Todo el mundo cena en silencio. Normal, no dejamos de ser un grupo de desconocidos en medio de una situación tensa en la que las acusaciones han ido de un lado para otro. Parece que la doctora Oliva se ha reservado el diagnóstico, quizá sea una cantamañanas haciéndose la interesante con un falso título.
Pues no seré yo quien intente animar la cosa. Cada vez que he abierto la boca, se me han echado encima. Anda y que les entretenga su madre.
Me dedico a cenar en silencio, cruzando las palabras justas con quienes tengo a los lados y enfrente.
- En fin, cariño -dice Lord Grey, mirando a Lady Brown con ojitos de cordero degollado, tras haber cenado-. Creo que deberíamos retirarnos a nuestra habitación, ¿no te parece? Mañana seguro que vemos todo de otra forma. Caballeros, señoras, señoritas, buenas noches.
Cenado a lado de mi querida madre, y del reverendo y de la señorita peach, y cerca del señor Azur, veo que todo el mundo cena en silencio y si hablan son palabras justa ya que ante hubo una gran tensión en la sala por culpa de el señor Gold , le miro y veo que come en silencio y solo habla palabra justa como los demás , mientras que mi madre me dice, come bien como una señorita hija mía, el reverendo y yo cuando nos miramos sonreímos, cogí una copa de agua y seguí cenado como los demás, no vi nada mas raro... pero cada vez que echaba la vista hacia la zona donde estaba el muerto me daban escalofrió.
- Les ruego que me disculpen pero no tengo apenas apetito tras el horrible espectáculo que hemos visto. Todavía me pregunto como ha fallecido nuestro anfitrión... - dice mr navy mientras se bebe un vaso de agua y mira su cena con un gesto de repulsión.
La señorita Peach no ceno demasiado , ya que su estomago no estaba como para cenar .
Gracias yo solo tomare algo ligero , es que ayer no pase una buena noche , me sento mal algo .
Despues se retira a su dormitorio a ver si conciliando el sueño es capaz de mejorar algo su malestar .
- Sí. será lo mejor... - contesta.
Había pasado toda la cena en silencio, mirando fijamente el plato, así que volver a la habitación era la única idea que le atraía en ese momento
despues de sentarme en mi sitio, veo que el ambiente es una mezcla de sentimientos insoportable asi que me voy a la cama sin cruzar palabra con nadie
buenas noches, a mi el apetito tambien me ha desaparecido, me voy a lacama
y me encamino a las escaleras detras de los demas
*Me siento, y empiezo a vendecir por los alimentos que vamos a tomar, y cuando termine en silecion, voy comiendo, aunque en cuando en cuando, mira a la Preciosa Mss. Scarlett, y le sonrie y luego vuelve a comer, asin durante toda la comida...
¡VENDECIR! ¡ASIN! ¡EMPEZAR HABLANDO EN PRIMERA PERSONA Y TERMINAR EN TERCERA!
El coronel, que había soportado cuarenta días los rigores de la tortura supremamente-dolorosa-y-vergonzante de los rebeldes bengalíes, y que durante meses se había alimentado exclusivamente de lagarto hervido (de UN solo lagarto hervido, en realidad), no era precisamente un hombre exigente en lo que a comida se refería.
Pero no podía soportar que la sopa estaba fría. Eso le ponía furibundo.
Con cierta dignidad se levantó de la mesa, dio las buenas noches a los presentes y se dirigió a su habitación, para tratar de olvidar ese odioso y gélido caldo.
Uno a uno o por parejas los comensales se fueron yendo a sus habitaciones. Poco a poco las luces de la casa se fueron apagando y todo se quedó en silencio. En silencio excepto por lo aullidos de los lobos, que campaban a sus anchas en el exterior de la casa.
Estando ya en mi habitacion, me quito la gorra y me tumbo en la cama a ver a nieve caer y a escuchar el aullar a los lobos, dentro de la casa se está bien, y en la habitación hay un apequeña chimenea que da calor y una tono de luz a la habitación
"Una buegna cena en una mansión con ung misteguio, la gente en la cegna estaga muy gallada, no piensan es egsto como algo sogpregndente
Pog ota pagte, el cenag en silensió no ha egstado mal paga aclagar nuegtros pensamientos, y esa grema de champiniones egstaba exquisita, un gutso paga el pagadar"
Me giro mirando hacia la ventana y empiezo a adormilarme poco a poco, con la nieve caer.