Partida Rol por web

Tendí mi mano para presentarme. Encantada yo soy... guardé silencio, aquel hombre parecía que no iba a parar de hablar... y no me equivocaba. Después de contarme lo grandioso que es y relatarme toda su tesis, la cual a parte de no importarme nada en absoluto, tampoco entendí... tampoco me dejó hablar.

Acto seguido me indicó mi puesto en la universidad... ¿velar por la seguridad de todo el personal universitario y estudiantil? Pero... este ha leído mi curriculum o sólo ha mirado la foto?? Observé la caja que me señalaba. Investigación privada? Ja! Seguro que es donde guarda las viagras...

El decano saca de pronto una placa, una defensa y un revolver. Joder, esto va enserio!! ¿Vigilante de la Universidad?? pregunté sorprendida... ¿Así, sin más?..... ¿y.. mi uniforme?.. Mi taquilla?? El vestuario??.. Las preguntas se iban agolpando en mi cabeza mientras miraba el equipo que había dejado el hombre en la mesa.

De repente se encontró en el suelo y con todos los materiales de limpieza desparamados por el suelo. Sólo podía pensar en un cosa. Tengo que limpiar. Se levantó rechazando la ayuda del hombre que había chocado con él y sin mirarlo con la barbilla pegada al pecho y la mirada en el suelo.mientras se balanceaba de derecha a izquierda.

No me toques, no me gusta que me toquen. De inmediato cogió la bayeta húmeda con laa que quitaba el polvo y empezó a frotar la camisa del señor Navarro. Está sucia, tengo que limpiarla 

Paró la mano del limpiador apartándola antes de que le jodiese el día. Más.

-¡Suelta!

Jesús. Sólo podía pensar en eso mientras salía de allí para poder volver a correr en cuanto estuviera fuera del alcance del autista aquel y poder llegar a tiempo; teniendo en cuenta que iba a necesitar prepararse la camisa nueva y ver qué podía hacer con lo que tenía en general, su margen iba a ser justo.

"Me cago en!!!"

Dios. Putos limpiadores discapacitados. Un día como aquel podía estar a un paso de convertirle a uno en un furibundo derechista. Casi podía entenderlo: ¡descargarse con todo el mundo apetecía taaaaanto!

-¡Y tiene turno en el proyecto en el descargo de la una y media! -dijo antes de largarse otra vez, esta vez andando pero a buen paso.

Ni siguiera lo miró. Cuando le ordenó que lo soltará se dio la vuelta y buscó su fregona. Había un charco en el pasillo y eso no estaba bien. Era su trabajo por lo que se puso a secarlo.

Luego le limpiaré la camisa no sabía si le había escuchado o no porque como todo el mundo en aquel lugar se fue con prisas. Hay que hacer las cosas despacio. Despacio salen mejor. 

Allí se quedó limpiando el estropicio resultante de las prisas de aquel hombre. Se puso a cantar mientras fregaba

I want to break free
I want to break free
I want to break free from your lies
You're so self satisfied I don't need you
I've got to break free
God knows, God knows I want to break free

Mientras Enrique preparaba las imágenes que quería exponer mas tarde, alguien llama a la puerta. El joven profesor levanta su cabeza y mira en dirección a la puerta donde ve a su compañero Miguel. 

-Claro.- Enrique se pone en pie y va hacia la puerta donde se encuentra el investigador. Al llegar a su lado le sonríe. -¿Que pasara?- Piensa mientras se gira para mirar a sus alumnos.

- ¿Estamos a lo que estamos? Cuando entre quiero que lo tengáis todo listo.

Dicho esto Enrique sale al pasillo junto a su compañero y sonriente le hace un gesto con sus manos haciendo entender que no tiene que preocuparse por interrumpir la clase. -Tranquilo, no te preocupes a estas horas están mas pendientes de que van a tomar esta noche por ahí que en lo que tienen que hacer.- Enrique se fija en como se mueve, en sus nervios. - ¿Pasa algo? Pregunta preocupado y en ese momento recibe un folio con una noticia imprimida en el.

Tras leerlo, Miguel le expone la idea que ha tenido y Enrique escucha con atención. Al terminar de hablar, guarda silencio unos segundos mientras que su cabeza va a cien por hora. 

- Si tengo unos alumnos del ultimo año que expusieron un buen trabajo en ese campo, pero aun tendríamos que trabajar en el para darle forma..... Guarda silencio esta vez unos minutos. Enrique mira a Miguel a los ojos mientras que con los dedos de su mano izquierda sujeta sus labios. Su mirada esta perdida, miles de ideas pasan por su mente mientras intenta averiguar cual es la mejor. 

Al final la mirada de Enrique vuelve a ser como antes y una gran sonrisa aparece en su cara. Tenemos que reunirnos y hablar mas tranquilamente, revisar los trabajos y ver como podríamos hacerlo. Pero es una gran idea y aunque no sea tan vistoso como tu dices, creo que podría resultar. Enrique mira hacia los lados para comprobar que no hay nadie cerca. - Cuando quieras podríamos reunirnos en tu despacho o el mío para mirar ambos trabajos y una vez tengamos mas o menos claro si es viable como creo que si que podría ser, entonces ya se lo comentamos a nuestros alumnos. 

Escucho las palabras de Enrique con atención asistiendo a la sugerencia de la reunión.

-Me parece perfecto Enrique, cuanto antes empecemos mejor-me detengo un momento pensativo y prosigo-mira, si no tienes inconveniente, mañana mismo después de las clases nos vemos en mi despacho, si esta investigación sale adelante sería un adelanto científico extraordinario-le digo con una amplia sonrisa.

Los hechos empezaron un día como cualquier otro, con decisiones inofensivas, decisiones tomadas al azar como se podría haber tomado cualquier otra. Acciones como el ir al baño al salir de clase o justo al entrar en la siguiente clase, el tipo de decisiones sin consecuencias aparentes pero que pueden hacer que te cruces con el amor de tu vida, o no...

El efecto mariposa empezaba a recorrer sus primeros pasos, tímidos aleteos apenas imperceptibles para el ser humano, pequeñas discrepancias en la rutinaria vida de la Universidad Complutense de Madrid que degenerarían en huracanes al otro lado del mundo.

El decano siguió en su despacho sumido en sus reflexiones, vanagloriándose de sus propios éxitos al tiempo que reclutaba a una nueva vigilante de seguridad. Había tramitado todas las licencias y permisos convenciéndose de equipándola con un arma disuadiría cualquier acto de vandalismo protegiendo así las maltrechas arcas de la universidad.

Una pareja de Doctores decidió dar un paso adelante en la investigación oncológica a fin de erradicar el cáncer de la especie humana, ¿era por altruismo?, ¿buscaban el nobel de la ciencia?, ¿o la avaricia les haría vender la patente? Nadie conocía las motivaciones que serían el germen de aquella colaboración… Tal vez conocerán sus frutos.

El becario consiguió llegar con unos pocos minutos de retraso al laboratorio. Su inusual aspecto: con una camisa arrugada en la cual iban asomando manchas de sudor a juego con la frente, la cual se encontraba totalmente perlada; relataba una odisea que sólo el conocería. A él le correspondieron las labores de coordinación entre los dos departamentos de la facultad, un trabajo de gran responsabilidad, aprendería mucho de ello y daría caché a su currículum… Eso le dijeron.

Ajeno a todos estos acontecimientos se encontraba Santana, por alguna razón nadie quería aprenderse su nombre. ¿Sería porque con él no iban las grandes decisiones?, sin ser consciente de ello, cada día las tomaba provocando leves aleteos. Santana limpiaba, limpiaba y canturreaba.