La aldea escondida del Halcón, reducto de ninjas en el feudo de los Hibarashi.
Es gobernada por el maestro Teyaki hattori, un ninja sin igual aún a pesar de su edad, y al que sólo otro shinobi pueden compararse, según cuentan las leyendas.
Os encontráis en la casa de vuestro líder, ambos tenéis un vaso de té verde a vuestro lado derecho, mientras Hattori os mira con sus duros ojos de color castaño intenso
-Estáis aquí porque sois dos de los mejores shinobis de nuestra aldea- os observa fijamente, está acostumbrado a impartir la disciplina dado que es él el líder en funciones, aunque el auténtico maestro de la aldea sea Teyaki hattori, su abuelo.
-Hemos recibido noticias de que una alianza de clanes dirigidas por un caudillo aún sin identificar han sitiado el castillo de los Hibarashi, de cuyas fuerzas solo resisten algunos pocos hombres- el hombre mira su reflejo en su arma, el kusari gama, antes de continuar -Las hordas invasoras no tienen piedad, matan campesinos, violan mujeres, queman las cosechas y dejan a los animales morirse de hambre…pero nuestra prioridad es la princesa
El hombre se pone en pie y coge un pergamino que le pasa un sirviente oculto tras un pequeño biombo, lanzándoselo a Koga, para que luego este lo pase a su compañero
-Es el mapa del lugar dónde debéis recoger a la princesa y a su escolta, para traerles aquí…aunque hay uno de los samurais que conoce nuestra ubicación- se sienta y os mira, menos fríamente -¿Preguntas u opiniones?
Hisamaru Hattori
Jefe ninja en funciones de la Villa, 24 años.
Honmei mira sin demasiado interés el pergamino. Eeeeh? Tenemos que iiiir? Mira a Hattori con desconfianza ¿Es que eso no puede hacerlo otro?
Hattori mira a Honmei con el entrecejo fruncido y dice malignamente
-El viejo me ha dicho que si no cumples tendrá que explicarle algo a todo el mundo…¿Tú entiendes a qué se refiere?
En realidad no tenía ni idea sobre que iba esa amenaza pronunciada por su abuelo, pero sabía que iba a resultar efectiva, pues su abuelo rara vez se equivocaba.
Koga toma el pergamino y lo abre para analizar su contenido -.-
Sea lo que sea que contenga la respuesta de Koga sera "Cuando debmos partir?"
Una vez leido, pasa el pergamino a su compañero.
"No hace falta que el venga Hattori-sama, yo solo puedo encargarme de esto..."
Cuando oye lo que dijo el jefe, Honmei da un respingo. Uys...Ni idea... pero si son ordenes del viejo... Apreta los dientes en una silenciosa maldición a su sombra mientras estudia con detenimiento el mapa.
Maldito viejo, algún día me las vas a pagar...
Ir, recoger a los 'paquetes' y volver, no? Eso está hecho.
Bleh, samurais y princesas, que tostón
La mirada de Kurogane busco de refilon al despreocupado Honmei, quien parecia no haber escuchado su ultimo comentario. Sin saber si su ampañero lo ignoraba o simplemente no lo escucho, el rubio shinobi rergeso a sus pensamientos sobre la mision.
Una cosa, Koga es el apellido y Kurogane es el nombre.
Honmei dobla el mapa y lo guarda en un bolsillo interno. Poniendose en pie, se estira y dice Bueno Hisachan, si eso es todo... ¿Cuando decías que tenemos que estar ahí?
Con suerte aun faltarán días y podré convencer al viejo de que el chico voluntarioso este se puede encargar solito...
Hisamaru os observa
-Tenéis cuatro horas para prepararos…al mediodía partiréis- os pone en las manos unas pequeñas capsulas verdes -Si os captura algún enemigo…ahorradnos el trabajo de tener que mataros para que no cedáis a la tortura
El ninja se baja la tela que le cubre la cara y veis que sonríe, obviamente confía en que volveréis sanos y salvos.
Describid qué armas lleváis etc.
Salimos en cuatro horas, oido cocina!
Dicho esto, Honmei se dirije a la cocina a comer y a coger agua y comida para el viaje. Al cocinero le guiña un ojo, Ordenes de Hisachan, con el estómago vacío no se puede pelear!
Después, con el estómago ya lleno para un rato largo, va al almacén y saluda al guardia. Vengo a por juguetes...
y arrambla con artilugios de pólvora y herramientas ninja (para escalar, bombas de humo, lo-que-sea-que-se-use-para los diferentes trucos ninja -rollos de pergamino con el truco? habilidad? una hoja de un arbol en particular para la transformacion, lo que sea-)... También busca el almacén de venenos, donde planeaba dejar la cápsula verde... pero se lo repiensa. Por si Koga se pone pesado >_<
Al final, cuando ya han pasado unas tres horas y media, visita la armería. Sigh, armas... Coje su espada corta (no la usa porque le guste especialmente su estilo que el de una más larga, sino porque pesa menos) y un buen puñado de dardos y estrellas, por si hay que cazar.
Y ya con todo atado y bien guardado -mayormente escondido bajo un atuendo aparentemente inocente de viaje-, se dirige a la salida de la aldea...
A que distancia estamos? Por llevar comida para un dia o ni eso...
Cuando Kurogane salio del cuarto de Hisamaru-sama, se dirigió inmediatamente a sus aposentos donde sin dilación alguna comenzó a preparar sus utensilios para la misión.
Para empezar se coloco su Ji (Creo que así se llama el traje ninja O.o corríjanme si me equivoco) Color negro y con camuflaje verde oscuro y café; muy útil para esconderse entre los árboles a plena luz del día. Para terminar se coloco su mascara, color rojo oscuro y una bufanda del mismo todo. Sus rubios cabellos quedaban perfectamente ocultos y de su rostro solo sus azules ojos quedaban al descubierto.
Comenzó a seleccionar sus utensilios. Primero tomo un grupo de Shurikens, de las cuales arrojo una hacia la pared para probar su filo. La afilada estrella de metal se clavo profundamente sobre la madera en la cual había un cuerpo humano dibujado, justo en la cabeza. Al ver el resultado Kurogane sonrió bajo su mascara.
Tras guardas los shurikens bajo sus brazaletes, se coloco un guante bajo el cual, en un compartimiento cosido por dentro justo en el área de la palma de la mano, se guardaba un pequeño carrete del famoso hilo que los ninjas usan para estrangular a sus victimas, famoso también por se tan duro y afilado que es capas de rebanar una espada como mantequilla (ojo, pura leyenda XD). El guante llevaba un anillo, que al ponerse el guante, quedaría incrustado en el dedo índice; tirando de este anillo se saca el mortal hilo.
Para terminar tomo su Ninja-to al momento en que le prestaba reverencia. La desenvainó e inspecciono su filo. Perfecto. Coloco la espada con sumo cuidado y solemnidad en el suelo y paso a inspeccionar la saya. Para empezar le dio la vuelta y como si fuera una tapa, desenroscó el extremo contrario a la ranura del por donde se introduce la espada y coloco la tapa a su costado derecho. Golpeo la saya de manera vertical sobre la palma de su mano izquierda para que el contenido oculto se deslizase hasta su mano. Era una delgada vaina de un fino bambú, hueca por dentro. Tras dejar la vaina a un lado, saco desde su lado derecho una pequeña caja de madera lacada adornada por escorpiones color rojo sobre un fondo negro y pequeñas incrustaciones de plata en forma de lunas y estrellas; la abrió y de ella saco una bolsita de cuero que contenía algo que parecía arena (Veneno). Abrio la vaina y la relleno con el veneno. Metio la vaina en la saya y la selló con la tapa. Para terminar introdujo de nuevo su Ninja-to y se la ato al pecho.
Una vez todo perfectamente guardado, Kurogane tomo su capa de doble fondo y se la coloco a juego con su Ji, dejando el negro profundo oculto contra su espalda.
Salio de su casa en dirección a la salida de la aldea y justo antes de dejar atrás el jardín de su recinto, dedico en voz alta unas palabras para su mentor.
“Sensei, parto para una misión por orden del Kage”.
Y así, suponiendo que el anciano que todo lo ve y todo lo sabe (XD) lo ha escuchado, Kurogane se funde en las sombras desapareciendo sin dejar rastro alguno.
Una vez en el lugar acordado, Kurogane espera al sospechoso Honmei.
Huy >< te me adelantaste ><, bueno no pasa nada XD
Mientras espera fuera de la muralla, Honmei saca de un bolsillo que no parecía estar ahí un títere al que hace adoptar un deje altivo, moviendole un brazo arriba y abajo, mandonamente. Debéich recoger a la princhecha y a chu echcolta!
Saca otro títere, manejándolo con su otra mano. Permanece arrodillado en el suelo y hace reverencias continuamente No che preocupe Hichamaru chama, todo chaldrá de acuerdo a chuch decheoch....
Y espera y espera y espera :P
Apareciendo desde las entrañas de la sombra de Honmei, Kurogane observa con mirada seria e irritada, como el aburrido shinobi se mofaba de sus ultimas palabras con el Kage. Y así, manteniendo la respiración lenta pero profunda, el joven Koga romper con la divertida interpretación de su compañero añadiendo unas palabras con tono pesado y desgarrante. Te parece gracioso?...
-.-
En fin... ya que tu tienes el mapa supongo que planeas ser el guía de esta expedición no? pues bien, dejémonos de niñerías y salgamos de una buena vez...
Tras la aparición de Kurogane, los títeres desaparecen en un parpadeo, Honmei se pone en pie y se pone en marcha, sin demasiada prisa. Nos han dicho a que hora teníamos que salir, no a que hora teníamos que llegar...
Viendo el ánimo de su compañero, se le escapa entre dientes y con tono abatido un Vamos, que este viaje va a ser una fiessshta...
Pasamos a la escena de terreno intermedio.