelta e intenta alisarselo torpemente.- Por favor.

- Bueno... ya estás muerto... Morirás si lo dices, y si no lo dices. Tú decides, muerte rápida de nuestra mano, o lenta de la de quién tratas de proteger. Empieza a hablar, y suelta a mi compañero. Me gusta cómo le queda el traje.

- Lo único que se [sollozos] es que trata con LaVey todas las noches en la catedral. Y la entrada esta prohibida.- Y al decir eso abre aun más los ojos y de un bocado se corta la lengua con los dientes, saliendo corriendo de la discoteca a la calle, tapandose la boca con las manos. La lengua en el suelo es como un pez fuera del agua, parece que este coleteando y todo. Es tan apetecible.