La voz estaba soltando un montón de información de golpe que había que escuchar con atención. No era de recibo volver a preguntar algo que ya se había explicado una vez, así que Farah se concentró en todo aquello. Incluso cuando se mencionó Roanoke, ese mítico lugar que parecía desaparecido en el tiempo, logró mantener toda su atención en las palabras que salían de boca del gorg.
Estaba claro que está misión que parecía a priori algo más rutinaria y sencilla para nuevos agentes, se había vuelto mucho más interesante y peligrosa...
- Ha dicho que actuarán durante la kontratazioa. Pero eso solo nos dice el cuando.
- ¡Muy bien misteriosa y poderosa consejera, me ha quedado un poco más claro el tipo de ventaja que les podría ofrecer el apoyo y aportación de un brujo renegado a los rebeldes! ¡Tal vez solo nos falta saber más acerca de ese brujo para entender el porqué, cómo podría y hasta qué punto ayudaría a los rebeldes a generar caos como ha pedido antes Euphemius - El capitán asiente tras escucbar con atención la respuesta de la consejera desde el rostro del gorg, al que le sonríe con cierta galantería como si se tratara de la misma consejera y al final, tras nombrarlo le sonríe un momento al Mentalista de Beltzashuria, mientras que le levanta el pulgar para demostrarle su apoyo, aunque realmnete no lo conoce ni sabe que tan genuino o exagerado es su arrepentimiento por el retraso
- Por otro supongo que Pluma de Quiscalus, del que también me gustaría tener un informe para saber todo lo relacionado con nuestro aliado durante nuestra misión, debe tener pistas del refugio temporal del hechicero en esa mítica ciudad de Roanoke o de la probable ubicación de los rebeldes que se preparan para conseguirle al traidor lo que sea que necesite para su misión de sabotaje y terrorismo, lo que tal vez respondería la duda lógica de nuestra estimada Farah Ghazali - Mira de reojo, cruzando miradas con el Gorg y con la bella e inteligente aristócrata Ignis, mientras que coincide con Euphemius en cuanto a la necesidad de dividir las acciones entre el hechicero y los rebeldes debido al poco tiempo que les queda, pero si no consiguen pronto información y/o resultados pronto en uno de esos 2 lugares, todos deberían localizarse en la ciudad de donde se organiza la kontratazioa para protegerla, al final se gira de nuevo hacia el Gorg para tratar de convencer a la consejera de que relaje el celo de su privacidad entre un grupo camaradas confiables con lñas siguientes palabras
- Ojalá más adelante podamos conseguir su confianza y beneplácito para conocer su identidad y disfrutar su presencia entre nosotros bella consejera -
Más explicaciones, está vez detalladas, y el siempre galanteo de los magos a la poderosa voz sacándole información.
Althea agradeció en silencio que alguien más versado en esas cuestiones fuera quien tomara la dirección, ella misma aunque siendo parlanchina y amistosa no le apetecía involucrarse directamente pues su cabeza, sumida en profundas cavilaciones, se enfocó en algo que la poderosa voz había mencionado y hasta el momento nadie había cuestionado.
Sus ojos viajaron hasta su compañera de las verdes tierras de Ohiana, Liria, enarcando una ceja inquisitiva. La mención del avituallamiento de ingredientes y más que todo proporcionados por allegados al acusado le dejaba mal sabor en la boca.
-¿Has oído algo sobre suministros perdidos o yacimientos que no produzcan lo habitual?
Le preguntó directamente a su paisana aunque lo suficientemente alto para ser escuchada por otros.
Las zonas de producción habituales en lo profundo de las selvas generalmente estaban al cuidado de los guardias forestales y patrullas constantes; claro que podíamos estar frente a un cultivo ilegal o en el peor de los casos, Althea no quería ni suponerlo, ¡corrupción entre las líneas de alquimistas recolectores o los gorgs al servicio de estos!
-Sus seguidores y colaboradores lo protegerán y será difícil acceder a S'hagin.
Musitó pensativa, convencida que aunque detuvieran los atentados no significaba que pudieran apresar al sospechoso en cuestión.
-¿Se ha pensado en algún acercamiento clandestino al grupo de acusados excelencia?
Las educadas disculpas por parte de Euphemius fueron recibidas con un suave sentimiento por parte de la marioneta. ¿Acaso el respeto a la autoridad y las leyes que el Consejo imponía no era lo que los diferenciaba de los salvajes? No se esperaba menos de esos nobles, como tampoco cabía espacio para el fracaso en su tarea.
La solicitud de información se sucedió, centrándose en esta ocasión en el mago renegado.
- Poco se puede decir al respecto si ha decidido cambiar su aspecto. Como bien sabéis, la magia de la mente y la carne permite esas tretas. De mostrarse tal y como es no tendréis dificultad en reconocerlo pues tantos años de experimentos con la alquimia pasan factura y se rumorea que es incapaz de desprenderse u ocultar sus ojos rojos, de pupila vertical como la de una serpiente. Seguramente porte consigo un cinto lleno de brebajes o incluso una antorcha para tener siempre listo un fuego para sus conjuros.
Enfrentarse a un maestro del elemento ígneo era bastante peligroso y caótico. En un instante el grupo podía verse en mitad de un incendio imposible de apagar por medios mundanos.
- Tanto la localización precisa de los Rebeldes, como el modo de enfrentarse a ellos queda a vuestro criterio. - Añadió con cierto desdén por los pormenores de la misión. Mientras la cumpliesen, poco le importaban sus métodos. - Tenéis a vuestra disposición mi leal gorg. Eidan tiene experiencia colaborando con otros Agentes, os puede ser útil.
Hubo una pausa, como si los pensamientos del sirviente se hicieran audibles para la consejera quien ladeó un poco la cabeza prestándoles atención.
- En cuanto al futuro Capitán, no adelantemos acontecimientos. Solo tengan por seguro que esta es una excelente manera de demostrar su valía y congraciarse con el Consejo. Le doy mi palabra que sus esfuerzos serán justamente recompensados.
De nuevo, había algo en ese tono de voz duplicado que a pesar de la amabilidad y casi dulzura de las palabras, sonaba a amenaza.
- El resto queda en sus competentes manos. ¡Larga vida al Consejo!
Exclamó a modo de despedida, sin más. Ni siquiera les deseó suerte porque no dependían de ella para tener éxito sino que estaban predestinados a salir victoriosos, ¿verdad? Así es como funcionaba su mundo.
Poco a poco, esa presencia se disipó cual niebla matutina, dejando de nuevo el control del cuerpo de Eidan a su legítimo dueño.
- Ejemmm coff! Siempre es un placer, supongo.
Se acarició la garganta molesto.
Dragomir se sorprendió al ver un retrasado Euphemius, generalmente esa posición solía ser la suya, por lo que el reencuentro con aquel viejo conocido, o amigo, del pasado hizo que le causara una sonrisa divertida.
—¿Tú crees? No lo creo —repuso con acidez y asintió a modo de saludo, esa vida que mencionaba los había llevado por caminos muy distintos.
La conversación no se prolongó, pues la Voz del Consejo siguió exponiendo su misión. Dragomir puso cara de circunstancias acerca de los crímenes y la sentencia, él no iba a torturar a ningún reo, no era ningún sádico de mierda. No replicó, incluso él sabía cuando era el momento para según qué cosas. Se limitó a escuchar, intentar sacar una potencial línea de acción con las pistas que tenían. Eran bastante significativas, sentía demasiado arrogantes a los rebeldes como para señalar directamente a su objetivo. Demasiado seguros de si mismos, por mucha alquimia que tuvieran.. seguían enfrentándose a toda una Magocracia que los quería muertos, torturados y fulminados.
Siguió la corriente de pensamiento expuestas por el resto de sus compañeros, entendió que se dirigían a la misteriosa Roanake, lo cual le sorprendió aun más sabiéndose de la leyenda que estaba vinculada a ella. También el momento en el que pretendían realizar el atentado.
—Todo esto es muy raro.. o están verdaderamente locos.. o el tal S'hagin solo era la punta del iceberg de los aliados con los que contaban los rebeldes —musitó a Liska, el zorrillo ártico movió la cabeza con un mirada de circunstancias.
La exposición terminó, Dragomir se unió con poco entusiasmo a su viva al Consejo centrándose en sus compañeros. Guardó silencio un rato hasta que se decidió a hablar.
—¿A alguien más le parece esto muy conveniente o, digo más, raro? —expresó el elurtuano —. Es decir.. decir a quién, dónde y cuándo atacarás es como de chalado de verdad o que nos vamos a llevar una sorpresa sumamente desagradable que ni el Consejo espera —miró alternativamente a unas y otros —. ¿Cuándo será la siguiente kontratazioa exactamente? Ir directo a la boca del lobo sin más pistas es.. —no le gustaba eso, Dragomir prefería tomar vías más sutiles —.. pero supongo que no disponemos de tiempo para ir a Verdonia y seguir la línea de suministro hasta dar con los rebeldes, ¿verdad?
El noble estaba pendiente de los gestos y tonos de la mujer y pudo percibir un sutil cambio favorable que le sacó un enorme peso de encima. La vocera del Consejo les aclaró todas las inquietudes y luego abandonó el cuerpo del hombre que poseía. Euphemius se sintió incómodo ante el espectáculo, no era algo saludable
- No crees que me de gusto volver a verte? - pregunta al otro joven de Beltzashuria y sonrie sin malicia al decir la frase. Puede que sus caminos fuesen opuestos, incluso que cada fuese una expresión cabal de aquello en lo que no querían convertirse, pero nadie los obligaba a ser iguales y Euphemius conservaba aún buenos recuerdos de su niñez, los cuales ganaban cierto protagonismo tras tanto tiempo sin verse.
Luego responde la inquietud que se planteo - Disponemos de cinco días y tenemos libertad de ir a dónde queramos en esta fortaleza flotante que parece ser el modo más rápido y seguro de viajar. Así que podemos ir a todos esos sitios y encontrar esas pistas si nos separamos, siempre que nos volvamos a juntar antes del quinto día como para evitar el atentado a tiempo - miró al resto de los presentes, tratando de inferir cómo podían armarse esos grupos de un modo eficaz, aunque no los conocía lo suficiente como para hacer ninguna sugerencia sensata.
- Aunque me parece que quedaron algunas preguntas sin respuesta creo que con lo que sabemos nos podemos organizar damas y caballeros, me parece que un grupo dirigido por nuestro par de magas de Verdonia debería dirigirse a la ciudad más cercana de la frontera entre dicho reino y Pyrovia para investigar la posible participación de los rebeldes cerca de esa zona, mientras que el par de magas del reino de Pirovia deben guiarnos a los otros por su reino al lugar donde se organizará el evento de la Kontratazioa; antes de movernos a ningún lugar sería bueno investigar lo mejor posible al brujo, a los rebeldes o a nuestro supuesto aliado y su pista en la investigación, tal vez dependiendo en donde cuál sea la pista un grupo pudiese ir allí primero. ¿No creen? - Dice el capitán Namor mientras que termina su bebida y cuestiona con sus últimas sugerencias de manera directa al Gorg para que les facilite toda la información posible que tenga acerca de los últimos temas indicados por parte del chamán y pirata de Moya
La muchacha de campo miró con asco al pseudo-capitán y masculló entre dientes: - Demasiadas preguntas, así que mucho han dicho sin ejecutar algún castigo ejemplificador. Para ella este hombre no solo era descortes, si no irreverente e irrespetuoso para con la autoridad. Tanto, que lo que le extrañaba es que no lo hubieran frito como una patata, y hubiera quedado como una planta, espumarrajeando en el suelo como un perro con rabia.
Eso le dio que pensar. - Solo dejas que sea el que te insulta el mejor de tu equipo, o alguien especialmente esencial.... ¿tan bueno es?
El viejo siervo aprovechó el momento de las deliberaciones entre los Agentes para tomar un refrescante trago de agua, tratando de aclarar la garganta tras el comunicado y diluir el sabor de la magia que todavía se arrastraba por ella. Además, era estimulante comprobar como los engranajes de las jóvenes mentes de sus Amos se ponían en funcionamiento sin perder el tiempo cuando se les presentó el reto. Las dotes de liderazgo empezaron a asomar así como las estrategias y seguramente en breve, las decisiones.
Cinco días... Eidan extendió un mapa bastante detallado sobre la mesa de madera, señalando con su dedo la dirección en que volaban y la situación de la amenaza y Verdonia.
- Efectivamente es posible viajar de un punto a otro en ese tiempo o dividir las fuerzas para prevenir y avanzar la investigación en lo posible.
Carraspeó un instante antes de continuar.
- Si bien es cierto que desconocemos la influencia de los Rebeldes y S'hagin, ustedes son la autoridad y podemos dar por sentado que contarán con la colaboración del pueblo.
Omitió que esa "colaboración" no necesariamente fuese voluntaria. En todo caso, era una ventaja que podrían aprovechar mientras que los terroristas seguramente se veían forzados a actuar mediante subterfugios y ocultándose la mayor parte del tiempo.
- En cuanto a si el atentado en realidad es una trampa para causar aún más daño si cabe... en mi humilde opinión no estamos en disposición de descartar nada.
Hablaba con cierta tranquilidad, casi animado. Como quien se encuentra frente una partida de ajedrez o cartas donde parte de la diversión es adivinar de antemano las intenciones del rival y ser capaz de reaccionar a las deducciones que así mismo haga el otro sobre sí. Al final de cuentas solo cabe jugar para descubrir lo que va a suceder y confiar en la capacidad para improvisar cuando llegue lo impredecible.
-Qué más quisiera. Pero NO, ahora mi presencia no es requerida en Verdonia.
Apuntó la pelirroja mirando de reojo a Liria aunque respondiendo sobre la idea general de regresar a Ohiana.
Su compañera morena no se había pronunciado y con la incertidumbre del rumbo que tomaban los materiales, la conversación con el consejo le había dejado dudas sobre esa cuestión; aunque irremediablemente era un tema secundario y que tocaría con los representantes en Verdonia llegado el momento.
-Supongo que da igual por ahora. Lo importante será detener el atentado luego veremos qué tan profundo podemos llegar a infiltrar la red de rebeldes.
De una forma u otra.
Pensó, pues las posibilidades eran muchas y ya comenzaban a emerger enfoques variados.
Se levantó y cruzó los brazos sobre el pecho mirando a unos y otros, claramente algunos eran más propensos a la sugerencia de separarse según cualidades, habilidad y… afinidades.
Althea era sociable, mucho, pero ahora precisamente eso quedaba en segundo plano.
-Mi sugerencia es esta. No veo factible ir y venir como gallinas sin cabeza buscando sin saber qué exactamente, haciendo pesquisas, llevando interrogantes o preguntas que levantaran sospechas y pondrán al grupo sobre aviso.
Su tono era dulce, con una sonrisa claramente falsa, aderezada con palabras tajantes.
Camino hasta donde el grog había extendido el mapa estudiando las localidades donde se podría celebrar la ceremonia.
-Lo que propongo es en esos cinco días familiarizarnos con la ciudad a nuestro favor y sembrar nuestras propias trampas y preparar el terreno, si descubrimos movimientos sospechosos antes pues perfecto, En el momento que ocurra el atentado será mucho más fácil minimizar los daños y un contraataque eficiente. Explicar nuestra presencia allí basta con ser representantes en busca de talento.
Deslizó los finos dedos sobre el mapa acariciando las líneas divisorias de los reinos y aguardo paciente a que los pseudolideres convenieran con el plan acordado.
La idea de dividirse iba tomando forma, aunque no estaba del todo claro el cómo hacerlo. Uno proponía dividirse en dos y contemplaba el pedido de Dragomir de ir a Verdonia, lo cual le parecía una buena solución. Una descartaba el bosque y se concentraba en minimizar los daños de algo que consideraba inevitable, eso era algo bastante realista y además aprovechaba una buena coartada que despertaría sospechas en aquellos que querían investigar, aunque ese plan incluía baja de civiles que tal vez podían evitarse.
- Dragomir propuso que algunos vayan a Verdonia, y estoy de acuerdo con él en que esa pista es relevante, aunque al igual que Althea, no es un sitio al que esté dispuesto a ir en estos momentos - mira a la peliroja y asiente a modo de aprobación - La idea de aprovechar la búsqueda de talentos como coartada es muy atinada, brillante me atrevería a decir - le sonríe sutilmente - Sin embargo el aviso del atentado fue voluntario, también sería sospechoso que nadie investigase el tema - se queda pensativo llevándose la mano a la barbilla.
- Si la hermana Amlda me acompaña, podríamos ser nosotros dos los agentes enviados para investigar la amenaza en la ciudad de modo oficial. Namor y Althea podrían simular buscar talentos en la misma ciudad y minimizar el impacto del ataque. Por otro lado Dragomir podría seguir los rastros de los materiales en Verdonia. El resto podría sumarse a alguno de los grupos o permanecer en la fortaleza para apoyar a alguno de los grupos de ser necesario - propone finalmente, confiando en que es la mejor solución.
- Puedo intentar crear un espacio mental entre nosotros, un sitio a través del cuál podamos comunicarnos a la distancia, creo que sería un buen modo de ponernos al día y coordinar nuestras acciones sin despertar sospechas. No será doloroso ni invasivo para vuestra privacidad, sólo compartiremos un pequeño espacio de nuestras mentes - Euphemius dominaba el arte del mentalismo como muchos en Beltzahuria, y estaba dispuesto a afrontar el desafío de sostener una magia tan potente como la que acababan de presenciar por parte de la Consejera con Eidan.
La propuesta de Euphemius fue tomada como un gesto galante y de respeto, ya que, ella, como Miembro del Monasterio, sería recibida como un Agente Oficial directamente por las autoridades locales. Y al ser una orden de congregación y apoyo, no se le vería como un ente ofensivo o agresiivo.
- Muy bien visto Euphemius... muy bien visto. Pensó para si, como respuesta, y añadió un gesto amable aceptado su invitación. Además de mostrarle su mano, para que la tomase, como si la hubiese invitado a un baile.
Los planes de acción se estaban desplegando sobre la mesa entre los presentes. Como bien decía Lady Evergreen contaban con algo de tiempo para preparar una contraofensiva y familiarizarse con el terreno en caso de no conseguir mejor información. ¿Se habrían percatado el Consejo no mencionó nada sobre proteger al populacho o los novicios? Tal vez estuviese implícito, pero la prioridad era acaba con los rebeldes a toda costa.
Los equipos fueron propuestos, de igual modo que dividir sus fuerzas entre Verdonia y la ciudad. Si conjuraban un espacio mental compartido podrían comunicarse a pesar de la distancia. De lo contrario tal vez tendrían que adaptar la estrategia, así que debería ser lo primero en poner en marcha.
Siguiendo ese hilo de pensamientos, Eidan que se había retirado un tanto para dejar a los lords y ladys tomar las decisiones, se acercó pinzando suavemente un laúd.
- Mi maestro comentaba que algo de música ayuda a dar ritmo a los pensamientos. - Los dedos del anciano se descubrían ágiles sobre las cuerdas, dedicando unos alegres acordes a los presentes. - También fue quien primero me habló de la magia, explicándome que las notas eran similares a los diferentes dominios, desde el pesado y firme Terram - un profundo do brotó del instrumento -, hasta la clarísima y liviana Mentem. - tocando por supuesto un si.
- Los magos mediante rituales tienen la maravillosa capacidad de armonizar sus conjuros en una melodía capaz de cualquier cosa. Cada cual añadiendo sus corcheas y redondas, ascendiendo al copás en la misma clave. Se dice que cuando el Consejo ha intervenido es digno de toda una orquesta tocando al unísono.
Esta vez les dedicó un par de acordes completos ilustrando sus palabras, una variante de una conocida balada de Pyrovia.
- Ya que para varios será la primera vez que trabajan juntos, les sugiero que "ensayen" juntos antes la verdadera actuación y para conocerse mejor, nos agasajen con una exhibición de sus poderes.
Invitaba así a los Agentes a que se lucieran, mostrando de lo que eran capaces y diestros ante los demás. Conocer sus puntos fuertes y en particular, cual era el modo de desenvolverse con su magia serviría para que se coordinasen mejor. Sobre gustos musicales (y magia) nada estaba cada cual tenía el suyo: alguno la usaría con la gracia y métrica precisa de un vals mientras que otros, del modo caótico y entusiasta de una polka.
Para el conjuro de la mente compartida Euphemius tirará Crear + Mentem
Dificultad 4 + distancia + tiempo ya subiría a 6. Como además ese espacio está destinado a hospedar varias mentes te voy a pedir dos éxitos (6 y6, 6 y 5 o 6 y 4). Si solo se consigue un éxito 6 aún así se creará pero con desventajas o problemas.
El resto podéis tirar con Metem solo, para añadir éxitos y de paso controlar un poco la mente compartida.
Entre tanto, si antes queréis hacer una buena exhibición de vuestra magia, sería genial ver qué se os ocurre e ir probando el sistema.
Empezó a contar. Se sabía la escala, pero no sabía nada más de música. Estaba claro que eso sería un detallito a tener en cuenta en el futuro, pero, si querían una exivición suya, tendrían que herir a alguien, así que esperó, por si se hacía daño alguien, haciendo sus demostraciones o "flipadas", y acudiría a ayudar de inmediato.
Empezó a sentir su mente llamada, y se dejó llevar. No sabía gran cosa de ello, pero, las Superioras lo usaban para "llamarlas", saber de ellas, o incluso buscarlas cuando salían de patrulla. Estaba más concentrada en contar las notas y le daba que sus habilidades era: - Sol. .... mi nota es Sol.
Motivo: mentem (llamada)
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
- Yo recomiendo que nosotros 5 y alguien mas que quiera unirse a quien ya esta investigando ahora el asunto si no lo podemos contactar antes a la distancia para saber cuales son los avances de su investigación y con más informción al respecto del brujo, los rebeldes y sus intenciones reales antes de tomar nuestro propio o el mismo camino en la invetigación - Propone el capitán Namor tras centrar su atención en Althea, Amlda, Euphemius y Dragomir; quienes han sido mas interesados e interesantes a la hora de participar, sin dejar de mirar de reojo al trio de bellas pero mas silenciosas chicas, al tiempo que acompaña el ritmo con algo de percuciones palmenado ritmicamente su pecho y abdomen naturalmente marcado con cierta musculatura mientras que baila para trara de ayudar a la inspiración mágica de sus nuevos compañeros de investigación con esporadico coros
Motivo: Mantem
Tirada: 2d6
Resultado: 7 [3, 4]