Hemos venido mas q suficientes Samurai-san. Le agradeceria que me llevara con la princesa para que hablemos sobre su translado a la villa del alcon donde estara segura.
Entro con el ninja a la posada, sentándolo a la mesa dónde se encuentra la princesa, pero quedándome de pie tras él, preparado por si acaso.
Al ver a Koga sentarse, el camarero le lleva un vaso de agua de sospechosa procedencia.
La precencia del Samurai tenia a Kurogane sin cuidado al momento de sentarse, sinembargo, por q el mesero le sirvio si no ha pedido? ¬¬ (Maldito Honmei -.- XDDDD).
El rubio Shinobi aparta la bebida y se dirije a la princesa con cortesia y tranqilidad, no sin antes sacar un hermoso abanico decorado con escorpiones y tapar su rostro para que las miradas indeseables no pudieran leer sus labios desde la lejania.
No conosco las condiciones de su viaje, pero lamento mucho le que le esta pasando Hime-sama. Mi nombre es Kurogane y estoy aqui para protegerla y llevarla a la villa del alcon, donde el Kage y sus leales seguidores velaran por su seguridad.
El camarero se acerca al grupo de samurais y con un tono que no denota para nada arrepentimiento y cara de aburrimiento, se dirige a ellos.
Oh, señores clientes! El jefe me ha dicho que como es mi primer día me he equivocado con sus comaaaaandas y que les debo pedir disculpas y compensarles debidamente. Por favor, pasen a la sala privada para que les pueda acomodar y compensarles, por favoooor... mostrando el camino hacia la sala apartada del comedor común.
Cuando el tipo rubio entra y se acerca a nosotros, no puedo evitar dirigirle una mirada de desconfianza. Tanto si es un ninja como si no lo es, mi deber es dudar de todo el mundo que se acerque a algún miembro de la familia Hibarashi.
Y mi desconfianza aumenta aún más al ver que el camarero nos ofrece pasar a una "sala especial". Todo resulta muy sospechoso, y no es que yo sea paranoico, qué va, es que simplemente lo es.
Miro de reojo a la princesa Yun, a ver qué opina sobre la proposición de esos dos tipos. Si acepta, no me quedará más remedio que aceptarlo a mí también... ¡Pero mi katana estará preparada para derramar ríos de sangre!, pienso con dramatismo.
- ¿De modo que sois ninja? - le dirijo una mirada al chico rubio - ¿Cómo sabemos que no estáis engañándonos?
Miro a Usagi y le doy una colleja
-Chstt…no sabemos quién puede ser un enemigo…pero este hombre y el "camarero" son ninjas, así que id a la sala discretamente y sin armar jaleo
veo al hombre rubio acercarce con Heike quien es? al ver que heike queda en guardia me pongo de pie de mi asiento y solo espero alli ninjas, sala comun?, esto me huele raro piensa mientras espera que la princesa decida que hacer
oooohhh el dire ah hablado asi que no se refuta nada XDD
Samurai-san, el confiar en nosotros no esta bajo su criterio, si no el de Hime-sama. En cuanto a mi, limite sus palabra pues poco puedo decir sobre lo que hago y dejo de hacer. Solo respondo ante la princesa y el Kage. Sinembargo le agradeceria que fuera mas discreto con mi profecio.
Dicho lo anterior, Kurogane espera respuesta de la Princesa.n
Al escuchar las palabras del ninja rubio, no puedo evitar dirigirle una mirada de altivez y refunfuño por lo bajo:
- Y yo estoy aquí para proteger a la princesa. Mi deber es preguntar, muchacho - a pesar de que el ninja parece mucho más mayor que yo, no puedo evitar llamarlo así. Me cruzo de brazos y permanezco en pose protectora al lado de Yun, esperando su respuesta.
Oyendo la conversación, Honmei casi se lleva una mano a la cabeza en señal de frustración.
Samurais, tan bocazas como siempre... y el otro no es mucho mejor...
Inspecciona disimuladamente con la mirada a la clientela en busca de reacciones y se lleva una mano tras la cabeza riendo con vergüenza.
jajaja... tio, no vayas diciendo cosas raras de que soy un ninja, que es mi primer día y aun me despedirán!! Y vosotros, el truco de "viajamos con una princesa" es el más viejo del mundo para no pagar, no cuela!!
Me gustaría saber como sabe Heike que Honmei es un ninja, en teoría un maestro del engaño -_-(__)
Hay por el alma del emperador Higurashi... pero que demonios hacen...
Se levantó de pronto y arrojo el contenido de su taza al suelo, haicendo el mayor ruido posible, ya que estaba en la mesa adyacente a la de la princesa y aprovechando su tamayo y altura, sujeto al mesero con rudesa, lo jaló hacia si y como quien zarandea a un enclencle.
-- ¡¡Pero que mierda de servicio es este!! Te tardas una siglo y... ¡¡¡HAS ERRADO LO QUE PEDI PEDAZO DE IMBECIL!!
lo siento, lo siento, lo siento...
Lo giro hasta darle la espalda al grupo de la princesa y ese nuevo integrante que quizas era un ninja, quizas un enemigo, no importaba, tenia que distraer cualqueir atencion hacia ellos y esa estupida conversacion cruzada y llena de comentarios sospechosos.
Su rubor por la verguenza era aliado de su papel de hombre furioso.
Sujeto al muchacho por el cuello de su gi y dio las zancadas necesarias hasta uno de los finos pilares de madera que hacian de refuerzo para el techo, alejandose de la mesa de la princesa. Levanto al chico y lo apoyo con vehemencia en el pilar de madera, buscando el efecto sonoro de azoton pero sin lastimarlo ni asficciarlo con la forma que lo sujetaba.
-- Oí como te disculpabas con otros, ¡¿como pretendes, esstupido que pasare por alto tus tonterias OTRA VEZ?! ¡¡TU PRIMER DIA Y UN CUERNO!!
Escupio a un costado, luciendo lo mas desagradable posible.
Ah... Hime-sama no me mire...
-- ¡¿Donde esta el PUTO DUEÑO?! ¡¡QUIERO QUE CORRA A ESTE TARADO!!
Ante la reacción de Kokoro, intento disimular por todos mis medios y permanecer con el rostro sereno, como si mirase a un desconocido que simplemente se está quejando por el mal servicio. Pero no puedo evitarlo y me echo a reír a carcajadas, así que para disimular un poco digo en voz alta:
- Vaya, parece que el camarero no tiene un buen día hoy... Se levantó con el pie izquierdo - carraspeo un poco, intentando dejar de reírme ante la absurda situación.
Pese a que Kurogane escucho atentamente las palabras del joven samurai, este no hizo reacion alguna de impresion por lo que aquel ingreido muchachito le acababa de decir. Permanecio en postura serena y con el abanico en su boca para evitar llegar sus palabras a los ojos y oidos curiosos.
Cuando empezo la confrontacion, el rubio shinobi tansolo cerro los ojos. Sabia que los samurais eran idiotas, pero esto sobrepasaba tal adjetivo. De momento solo esperaba que Honmei lo entendiera y no lo matara con alguno de us extraños trucos de ranas o moscas venenosas. Al parecer las cosas solo empezaban a complicarse de la nada.
Kokoro sonrio intentando que fuera con malicia.
-- ahora mismo vamos a hablar con tu jefe, mocoso...
Lo bajó sin mucho cuidado y lo agarro de los hombros en plan de camaraderia, no sin seguirlo mirando como diciendo "te van a correeeeerrr" como un niño haciendo una travesura. Lo encamino hacia la sala privada detras del bar, justo donde el mismo Honmei habia dicho que fueran para ser "compensados por el mal servicio".
Al entrar lo primero que hizo fue alejarse del chico y gritar- ¡¡HE, DUEÑO, QUIERO HABLAR DE TU ESCLAVO!!.
Se giró hacia Honmei.
-- Lo siento.
veo toda la situacion dios, este tipo no sabe lo que es ser discreto pienso mientras me acomodo detras de la princesa por si acaso
fijo mi mirada en kokoro como diciendole "no te mandes alguna, tranquilo"