-¡Me cago en la puta de oros! -Una voz sacó al hispanojaponés de su ensimismamiento.
Unos metros allí se encontraba estacionada la ambulancia se veía a lo que parecía un celador maldiciendo dando patadas a una de las ruedas del vehículo. Éste se encontraba manchado por unos cuantos rollos de papel higiénico, otros tantos estaban en el suelo acumulándose, previsiblemente habrían acompañado a los primeros... Parecía que el botellón de inicio del curso empezaba fuerte ese año.
-¡Vamos Charlie! Acaba de llamar central, tenemos heridos graves abajo y no sabemos nada de Raúl. La policía está en camino pero tenemos que ayudarle.
Tras el vehículo salió un segundo hombre algo más obeso que el primero cargando con la camilla. Ambos parecían apurados.
A la policía aún le quedaría unos minutos...
Luis Ramón llegó corriendo, medio poniéndose malamente un guante de látex.
-¡Pasa que todo el mundo fuera de ahí! ¡QUIERO A TODO EL MUNDO FUERA DE AHÍ!
Gritó con autoridad, para que todos salieran del sitio. Entendía los reparos... no podía dejar de entenderlos... pero si lo que Luis Carlos decía era verdad no podían permanecer ahí dentro ni ponerse a sujetarlos como habían hecho con Segrellos.
-Hemos tenido que sujetar a Segrellos. Está como rabioso terminal. No responde a nada, y ha... ha... ¡Dios! -explicó, haciendo gestos para que salieran de allí, mientras explicaba rápido- Veníamos para hacer lo mismo, pero... si está pasando ya... -sacudió la cabeza.
Los miró.
-Tenemos que encerrarlos ahí. ¡No podemos dejar que muerdan a nadie! Esto ya no es cosa nuestra, hay que llamar a Control de Enfermedades. ¡Al ejército si hace falta! -hizo gestos con las manos- Esto es enorme, y no voy a permitir que vuelva a pasar lo de ahí dentro. ¡Así que que alguien me ayude a cerrar aquí y vámonos ya, todos!
Motivo: Convencer de la necesidad
Tirada: 3
Resultado: 3+0+10 = 13
Éxito
¡Doctor Martín! Corrige el tío mientras sale por patas con su nuevo amigo, Luis Carlos. Ni se para a escuchar lo que Luis Ramón dice, pero podemos estar seguros en que está de acuerdo con él.
La voz de un hombre hace que Enrique regrese a la realidad. Rápidamente se aproxima a la ambulancia y ve a dos hombres alli diciendo que van a entrar. - Disculpar, pero creo que es mejor esperar a que llegue la policía Enrique traga saliva. La cosa se puso fea ahí abajo.....
Vuestro compañero esta con mas gente, incluso hay personal de seguridad. Así que es mejor que espereis a que llegue la policía. Enrique les intentahablar con un tono de voz tranquilo para que los hombres no se pongan nerviosos. -Yo soy quien llamo a emergencias y dijeron que no entrara nadie hasta que llegara la policia.